Una semana de vacaciones (A las montañas)

Erasmo Calzadilla

HAVANA TIMES — A inicios de la primavera me fui con unos amigos a un Campismo Popular en Cienfuegos. Ya hice dos post contando la experiencia pero me faltaba la última parte: el tour a las montañas.

A la mañana del tercer día ya estábamos hartos de reggaetón, de escándalo y del campismo en sentido general. Preparamos las mochilas y arrancamos por un trillo entre lomas deshabitadas rumbo a las montañas que hacia el norte se veían.

Pasamos por un caserío muy humilde de animales famélicos y casitas destartaladas, que no recibe agua más que una pipa semanal. Del cielo no caía una gota hacía meses y el lecho de los riachuelos estaba completamente seco. Nadie se animó a tirar fotos.

Seguimos un caminito ascendente y solitario sin saber a dónde nos llevaba, y nos llevó directo al guardabosque. Sin bajarse de la mula, aquel señor, mezcla de militar y guajiro, nos pidió, amable, la documentación. “es que hay que tener control sobre todo el que entra y sale a la zona, porque, no sé si ustedes saben que las montañas son ¡el baluarte de la Revolución! ¿No?”

“Sí claro, cómo no.” Tomó nuestros datos y seguimos ascendiendo, dándonos por dichosos de que los amos del Escambray no nos echaran.

La subida era cada vez más empinada, la vegetación monótona y el sol nos lastimaban el pellejo; estuvimos a punto de regresar, pero la belleza de las montañas lejanas era un imán.

Y por el fin el premio; luego de horas entre matorrales espinosos todo cambió de repente.

Ante nosotros un precipicio y un profundo valle rodeado de majestuosas montañas; paisaje como para entrar en éxtasis, recordar la creación y de paso al creador.

Soltamos las mochilas, descansamos y tiramos muchas fotos. En medio del verdor del valle se distinguía un lunar de casitas; un pueblito que ya de lejos nos pareció raro.

No había manera de seguir subiendo, así que tomamos cualquier camino descendente. Por no hacer la historia larga, fuimos a parar a la entrada del valle, y por supuesto que pa’ allá cogimos.

En media hora hacíamos entrada triunfal a Yaguanabo Arriba; si raro de lejos, mucho más de cerca.

Es un pueblito de una sola calle, humilde sin llegar a la indigencia; nos pareció raro lo tranquilo, silencioso y ordenado. Y no estoy comparando con la capital, conozco los pueblos de campo y este lucía diferente.

Además, la poca gente que había nos echaba miradas torvas, y la densidad de consignas y símbolos revolucionarios era muy superior a la norma entre campesinos.

En el campo el control es mucho más fuerte que en la ciudad, a veces da la impresión de estar todavía en los 80′, pero aquel caserío pasaba de castaño oscuro.

No se hizo esperar lo que temíamos: se nos acercó un cabo-campesino y nos condujo a una “oficina” donde un sujeto sin identificarse nos interrogó y requirió nuestra documentación.

Obedecimos, tomaron nuestros datos y no hubo más percances, pero salimos de ahí un tanto molestos, medio humillados.

No habíamos cruzado ninguna cerca, nada indicaba que estuviésemos en un Parque Protegido; era una calle más de Cuba Libre, y nosotros solo estábamos transitándola.

Con pinta de turista nadie nos hubiera molestado.

Al campismo volvimos al caer la noche, y quiso el destino que nos cruzáramos en la puerta con un oficial de la Contra Inteligencia.

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Erasmo Calzadilla

Erasmo Calzadilla: Qué difícil me resulta introducirme en público; lo he intentado muchas veces pero no me sale. Soy más menos lo que aparento en mis post, añada algunas cualidades impresentables y revuelva; con eso debería bastar para un primer acercamiento. Si quiere profundizar un poco más pídame una cita y espere respuesta.

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3 thoughts on “Una semana de vacaciones (A las montañas)

  • “Ante nosotros un precipicio y un profundo valle rodeado de majestuosas montañas; paisaje como para entrar en éxtasis, recordar la creación y de paso al creador. ”

    buena oracion.

  • jajajaja “quiso el destino que nos cruzaramos con un oficial de la contra-inteligencia”!!! (es decir, lo contrario de la inteligencia). Buena oración también!

  • Erasmo:
    A este paso te vas a convertir en el primer habanero que abandona la Poma por decisión propia…

Comentarios cerrados.