Lección de metafísica
Erasmo Calzadilla
HAVANA TIMES — En este post quiero compartir una imagen que traje por los pelos desde el MÁS ALLÁ durante mi última aventura con enteógenos. Aguántese bien porque vamos a bucear profundo en la estructura del Ser.
Un corte transversal al Ser permite apreciar su semejanza con un planeta: ambos están constituidos por un cascarón redondo y un núcleo candente en su interior. Hagamos un tour de adentro hacia afuera.
En el mismísimo centro del Ser yace un punto de energía no descomunal sino infinita, una especie de singularidad metafísica que se revuelve en lucha feroz consigo misma. Ni Tiempo ni Espacio ni categoría alguna sobrevive a la inmensa “presión” de estas regiones. Algunos lo llaman El Infierno y en verdad se trata de un “sitio” infernal.
A medida que nos alejamos del horno en que el mundo se está perpetuamente cocinando penetramos en el magma. Tormentoso, denso y fluido, el magma muestra los primeros indicios de consistencia “material”. Los contrarios, las categorías y los entes yacen aquí en estado embrionario; el intenso “calor” impide que acaben de cuajar.
Hacia afuera continúa degradando la “temperatura”. En un punto el magma cristaliza y se fractura en pequeñas unidades “sólidas”, rígidas, con fronteras bien delimitadas; hemos llegado a la corteza. Las piedras de la corteza son los elementos de que está elaborado “el mundo en que vivimos”.
Por su constitución pétrea y cosificante los conceptos son incapaces de captar la inestabilidad y fluidez que las subyace. Cuando lo intentan tropieza con paradojas insuperables como las atribuidas al antiguo filósofo Zenón. En el mejor de los casos la razón llega a comprender sus propios límites y la necesaria existencia de un más allá, pero nunca logra “verlo”.
A partir de lo anterior repensemos algunos términos del lenguaje común:
- Loco: persona cuya corteza (demasiado rígida tal vez) ha quebrado luego de un shock. Los trozos resultantes flotan inestables sobre el magma y es difícil que cuajen otra vez.
- Cuerdo: persona que sobreestima el grosor de la corteza o piensa que ella es todo lo que existe. Le aterra el más mínimo movimiento del suelo y no dudaría en asesinar a quien pretenda crearle dudas sobre su firmeza.
- Creatividad: cualidad de una corteza “inmadura”, blanda y maleable que degrada suavemente a partir del magma con quien mantiene un reciclado constante. Los niños son un buen ejemplo.
- Enteógenos: sustancias que ablandan la corteza y nos hacen caer al inframundo. Una vez “sumergidos” podemos mirar hacia “arriba” y constatar la verdadera naturaleza de esa fina capa que habíamos tomado por Toda La Realidad. Cuando el efecto pasa y la corteza se reconstituye “olvidamos” la experiencia; imposible acceder a ella desde el campo “visual” de la conciencia cotidiana.
- Chamán: ser extraordinario capaz de bucear a voluntad en el magma o que habita la frontera entre los dos mundos. También puede guiar a otros.
- Pseudo-chamán: Fanfarrón que pretende haber llegado muy profundo. Si le pidas una prueba te recordará tus límites para ver lo que está más allá de tus capacidades etc. Conozco uno que clasifica.
- Religión verdadera: conjunto de saberes y prácticas que intentan prepararte para ese uni-verso invisible donde todos los seres permanecen no agregados sino estrechamente religados.
- Filosofar: intento de construir un modelo de Todo utilizando exclusiva (y a veces empecinadamente) las rocas de la corteza. Unos aceptan demasiado rápido los límites del pensamiento y el lenguaje (primer Wittgenstein, positivistas lógicos); otros tratan de descender todo lo hondo posible sin renunciar a la inteligibilidad (existencialistas).
- Cielo o topus uranus: región más fría y alejada del centro, constituida de arquetipos y eidos platónicos. Dios y Satanás, en cuanto modelos perfectos de lo positivo y lo negativo, residen en esta gélida “ciudad”.
- Eido platónico: ente que ha completado el proceso de expulsar fuera de sí a su contrario. Son, pues, como el cristal perfecto: fascinantes inmaculados, incorruptibles y carentes de vida.
