Por fin quiénes son los verdaderos contra-revolucionarios en Cuba

Erasmo Calzadilla

Muchas costumbres se han ido perdiendo en los últimos tiempos, otras aparecen en su lugar.  Antes era normal toparse en cualquier rincón gente arreglando el mundo, discutiendo con pasión pero amigablemente sobre lo que pasaba en tierras lejanas o cercanas.

Hoy veo muy poco de eso, al menos en mi entorno cotidiano; problemas más precarios e inmediatos preocupan al cubano y el ambiente que propiciaba aquellas tertulias ha desaparecido poco a poco.

Siquiera entre personas que piensan y escriben sobre nuestra sociedad desde posturas cercanas es común el debate tranquilo e instructivo,  a menudo el diálogo se trueca en feas broncas personales.

Pues con este ánimo, el de debatir de manera constructiva y pacífica, hoy me voy a atrever con un artículo publicado en HT: “Cuba: La verdadera Contrarrevolución.” escrito por un compañero al que sigo de cerca: Pedro Campos.

Leo casi todo lo que publica este hombre y comparto con él muchas posiciones, sobre todo respecto a las cooperativas como salida del atolladero al que nos han conducido los “neoestalinistas” (así les llama él), pero otras afirmaciones de Pedruco no las comprendo y con algunas estoy en franco desacuerdo.

La pregunta que me provocó este artículo suyo y no me puedo responder es: ¿Quiénes son los malos?; es decir ¿quiénes impiden la democracia y el empoderamiento obrero por el que el pueblo cubano luchó antes del 59?, ¿quiénes implantaron y sostienen el estalinismo?  En fin quisiera saber ¿quiénes son los gestores de la verdadera contrarrevolución que menciona el título de su trabajo.?

Campos abre con palabras de Fidel y Raúl Castro afirmando que el verdadero peligro para la Revolución son los errores de los revolucionarios.

¿Entonces los verdaderos contrarrevolucionarios son los revolucionarios que cometen errores? Creo que esa no es la idea, porque poco después cambia de palo pa’ rumba y otro personaje negativismo entra en escena: la Burocracia.  La Burocracia es mala pues:

“…tiene capacidad de entorpecer los cambios necesarios…” “Son las fuerzas que hablan de cambios que no cambian nada, las que se oponen a cualquier modificación de fondo, las sectarias y excluyentes que acusan de contrarrevolucionarios y agentes del imperialismo a todos los que proponen variantes para salir del inmovilismo en que nos ha sumido medio siglo de gobierno estatalista y ultra-centralizado”.

Tal vez soy demasiado quisquilloso pero una cosa son “los errores de los revolucionarios” y otra muy diferente la existencia de una Burocracia.  ¿Qué vínculo tienen estos dos sujetos? ¿Es que la Burocracia es un error de los revolucionarios? ¿Eso quiso decir? Tampoco creo que sea la idea.

Por otra parte cabe preguntarse, ¿quién ha implantado ese gobierno estatista y ultra-centralizado del que habla Campos? ¿La burocracia misma? A lo mejor aquí encontramos la solución a la pregunta inicial: “¿Quiénes son los verdaderos contrarrevolucionarios?”

La respuesta podemos obtenerla más adelante cuando afirma que la mentalidad burocrática y las trabas del funcionariado no son “…sino consecuencias del conjunto de conceptos y normas estado-céntricas sobre los cuales está fundado el actual modelo burocrático y dirigista”.

Posición inicial, la Burocracia tampoco es la verdadera contrarrevolución.  Ella no es causa sui, causa de sí misma, sino consecuencia del “conjunto de conceptos y normas estado-céntricas…”

Toca preguntarse ahora, para seguir la lógica: ¿De dónde salieron semejantes normas y conceptos estadocéntricos? ¿Quién los implantó? Creí que por fin estábamos al borde de la revelación, pero no, los contrarrevolucionarios se nos escurren nuevamente porque “…es necesario reconocer que el fenómeno tiene carácter sistémico…”

¿Quiere decir con esto que el estadocentrismo es un proceso con vida propia, que funciona por sí mismo independiente de la voluntad o los errores de alguien?

Parece que sí porque el Sistema no es “…culpa de alguien en particular, sino debido a las circunstancias históricas que siguieron al triunfo revolucionario del pueblo cubano en 1959…” y además “…es derivación, consecuencia, de un modo de producir y vivir…”

No voy a seguir paso a paso; el artículo es bastante extenso.  Por la insistencia y el tono con que es mencionada pareciera que la verdadera contrarrevolucionaria es la Burocracia (junto a los neoestalinistas).

Sin embargo cuando Pedro Campos intenta analizar qué o quién está detrás de la burocracia y el neoestalinismo arribamos a un Sistema que no es responsabilidad de nadie sino de cuestiones históricas y de nuestro modo de producir y vivir.  Todo ello me parece contradictorio y confuso.  No lo digo por atacar, a lo mejor otro me ayuda a comprender lo que yo solo no puedo.

Ahora, con lo que estoy en franco desacuerdo es con la valoración tan positiva que hace de Fidel y Raúl Castro.  Ellos son, junto a la dirección del partido-gobierno, los que descubren los problemas, los que estimulan aperturas que luego la burocracia frena, los que defienden el derecho de los cubanos a opinar que luego la burocracia pisotea, etc.

Nunca se habla de sus errores, que han sido graves y de funestas consecuencias para toda la nación, ni de la responsabilidad que tuvieron en la implantación y el sostenimiento hasta nuestros días de un sistema burocrático (burocrático hasta donde a ellos les conviene) y estadocéntrico, que impide la llegada del socialismo real (el de la socialización de los medios de producción) que anhelamos Pedro y yo.  Por eso considero que la valoración de estas dos figuras es cuando menos incompleta.

Y no digo más, este es mi modesto aporte al trabajo de Pedro Campos.  Ojalá sirva de algo.