Reconstruyendo la realidad

Erasmo Calzadilla

Escultura por Agustin Bejerano

Lea este artículo por la salvación de su cuerpo

Los seres humanos ¿Tenemos un alma o estamos hechos solo de materia?

Esta pregunta ha visto pasar los siglos sin encontrar una respuesta concluyente y definitiva. Yo hace rato di con la solución, así que si usted desea saberla no tiene más que enguir las siguientes líneas. El premio es para quien llegue al final.

Muchas culturas de la antigüedad creían que el alma era tan física y divina como el cuerpo y el resto de los objetos “materiales.”  Muchos de nuestros antepasados no hacían distinción entre lo espiritual y lo terrenal, o estas cualidades podían convivir en un mismo ente.

Entre los griegos por ejemplo el alma se identificaba con el aliento que vivifica, y el aliento del mundo era el viento, o sea material y divina a la vez. La sutileza, pureza y dinamismo del aire le valió gran cosa cuando estas cualidades llegaron a ser importantes entre los hombres.

Luego una grieta fue creciendo entre el alma y sus camaradas: la Tierra, el Agua, el Fuego. La primera  ganaba en autonomía ante los ojos de los hombres, mientras que los otros parecían cada vez más inertes y pasivos amén de corruptibles.

Todo encajaba casi perfectamente, pero restaba una cuestión sin resolver ¿Cómo podía el alma, tan fina y delicada, mover a sus compañeros tan pesados y distintos de ella? Paradojas como esta fueron mellando la credibilidad y hegemonía del paradigma almacéntrico.

La solución momentánea al asunto llegó, o al menos se propagó, con las palabras de un joven judío a quien la historia conoce por Jesús Cristo. Según la mitología cristiana el cuerpo de Jesús también pasó al reino de los cielos, pero ¿cómo podría hacer tal cosa sin ser divino como el alma? ¿Acaso no había sido el cuerpo creado por dios y de dios?

He aquí en fin la respuesta, no la de Jesús Cristo sino la mía: el alma y el cuerpo son constructos, es decir fueron construidos y reconstruidos como entidades por mujeres,  hombres, culturas y comunidades que también son por cierto constructos.

Y nosotros, que somos tan constructos como ellos y además constructores activos, podemos y debemos intervenir en el proceso donde se gestan los entes de la “realidad.”  Sino, seremos tan pasivos, dependientes y corruptibles como una vez creyeron que era el cuerpo.

Erasmo Calzadilla

Erasmo Calzadilla: Qué difícil me resulta introducirme en público; lo he intentado muchas veces pero no me sale. Soy más menos lo que aparento en mis post, añada algunas cualidades impresentables y revuelva; con eso debería bastar para un primer acercamiento. Si quiere profundizar un poco más pídame una cita y espere respuesta.