- Falsa religión: aquella que nos invita a tomar el cielo por referente.
¿Qué les ha parecido? ¿Creen que estoy como una cabra, que les he tomando el pelo, que les revelé un gran misterio o más bien intentarán asesinarme?
Como imagen me parece sugerente, siempre que no se cosifique.
Ñó, que triste y aburrido es el «más allá», si te ofrece este tipo de visiones. Me recuerdan esas sesiones espiritistas donde los supuestos fantasmas no tienen nada más importante que reportar que «quieren mucho» a los presentes, y hacen demandas a los efectos de que estos deben cuidar de un gato que dejaron atrás.
Quizá son los bien llamados enteogenos: generan y te hacen pensar todo a partir de entes.
«Permanentemente tendemos a razonar sobre los hombres como si se tratara de lunas, calculando sus masas, su gravitación. No es ésta una ilusión exclusiva de los eruditos: es especialmente tentadora para los políticos,» dice tu queridísmo amigo Lacan.
Dirás: «es solo una imágen, una metáfora. Fíjate que uso comillas cuando hablo de presión, lugar, etc. Al final también invito a no cosificar la imagen.» Verdad, pero esas imagenes y metáforas son pobres y estériles a más no poder, y cabe preguntarse por qué organizan lo que aquí planteas.
Al final, todo parece una geografización del viejo concepto del alma, ese núcleo divino que brilla en el interior de esa prisión fría que es el cuerpo. U otra versión de lo que diría un predicador New Age: debemos cavar a travez de nuestras inhibiciones al niño interior, etc, etc.
O, lo que es peor para ti, suena al temprano Freud, quien esquematizaba todo a partir de capas (inconciente, preconciente, conciente), haciendo de la psiquis una cebolla.
En otras palabras, esto no «repiensa» mucho, como pretendes con la «redefinición» de terminos. Más bien recicla el sentido común (quizá sea parte de tu preparación para el crash petrolero). Por lo que diría que sí, es sugestiva, en el sentido peyorativo de la palabra.
Un buen anti-enteogeno, la filosofía, la disolvedora de entes por excelencia, quizá te hubiese revelado un cuerpo ardiente, SIN núcleo, un cuerpo inmanejable, con zonas que han sido heladas por vía del pensamiento, justamente para que sea posible el pensamiento, entregandote el verdadero misterio de como algo que arde es capaz de autocongelarse, y vice-versa, pa empezar. Esto todavía es de un simplismo enorme, pero mucho menor al que se entrevé en las capitas, el nucleo ardiente, la frustración con ese sujeto al que se le supone un saber, el chamán, y otras cosas propias de la infancia intelectual…
Solo una caricatura de la filosofía hace lo que propones en tu definición, y es probablemente de la que te sirves a cierto nivel para barajar las cosas con esa imagen de «quedarse en la superficie». Un cliché filosófico que dice que «la superificie es lo más profundo» resulta más interesante que esa imagen que nos das, siempre alertandonos que es «solo una imagen»…
«Por su constitución pétrea y cosificante los conceptos son incapaces de captar la inestabilidad y fluidez que las subyace.» Otro enunciado simplista. Por su constitución petrea y limitada, los conceptos son los únicos capacitados de captar lo inefable. La petrea opacidad de los conceptos es lo que hace posible «intuir» el movimiento sub-tectonico del magma, para seguirte la corriente.
