100 Años Del Dia De La Mujer Trabajadora (Parte III)

Esteban Diaz

Creo que si he de mencionar el día de la mujer no puedo dejar de hablar de Cuba; la experiencia que he vivido estos últimos siete años me han demostrado que la revolución social ha borrado muchas de las dificultades que sufren en un país capitalista.

La educación sexual laica y gratuita desde la infancia hasta la tercera edad, la atención prenatal adecuada y su seguimiento durante todo el puerperio y lactancia, el aborto legal y gratuito junto con la anticoncepción correspondiente, la educación y el elevado porcentaje de mujeres que llegan a nivel universitario y ocupan posiciones en la dirección del Estado, la protección legal ante cualquier maltrato físico y la baja mortalidad infantil son algunas de las luchas ganadas en todos estos años reflejando el gran salto que da un país cuando realiza una revolución socialista.

El recuerdo de Cuba contrasta duramente con la realidad de la mujer en Argentina (ver parte II) www.havanatimes.org/?p=21515 movilizándome en apoyo a todas las luchas contra el capital en aras de un mejor  porvenir. Pero aun así, no puedo cerrar los ojos ante las dificultades en Cuba; mas allá de todas las reivindicaciones ganadas no veo lógico estancarse en vanagloriarlas y no ver las trabas que se están dando en la sociedad cubana.

Ya en otros artículos había desarrollado como el reguetón había invadido Cuba exhibiendo a la mujer como un juguete sexual del hombre y vendiéndose al mayor postor, nada menos que la Charanga Habanera nos dice en una de sus canciones: extrañas al papi que te mantiene.

A partir de esto en mi beca de estudio, decidimos junto con compañeros latinoamericanos en su mayoría y algunos cubanos, realizar actividades en conmemoración al día de la mujer trabajadora mediante pancartas, videos-debates, trova acompañadas de obras de teatro en las cuales se marque el carácter clasista de este día y el respeto en todas las esferas de la vida al sexo femenino como compañeras de lucha y no como seres inferiores.

Lo más sorprendente fue como las direcciones de la beca, en especial la secretaria de relaciones internacionales, Olga, miembro del PCC, trato de impedir de todas formas estas actividades dándonos de argumentos que ya había una fiesta para ese día y que no debíamos descentralizar la atención de ella, fiesta en la cual no se decía nada de las luchas que se están librando por parte de la mujer trabajadora en el mundo y solo marcaba el carácter “delicado y femenino”  sin distinción de clase y culminando con una fiesta del regueton sexista y enajenando a toda la clase obrera.

Necios ante tal rechazo, el primer año decidimos realizar una mesa y pancartas negándonos a obedecer; para el otro año logramos concretar toda la actividades con una gran participación; asistieron al video debate alrededor de 30 personas y a la obra de teatro y trova aproximadamente unas 100 personas contando con más de 40 personas activas en su proceso.

La negativa por parte de las direcciones de la beca a estas actividades nos resulto incomprensible, más cuando las ordenes venían de militantes del PCC. Las mujeres cubanas hoy padecen el acoso sexual de muchos hombres en la calle, el jineterismo todavía no a caducado y el machismo proveniente de la cultura capitalista es omitido en los temas de discusión sobre el desarrollo de una sociedad socialista.

Se mezclan las capas sociales como si fuera que no hay mujeres burócratas en las direcciones del Estado sin lograr cristalizar la lucha por una revolución política que desbarate el Estado burocrático.