La causa no mencionada de la guerra siria
In my view, oil and gas resource limits are major contributors to the conflict in Syria. -Gail Tverberg
Erasmo Calzadilla
HAVANA TIMES — La guerra civil siria cumple en marzo su cuarto aniversario; desgraciadamente no parece ser el último. Cientos de miles de muertos, más de dos millones de refugiados, cincuenta mil desaparecidos, infraestructura económica arrasada e incremento del odio religioso es el saldo evidente de este conflicto sangriento.
Sobre sus causas se ha escrito mucho pero hay un hecho que los analistas suelen pasar por alto: en Siria la producción de petróleo rebasó el cenit desde 1996 y declina irremediablemente.
La producción de crudo en Siria desciende a paso seguro no porque un grupo de políticos haya metido los cascos en las empresas del sector (como muchos creen que ocurre en Venezuela); es el subsuelo, que no puede dar más de lo que tiene.
Si desde 1996 los políticos, los expertos, la sociedad civil y la gente común hubieran comprendido la gravedad e irreversibilidad del problema, y actuado en consecuencia, la catástrofe actual podría haberse evitado. Pero no, la fiesta siguió más animada que nunca. La población y el consumo de combustibles se incrementaron, y Bashar Al Asad (en el poder desde el 2000) abrió las puertas al capitalismo.
Entre la producción que caía y el consumo nacional que no paraba de crecer, hacia el 2010 ya apenas quedaba petróleo para exportar. Viéndose en aprietos el gobierno dejó de subsidiar la gasolina y se dispararon los precios de los alimentos; un año después estallaba la crisis política.
Los grandes medios occidentales achacaron las revueltas de la Primavera Árabe al auge de la conciencia democrática y civil, alcanzada gracias a la Web 2.0, los teléfonos portátiles y las Redes Sociales; la realidad dista bastante de esa caricatura.
Libia, Yemen y Egipto echaron al viejo déspota pero ni así han logrado estabilizar su situación. Por esta vez no se trata de dinosaurios que entorpecen el desarrollo y la libertad sino de energía: esos países que un día fueron exportadores ya no cuentan con la necesaria para mantener un sistema social diseñado en tiempos de abundancia petrolera. Si el nuevo equilibrio no se alcanza por las buenas los jinetes del apocalipsis lo harán a su manera.
Aterricemos en Cuba. La producción de crudo venezolano y la del patio declinan sin remedio. El consumo energético nacional (estable hasta el momento) se desplomará de un momento a otro hundiendo a la isla en una crisis de consecuencias impredecibles.
Ni las renovables, ni los inversionistas ni los turistas norteamericanos nos van a sacar las castañas del fuego. La única manera de evitar el crash y los peores escenarios es reduciendo drásticamente el consumo y apostando a la independencia energética y alimentaria. ¿Tendremos la madurez necesaria para comprender lo que está sucediendo y organizar una respuesta efectiva?
Nota: Para este trabajo me apoyé fundamentalmente en un post publicado por Gail Tverberg en 2013 “Oil and Gas Limits Underlie Syria’s Conflict”. Tverberg es experta consultora en temas energéticos, miembro de la Asociación para el Estudio del Pico del Petróleo (ASPO) y autora del blog Our Finite World.
Bashar Al Asad abrió las puertas al capitalismo, es decir, fue más allá que su difunto padre promoviendo las privatizaciones y enfocando el país hacia el mercado mundial. Estos procesos tuvieron el efecto de dinamizar la economía justo cuando debía comenzar a frenar.
En una situación parecida se encuentra Raúl Castro y su grupo de asesores; muy enfocados en crecer lo más posible mediante el establecimiento de vínculos estrechos con la economía mundial; justo a las puertas del declive energético nacional y mundial.
Hombre, Erasmo, sería milagroso que Siria mantuviese la producción en medio de una guerra civil terrible. Lo mismo se puede decir de Yemen y hasta casi de Egipto.
Tengo que añadir que la caída de producción en Venezuela es consecuencia de que tienen un gobierno que si gobernase en Colombia haría que Colombia terminase importando cocaína.
De hecho, como Venezuela siga con Maduro terminará importando petróleo.
Hombre, Gabriel, fíjese en las fechas y lea con detalle el texto. La producción de esos países comenzó a declinar desde los años 90, principios del 2000 en el caso de Yemen. No había guerra entonces ni bloqueo norteamericano.
En el caso de Siria, el año en que producción y consumo de petróleo iban a tocarse estalla la crisis del 2011.
Respecto a Venezuela, ya importa petróleo ligero desde Argelia para mejorar el extrapesado.
No niego que haya problemas políticos afectando la producción de petróleo en Venezuela, sucede siempre que alguien quiere echar a las empresas que rapiñan los recursos nacionales y NO SOLO por la incapacidad del sistema, como quieres hacer ver tú. Además de eso está el declive natural de sus pozos.
Hombre, échale un vistazo a la producción petrolera del resto de los países latinoamericanos para que veas que también declina, poco más lento o más rápido pero declinan.
Espero que la próxima ves que comentes hayas leído todo el texto y visto con detalle todas las gráficas.
Hombre Erasmo, ni con precios de 40 USD entras en razón con la hipótesis del declive energético. Ahora los conflictos políticos de los países productores responden a la misma causa. Me imagino que la violencia por el extremismo islámico de Nigeriano y el narcotráfico en México es por el declive también.
En Cuba los cubanos deseamos vivir en democracia desde que comenzó el declive con el golpe de estado de Batista en 1952 y se acresento con el siguiente dado por Fidel Castro en el 1959.
Alguien debería crear una caricatura sobre disitontos.
Ya existe. Mira tu foto de presentación