Fotos de familia

Por Fabiana del Valle

HAVANA TIMES – Ahora recuerdo un poema que escribí tiempo atrás. Nació un día en el que la nostalgia me sorprendió buscando en las gavetas donde guardamos fotos y viejos documentos.

En una bolsa de plástico encontré la propiedad de aquella grabadora que nos robaron por el año 1999; el método que escribió el médico cuando mi hermano tuvo neumonía; un diploma que le dieron a mi papá por participar en un fórum de ciencia y técnica; un papel maltrecho con mis notas del primer grado.

Documentos que mi madre atesora. ¡Ella y su costumbre de guardar todo! ¡Ella y su miedo a olvidar! Pero fueron las fotos las que me dejaron atrapada durante horas, perdida en el pasado.

Así pude ver a mis abuelos con sus doce hijos reunidos. Eso sucedía una vez al año cuando dos de mis tías que viven en Miami venían de visita. “Las tías” como les decíamos, llegaban cargadas de regalos. ¡Nos traían caramelos y chicles!

Mi hermano y yo nacimos en los años ochenta, así que cuando en 1991, nos atrapó el llamado Período Especial, estábamos pequeños.

Mi mamá nos hacía caramelos derritiendo azúcar, y el chicle lo improvisábamos con caimitillo y pasta de dientes. Es por eso que para nosotros, los más chicos, la llegada de “las tías” era una fiesta.

Mis abuelos, en cambio, disfrutaban la oportunidad de ver reunida a esa gran familia que construyeron y que quedó fracturada en 1979 con la partida de dos de sus hijas.

En otra de las fotos estoy con mis padres. A los ocho años mis zapatos eran confeccionados por mamá. La parte de arriba de tela, y la suela con cámara de tractor.

De aquello hizo ella un pequeño negocio. Cosiendo esos zapatos ayudaba a mi padre, quien con su magro salario apenas se las arreglaba para mantenernos.

Lo cierto es que los tuve de varios colores y me gustaban. El problema era que cuando llovía tenía que hacer malabares para no mojarme los pies con esas alpargatas improvisadas.

Mis primos y yo

Mis primas y yo posando con nuestros cabellos sueltos y brillosos. Maravillas de la técnica casera cubana de aquellos tiempos, jabón y jugo de naranja ácida para enjuagar.

Mi hermano delgado y con su pelo indomable, mi padre con bigote negro, abuela sonriendo, abuelo caminando por la finca, mi prima montando caballo, mis tíos sentados a la mesa.

Todo es más fácil a los ojos de un niño. A pesar de las carencias, de aquellas cosas que atentaron contra mi inocencia, fui feliz.

Al menos, una vez al año, podía correr por el campo con mis primos, ver a mi madre sonreír o disfrutar de las canturías, porque el esposo de una de mis tías traía su guitarra y todos comenzaban a improvisar.

En una de las instantáneas estoy con mis primos. Detenida en el tiempo, en la inocencia que solo un rostro de once años puede expresar.

Hoy, sin los abuelos y su guía mi familia es más pequeña. Ya mis primos no se reúnen como antes. Tenemos familias propias y problemas que gestionar. A muchos nos divide un océano y desde orillas opuestas compartimos el recuerdo de estas viejas fotos. 

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Fabiana del Valle

Fui una niña que soñaba con colores y letras capaces de lograr las novelas más leídas o esos poemas que conquistan a corazones rebeldes. Hoy cerca de los cuarenta, con los pies firmes en esta isla, dejo que el pincel y las palabras sean eco de mi voz. Esa que llevo apretada, prisionera de las circunstancias y mis miedos.

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4 thoughts on “Fotos de familia

  • Me encanto tu historia y a la vez me hizo llorar, recordando esos viejos tiempos en que se podía disfrutar de una inmensa familia, pero desdichadamente todo ha quedado en el pasado y cada día nos alejamos más de lo que es realmente nuestro terruño y solo nos queda pensar, me moriré aquí sin poder tener esa dicha de nuevo aunque sea con los que quedamos? Dios tiene la última palabra..

  • Yo tenía 5 años cuando en el 80 un hermano y sobrina de mi abuelo materno pudieron regresarar de visita a Cuba. Conservo, entre mis recuerdos más sagrados una foto de aquel encuentro. Aparecen mis abuelos, dos tías, un tío , mi madre, un primo, y yo, el más pequeño, casi rubio, con mi uniforme del preescolar, cuyo flash me vino a captar en el momento en que me rascaba un ojo. De ellos solo viven mi tía menor, mi primo y yo. Solo queda el recuerdo y la nostalgia.

  • Mis abuelos maternos eran criollos, mi abuela nacio en Boca de Miel y mi abuelo en Bayamo (cubano dos veces como decia el) mientras mis abuelos paternos eran espanoles inmigrados, que obviamente sus hijos se casaron con criollas y mulatas. Cuando nos reuniamos en la familia habia personas y ninos de todos los colores y religiones: catolicos, santeros, algo similar a espiritistas y ateos.
    Los criollos en su mayoria emigraron hacia EUA y los descendientes de espanoles para Espana. Otra vez Espana con su politica hacia Cuba espanta a los espanoles y sus descendientes nacidos en la isla. Por cierto, ninguno queria irse del pais.

  • ALERTA No. 1: Los jóvenes no tendrán fotos para recordar, ahora todo son fotos con el celular, que se pierden cuando se rompe o se pierde el celular. Yo cada año selecciono las mejores fotos y las imprimo, hay que conservar los recuerdos.

    ALERTA No. 2: Luchen por volver a reunirse, vale la pena.

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