En el vientre

Erasmo Calzadilla

Foto: Caridad

Vuelvo sobre este recurrente tema que no me abandona, el de los vueles, los enteógenos, la conciencia acrecentada etc.

Durante los primeros años de haber descubierto ese universo maravilloso solo consumía (como ahora) pequeñas dosis. Lo hacía para agilizar la mente, desembotar los sentidos y divertirme, pero un día un conocido con cierta experiencia en el asunto me contó de un mundo increible cuyas puertas solo se abrían con un fuerte golpe de des-alucinógenos*.

Temerario y curioso como era, partí con mi novia de entonces hacía espléndidos parajes pinareños, y al pie de un exuberante mogote engullimos todo lo que encontramos, que no era poco. Entonces sucedió: cruzamos.

Y qué encontré del otro lado: Mucho de inefable, pero no todo resistente a ser contado. Algo que pude rescatar, por lo intenso y real, entre tanta experiencia inenarrable: la sensación de haber quebrado una especie de cáscara y haber nacido.

La sensación de renacer es parecida a la de despertar, en el sentido de que cuando lo consigues tienes plena certeza de que esa es la realidad, y lo de antes era acaso imaginería o una percepción confusa de lo que en verdad existe.

Tal mundo al que nací no era precisamente el universo metafísico de perfectos eidos platónicos, sino más bien una vuelta al reino animal, una vuelta a lo inmediato, pero a una inmediatez plena de sapiencia.

Hoy al cabo de los años interpreto este y otros cruces posteriores de dos maneras diferentes:
O bien aquello fue solo el resultado de mi alteración perceptiva y cognitiva; o bien el renacer fue cierto, pero al disolverse el poder de la sustancia consumida volvió a cristalizar sobre mí la corteza que me protege e incuba.

Tal vez ambas interpretaciones no estén reñidas; y tal vez un día podamos todos renacer.

*Advertencia: los des-alucinógenos, (conocidos como alucinógenos por la gran mayoría), son un tipo especial de sustancias psicoactivas relativamente inocuas para el organismo. No obstante altas dosis pueden provocar daños físicos y hasta la muerte directa o indirectamente, y más probablemente trastornos mentales irreversibles. También pueden haber perjuicios (que pueden llegar a ser graves) sobre las personas cercanas al que consume. Por ello desaconsejo su consumo irresponsable y en dosis elevada. También desaconsejo totalmente su consumo en menores de edad.

Erasmo Calzadilla

Erasmo Calzadilla: Qué difícil me resulta introducirme en público; lo he intentado muchas veces pero no me sale. Soy más menos lo que aparento en mis post, añada algunas cualidades impresentables y revuelva; con eso debería bastar para un primer acercamiento. Si quiere profundizar un poco más pídame una cita y espere respuesta.

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One thought on “En el vientre

  • Acere me has maravillado con este escrito compadre. Esta es como la décima vez que intento construir el comentario porque todas las veces siento que no logro transmitirte la importancia de lo que acabas de hacer. Si tuviera que comparar todos los libros de filosofía que me he leído con este escrito tuyo se quedarían pobres. Lo malo, acere, es que casi nadie sabrá lo que acabas de hacer.

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