(Aquí demuestras que nunca has sido hegeliano de verdad. Te quedas siempre ante la imposibilidad de enunciar el misterio, de darle la consistencia de una piedra. Inconforme con eso, lo sumerges o alejas, y, aunque digas que no, le encuentras un lugar, o, por lo menos, no te esfuerzas por darle cobija bajo metaforas más productivas. Heidegger diria que eres un mal pastor. Dices que la razon se ve forzada a dar cuenta de un «más allá». Hegel se ve forzado a dar cuenta de un «no-acá», cosa bien distinta. El verdadero hegeliano incorpora esa imposibilidad a su sistema aceptando la cosificación como momento del proceso del Ser, sin por eso clausurar el sistema y transformarlo en una corteza)
Realmente creo que el «misticismo», como le dices a lo que la vagancia intelectual prefiere relegar al «más allá» a cambio de ciertos dividendos narcisistas, te está llevando a un Peak Creativity… y no se trata exactamente de un exceso de hurgar, drenar, vaciar, sino de pensar todo como una perforación hacia un dentro, el proceso de hurgar como tal. En este sentido, los Expedientes X pueden serte de ayuda: «The Truth is Out There», dicen, y así es: la verdad no se esconde, está «ahí afuera» siempre…
Creo que esto lleva una segunda parte
erasmo, para serte sincero, no entendí un coño. Pero no me haga mucho caso, tampoco entendí nada en Paradiso de Lezama Lima. Creo que no pase de la pagina 38, y mira, todo el mundo piensa que es un gran escritor. Saludos.
Asere, dime solo una cosa, ¿donde va ahi Machado Ventura?
Tranquilos que asi deliran los expertos energeticos cuando el barril baja de 50 USD. Ya se le pasara cuando vuelvan a subir, pero ¿cuando?
Ya liberaron a Maria?
Coincido con Tony,solo que no abrí el libro
Lo mismo me pasa con Carpentier.
Me pareció una apología semi confusa de la bondad de las drogas alucinógenas.
Era, ¿así es como piensas movilizar la conciencia de los vecinos de Alamar?
A mi , esa energia infinita se me multiplica cuando como frijoles colorados. (sobre todo , si son recalentados).
Tranquilo José luis, todos tenemos nuestras limitaciones.
Yo más perdía que Matías Pérez
Si especifican qué no entendieron podría intentar explicarles.
Pero Markus, ¡qué mala leche! ¿la tienes cuajada o qué? ¿se asemeja en algo el alma inmortal (tal como la concibe Platón, la religión cristiana o el sentido común) a eso que la imagen propone?
Estás hablando mucha bobería y con una carga bien desagradable; no me voy a tomar el trabajo de contestarte.
Erasmo: para tí el Ser, es sinónimo de consciencia y espíritu? y si me permites dos pregs más: siendo que todo es energía, ¿consideras que a más alta frecuencia vibratoria , se manifiesta mejor el Ser? no es la materia también energía? Gracias por tu artículo
es la simetría de la espingarda opuesta a su valor atómico o viceversa? Igualmente se diría que la concomitancia esférica de la marimba ultrasónica capitula cuando alcanza el acápite tramontino de la garduña. Como decía Freud.
Hola Isabela, gracias por tu comentario, constructivo y estimulante, como de costumbre.
Tus preguntas son difíciles, trataré de responder más por no quedarme callado y seguir conversando que por saber bien la respuesta.
Primera
“Para ti el Ser es sinónimo de consciencia y espíritu?
Digamos que la materia es ese agregado de elementos que han ganado tal consistencia y autonomía que pasan por auto-sustentables, por padres de sí mismos, por sub-stancia. Pero en verdad esa materia es, siguiendo a Hegel, inconsciencia. Inconsciencia de la Unidad que subyace y sostiene, inconsciencia del acto cognitivo (espíritu) que genera, que es causa de la materia.
Ahora bien, la conciencia lo es en cuanto de lo inconsciente. Por esa razón cuando la conciencia bien energizada lo ha devorado todo, lo ha convertido todo en ella misma, en Unidad pura y Espíritu pleno (en el núcleo del Ser, digamos) entonces, en ese colmo de ella misma, ya no queda ni conciencia ni Unidad ni Espíritu. ¿Comprendes la idea?
Segunda pregunta “¿consideras que a más alta frecuencia vibratoria , se manifiesta mejor el Ser?”
Eso de más alta frecuencia vibratoria no sé bien qué es. Lo que puedo decir de acuerdo a mis experiencias es lo siguiente: subiendo de un estado menos energético (el cotidiano) a uno más energético (el que se alcanza con enteógenos y otros métodos) comprendes mejor la ligazón de todas las cosas; o sea, logras percibir más claramente la Unidad que trasciende la Multiplicidad (como decía antes). O sea, dejas de ver los árboles para ver el bosque.
