Salud, sinónimo de higiene mental
Por Esther Zoza
HAVANA TIMES – En el momento que vivimos, ver inconveniente en todo es desastroso para la higiene mental.
Ayer fui a la tienda a comprar hamburguesas y me topé, mientras esperaba, con una de esas personas que logran sacar con su actuar lo peor de la gente.
En la cola no había más de 20 personas. No era un Milagro. El personal autorizado para mantener el orden escanea el Carnet de identidad de los futuros compradores, y eso permite que el que compró hamburguesas esa semana no vuelva a hacerlo.
Pero una vecina no pudo resistir que la cola se mantuviera tranquila y comenzó a atizar los ánimos, predisponiendo a los que estaban detrás con los de alante. De más está decir que este personaje se salió con la suya y una ola de discusiones e insatisfacciones creció, al punto, que hubo que llamar a la policía.
Inventando problemas
A lo largo de nuestra vida todos nos hemos encontrado con personas infelices y amargadas que ven las cosas más terribles de lo que son en realidad. Estos pesimistas perpetúan en sí y en los demás el pensamiento destructivo y, como ladrones de luz, se apropian de la energía de los otros.
Inventar un problema cuando no existe ninguno, maximizar una situación existente, es algo que se ha hecho cada vez más frecuente en estos tiempos de desabastecimiento de alimentos y productos de primera necesidad.
Es cierto que la situación de la carestía es causa de malestar y estrés en la población, pero también es cierto que, si la enfrentamos con la mejor disposición y nos concentrarnos en vivir un día a la vez con pensamiento proactivo, nuestras posibilidades de salir ilesos de la covid19 y de la crisis económica serán mayores.
Recordemos que problematizar una situación depende única y exclusivamente de nosotros mismos. Analizar, entonces, nuestro entorno con lucidez e imparcialidad nos permite tomar mejores decisiones sin dramatizar.
Creer que seremos capaces de vencer las restricciones, la escasez de alimentos con un pensamiento constructivo, puede trocarse en un augurio gratificante que de seguro mejorará nuestro día a día.
Los amargados siempre han exisitido pero si no hubiera colas esa persona no hubiera tenido las condiciones para alterarse, tampoco usted hubiera estado con esa persona compartiendo tiempo y espacio. En Cuba es muy difícil controlarse, la inmensa mayoría cuando se levanta no tiene café para el buchito de la mañana, por supuesto que tampoco leche, solamente un pan viejo de ayer sin mantequilla, y para qué seguir, ya es ciencia ficción pensar en yogurt o cereales para desayunar. Cuando esa persona sale a la calle va a tope y cualquier roce es suficiente para alterarse. Esther, mantener la calma es difícil.