El abandono del puente flotante de la Bahía de la Habana

Por Esther Zoza

HAVANA TIMES – El mar siempre ha sido para el hombre un punto de encuentro con el universo espiritual. Es el lugar donde se ofrenda tanto amor como dolor. Para miles de familias cubanas el mar es un monumento a la esperanza y a la pérdida.

Una mujer que atraviesa el paseo marítimo flotante derruido para arrojar una flor, es un acto cargado de simbolismo. Es una imagen que se queda con nosotros y nos hace reflexionar.

El paseo marítimo flotante en la Avenida del Puerto fue motivo de orgullo para los capitalinos desde su inauguración en 2014.  Espacio de encuentro para las familias y los enamorados, es hoy una ruina como tantas otras edificaciones de la otrora ciudad “maravilla”.

Que una mujer atravesara los maderos destrozados por el mar para acercarse a la barandilla, nos grita de su carga emocional.  Que escogiera ese lugar y no otro dice de un acto consiente y devastador. Este sitio, emplazado en el centro histórico de la ciudad, por donde pasean los turistas, también atrae a los pescadores, que dejan caer el anzuelo en las aberturas de los maderos para llevar el alimento a casa.

La falta de gestión y conciencia de los dirigentes a cargo de esta instalación nos lleva a cuestionar la desidia generalizada. Dejadez que afecta y abarca todas las áreas de la vida en Cuba. Desidia que se extiende a los ciudadanos que elijen mirar a otra parte.

Culpar al salitre del deterioro del paseo marítimo, obra realizada en conmemoración al 495 de la fundación de la Habana, es una desfachatez que se ha extendido a lo largo de los años, que no tenga señalizaciones de Peligro, es un recordatorio de que el pueblo está solo.    

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One thought on “El abandono del puente flotante de la Bahía de la Habana

  • Qué tristeza cada vez más asfixiante produce ver estos estragos del abandono total en que estamos sumidos. Qué maldición terrible implica presenciar a la fuerza la destrucción del país que amamos y es parte inevitable de nuestra identidad. Es como vivir una extraña y silenciosa guerra. Los muertos y los traumas acumulan también enomes estadísticas que no se publican y también son tragados por el mar.

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