Si a eso llamas manifestarse mejor el Ser, entonces la respuesta es sí. Pero si por Ser entiendes Todo, realmente Todo, entonces la respuesta es no, porque al percibir la Unidad dejas de percibir la Multiplicidad, o sea los árboles. El juego epistemológico puede complicarse a medida que la “frecuencia vibratoria” aumenta pero en ningún caso puedes percibirlo Todo porque siempre quedará afuera el ojo que mira.
Tercera pregunta: “¿No es la materia también energía?”.
Para intentar descosificar la frase de tu pregunta diría que la materia es conciencia, siempre que por conciencia no entendamos una cosa, otro elemento de la corteza.
Los místicos suelen cosificar estas cuestiones, Isabela, pero yo prefiero epistemologizarlas. La energía, las vibraciones etc. no son más que cosas. Son conciencia cosificada, fosilizada, conciencia que es preciso “calentar” a golpe de pensamientos para que recupere su fluidez natural, para que vuelva a ser verdadera conciencia.
¿Entendiste algo? Sin pena tira pa’ acá lo que se te ocurra.
Ahora tengo un poco más ánimo para contestar a tu desagradable comentario, en la medida de mis modestas posibilidades.
En primer lugar gracias por participar, me alegra que, aunque mal, alguien haya comprendido algo y se interese por lo que propone la imagen. Algunas de tus críticas me ponen a pensar, aunque no en tu misma dirección pero el grueso de los tópicos que presentas son incomprensibles para mí. Por ejemplo la siguiente oración: “Quizá son los bien llamados enteogenos: generan y te hacen pensar todo a partir de entes.” ¿Qué rayos es eso? Como esa hay muchas.
Sobre la “imagen”, decirte que ni yo mismo estoy conforme con ella. Cuando la comparo con mis propias experiencias “místicas” comprendo que solo muy indirectamente las refleja. Cuando la miro desde la filosofía estoy igual de desconforme, tanto o más que tú. La imagen es, precisamente, un intento de mediar entre esos dos universos cognitivos de los que he participado. Su mérito o demérito debe valorarse en cuanto al cumplimiento de esa, la función que se ha propuesto.
Quisiera conversar más profundamente algunos aspectos, explicarte, por ejemplo, la diferencia que yo noto entre esta imagen y el modelo del Freud acerca del consciente, el inconsciente etc., el cuál, como ya bien sabes, encuentro terrible por su inocencia epistemológica.
Pero no conversaré más nada contigo hasta que no te note en otra cuerda más comunicativa, yo espero de ti algo mejor que «qué mierda aburrida eso que tiraste en pleno declive de tu creatividad»
Veo que has aprendido mucho, has comprendido mis lecciones :-)
Sigue con ese ritmo y no te preocupes tanto por tus límites ni porque otro (o sea yo) haya llegado más lejos. Si hubiera sabido que lo ibas a tomar de manera tan competitiva no te hubiera dicho nada.
Prueba con frijoles fermentados, te llevarán lejos.
Es una de las piedras más rígidas. Si la ves venir, apártate.
Pero Lezama Lima está muerto y yo estoy aquí para escuchar tus dudas y explicarte la esencia del Ser.
Tú eres el que lleva una segunda parte, que la primera tiene las entendederas hechas talco.
Así mismo, Isidro, salvo a los que tienen la corteza muy dura. Esos, que se queden frente al televisor, viendo la telenovela y la serie nacional de beisbol.
Hola Erasmo, muchas gracias por tu respuesta y perdón por la demora en la mía. Tenemos visiones algo diferentes: yo concuerdo en que a materia y energía son en definitva lo mismo, a niveles vibratorios diferentes; difiero en la segunda respuesta, pues a mi humilde entender, cuando se manifiesta la Unidad se está manifestando un elevado estado de consciencia, cosa por demás imposible (no quizás desde la física o metafísica) sí desde lo filosófico. Somos polares y vivimos en un sistema polar, con lo cual la Unidad (al menos para mi) es inalcanzable. Me doy cuenta que quizás hablemos de lo mismo, pero cada uno con su approach…De nuevo, muchas gracias! :)
Entonces estás muy bien, esa es la idea.
Usted sí lo ha comprendido, hermano.