Entrenando la memoria y evitando el pensamiento

Erasmo Calzadilla

Estudiantes universitarios de Cuba.

Como profesor contratado de la Universidad de la Habana que soy, frecuentemente participo en claustros con mis colegas.  De común topo en ellos con gente bien preparada y además personas convencidas de que el magisterio es algo hermoso y grande que no se restringe a transmitir información o “inculcar valores.”

Pero algo de frustración percibo de vez en cuando en esos magníficos profes y de momento me siento acompañado, no soy el único incómodo.  Uno de los motivos del malestar es el nivel con que llegan los alumnos a la educación superior: cada año peor preparados que el anterior.

Con tales estudiantes se hace muy difícil (aunque no imposible) desarrollar una clase, mal acostumbrados como están a que se les dicte el contenido.  Y cuidado con motivar a un aula así a la reflexión porque pasa como cuando quitas una válvula a una caldera que está al estallar… tienes que estar preparado a salir por la prensa.

Pero otra razón del malestar proviene de un lugar bien diferente, es decir de arriba.  Me explico: tal parece como si los grandes jefes que elaboran los programas y preparan los exámenes estuvieran en sintonía con los mencionados estudiantes.

Ellos suelen confeccionar pruebas donde la habilidad a demostrar es la memoria, y programas que parecen orientados a desarrollar cualquier cosa menos el pensamiento (esto es una tendencia que yo he notado, no todos son así por supuesto).

Nada de esto, claro está, es casual.  Existe, desde mi punto de vista, una estrecha relación entre el desplome de la calidad de la educación y el autoritarismo.

Mientras que los grandes rectores de la enseñanza sean puestos en sus cargos desde arriba y no seleccionados por el colectivo de profesores y alumnos, como exigía la reforma universitaria; mientras que los maestros y estudiantes no puedan evaluar el trabajo de sus jefes y profesores, entonces los jerarcas se achantarán o se activarán solo para quedar bien con quien los eligió. Pasa con todo, y pasa también en la educación.

El predominio del método memorístico tampoco parece quedarse sin causas. La memorización es magnífica para engendrar individuos dependientes que no llegan nunca a ser ciudadanos conscientes y autodeterminados.

Queriéndolo o no, eso es lo que termina gestando el sistema de ordeno y mando aplicado a las escuelas, y este resultado es, al mismo tiempo, el más conveniente para seguir reproduciendo la dinámica verticalista.

Pero ¿Quién tiene más culpa en todo esto? ¿Los que quieren para sí todo el control o los que se lo cedemos amablemente?

Erasmo Calzadilla

Erasmo Calzadilla: Qué difícil me resulta introducirme en público; lo he intentado muchas veces pero no me sale. Soy más menos lo que aparento en mis post, añada algunas cualidades impresentables y revuelva; con eso debería bastar para un primer acercamiento. Si quiere profundizar un poco más pídame una cita y espere respuesta.

Erasmo Calzadilla has 366 posts and counting. See all posts by Erasmo Calzadilla

One thought on “Entrenando la memoria y evitando el pensamiento

  • qué vuelta camarada.
    ¿entonces que hacemos, le imponemos a la gente un programa educacional en vez de otro? yo entre una imposición y otra no veo absolutamente ninguna diferencia, incluso siendo antagonistas dentro de cada una de ellas, porque por fuera, serán lo mismo, imposiciones,. si vamos a hablar de hacer un programa de verdad orientado a que la gente aprenda, no puede ser sobre las bases monarquicas que existen hoy, donde un consejo se reune y decide cual será la forma de enseñar. tiene que ser completamente diferente a eso. debería incluir al alumnado el determinar el programa, pero, entre curso y curso tendríamos que reformar el sistema. en fin, o tenemos un mundo injusto y que funcione o humano y que estemos en las cavernas filosofando, me quedo con el segundo. yo no veo muchas más otras opciones, si alguien tiene alguna que me la haga llegar.
    Bueno tabarich me doy la pierna. un quiero grande.

Comentarios cerrados.