Inicio del curso escolar en Cuba
Por Esther Zoza
HAVANA TIMES – El 5 de septiembre comenzó el curso escolar en Cuba. Desafortunadamente lo que antes fuera una fiesta en muchos hogares es ahora una pesadilla.
En casa decidimos hacer una colecta, tras los esfuerzos de mi hermana por comprar los útiles escolares a mis dos sobrinos. A mi hermano le tocó comprar los zapatos, a mí la mochila, el resto lo asumirían los padres. Claro q esto era un espejismo.
Sobra decir que quien no puede acceder a las tiendas en MLC, tiene que enfrentarse a los desorbitantes precios de los trabajadores por cuenta propia y al mercado ilícito. Tras varios días en busca de una mochila con un importe asequible desistí. Días después mi hermano abandonó la búsqueda de los zapatos. Mis sobrinos se conformaron con el mismo morral del curso anterior y los tenis deportivos de sus primos.
La amargura y la decepción se hacen cada vez más habituales para los que no tienen familia del otro lado del mar. Muchas madres cubanas no solo tienen que lidiar con la búsqueda de artículos imprescindibles de uso colegial, zapatos y medias, sino también con las tallas inmensas de los uniformes escolares que vende el Estado. Situación que provoca la utilización de uniformes viejos, remendados y usados por otros. Amén de la vergüenza que experimentan sus hijos, muchas veces víctimas de bulying ante la desigualdad.
La odisea de las madres cubanas no termina. Ahora se suman las interrupciones del fluido eléctrico. Porque si hay apagón, cómo mantiene la higiene del uniforme escolar de sus hijos, teniendo en cuenta que en la mayoría de los hogares el agua llega a través de motores o turbinas. Añádase a esto los escases de harina que agrega un nuevo dilema en los hogares donde se desayuna o se merienda.
¡De que son grandiosas las madres cubanas! a nadie le queda dudas. Puntales y sostén de la familia enfrentan con el reciente curso nuevos y viejos desafíos que parecen eternizarse.