El Tipnis se salvó… por el momento

Erasmo Calzadilla

La marcha de los indigenas del Tipnis. Foto: fmbolivia.tv

Ahora que tengo computadora y algunas veces hasta algún ratico salteado de conexión prestada, aprovecho cada acontecimiento político resonante para aprender sobre lugares y tópicos calientes de este mundo revuelto. En estos días tengo los ojos puestos sobre ese pedazo de Amazonía boliviana, el TIPNIS, amenazado de muerte por una carretera. Quiero compartir cosas interesantes que he leído y algunas vivencias personales.

Una vueltecita por Cuba

Todos los años doy una vueltecita por los montes de mi país y conozco bien la tremenda diferencia que hace una sencilla carretera. Lo pude constatar por primera vez en la región montañosa del Escambray, en el centro del país, y lo he sentido también en las zonas más concurridas de la Sierra Maestra.

Una carretera va secando el espíritu de cada región intrincada que atraviesa. No se trata de una cuestión folklórica, la estructura social de los lugareños y su cosmovisión va resquebrajándose con cada metro de asfalto echado; eso sin contar los destrozos directos e indirectos sobre el medio ambiente.

No soy ni conservacionista radical ni romántico del espíritu de la montaña, pero cuando el cuerpo mitológico de los nativos muere es muy difícil detener la explotación comercial. Lo he visto con mis propios ojos en muchos lugares de este país, que hasta los vecinos se vuelven depredadores irresponsables de su propio entorno.

Girando pa’ Bolivia

Sin haber profundizado demasiado en lo que estaba sucediendo, la llegada de Evo Morales al poder en 2006 me entusiasmó tremendamente. Era tanta mi esperanza y alegría que resistió la dura prueba de ver la simpatía que derrochaba el líder cocalero por Fidel Castro “el gran abuelo y maestro de todos nosotros” (no es una cita textual). Sin embargo a raíz de todo el asunto del TIPNIS he conocido un montón de cosas que no me han gustado ni un poquito.

Parece que Evo aunque se pinta de indigenista, dice adorar la pachamama y se desgarra las vestiduras contra el imperialismo, a la hora del cuajo continúa apegado al modelo desarrollista que él y el movimiento que encabeza combatieron en algún momento (1).

Una carretera como la planeada y defendida por el gobierno conseguirá la integración, cierto, pero de los grandes estados y empresas transnacionales: las madereras, las petroleras y mineras, las productoras de soya y de coca (ambas destinadas a la exportación y no al consumo). En cambio des-integrará las relaciones inter e intra comunitaria provocando crisis social y genocidio cultural.

Sabido es que cada vía construida en la selva abre las puertas a toda una gama de espoliadores irresponsables, desde cazadores furtivos, pasando por colonos cocaleros hasta las grandes empresas internacionales, o suramericanas por no ir tan lejos. El presidente niega que algo así sucederá esta vez pero ¿quién lo garantiza en el futuro? (2)

Todo ello es sumamente peligroso también desde el punto de vista ambiental porque el TIPNIS, una de las zonas más biodiversas del planeta, es el nicho de muchísimas especies amenazadas  y/o endémicas, y sus extensos bosques naturales son bioreguladores a nivel planetario.

Las noticias se han concentrado en el TIPNIS y parecería que allí está focalizado el problema pero ¿qué significan las 350 hectáreas que arrasaría la carretera con las 300 mil de selva amazónica que cada año son destruidas solo en esa nación (3)? El problema es más grave y sistémico de lo que luce en el show mediático.

Descargárselas todas a Evo y su movimiento sería además de simplón, muy injusto. Habría que analizar la dinámica en que se montan estos nuevos gobiernos “progresistas” de América para comprender por qué, aunque (al parecer) lo intentan, no logran romper con el colonialismo. Se sabe que detrás están los compromisos económicos, pero ¿¡cómo llegan a establecerse tales compromisos!? ¿Avaricia? ¿Ignorancia? ¿Presiones económicas ineludibles? Ningún artículo de los que leí intentó un análisis en ese sentido.

La posición oficial de Cuba ante el problema

Como era de esperar la prensa oficial cubana dio por cierta y replicó las palabras iniciales de Evo Morales, que culpaban a la USAID, a la oposición y al gobierno de los EE.UU.

Mientras la opinión pública internacional se levantaba ante la obtusa posición del gobernante, en la Universidad de la Habana se le honraba a Evo con el Honoris Causa en Ciencias Políticas, acto que la prensa cubrió solemnemente.

Durante su estancia en Cuba no hubo quien le hiciera ante las cámaras una humilde pregunta sobre el peliagudo tema. Tampoco ha habido expresiones de solidaridad con los nativos del TIPNIS, siquiera cuando la policía reprimió violentamente la marcha pacífica hacia la capital.

Luego, de la noche a la mañana, el presidente Morales suspendió la construcción de la carretera y manifestó su desaprobación por los hechos violentos. ¿Qué hizo entonces la prensa cubana, vocera de la oficialidad? Meterse la lengua donde mejor le cupo.

Mañana se acabará el show del TIPNIS pero seguirá el continuo y no tan espectacular atentado diario contra las comunidades indígenas, contra la selva y contra la justicia y la vida en general. Sería muy bueno aprovechar la energía y la concentración de miradas para asestar un duro golpe a todos los implicados en la deforestación. Es oportuno el momento también para meditar hasta qué punto somos co-responsables de la deforestación y otros problemas ambientales que asolan al planeta.

Notas:

1- El combate no fue solo verbal. En la nueva constitución boliviana promovida por Evo y su movimiento quedó legitimado el concepto de Buen Vivir, proveniente del imaginario y la praxis indígena, sustituyendo al Desarrollo Sostenible.

2- Gisella Mussini, una de las investigadoras que representó a Brasil en la última Conferencia del Clima en Buenos Aires, afirma que el 75 por ciento de las áreas de selva devastadas se localizan junto a carreteras. La célebre transamazónica construida en 1971 se convirtió en la plataforma perfecta para los buldóceres, que ya han arrasado el 17,5 por ciento de la amazonia, según el Fondo Mundial de la Naturaleza.

3- El dato de las 300 mil hectáreas deforestadas cada año en Bolivia fue aportado al parecer por el canciller de ese país David Choque Huanca.

Erasmo Calzadilla

Erasmo Calzadilla: Qué difícil me resulta introducirme en público; lo he intentado muchas veces pero no me sale. Soy más menos lo que aparento en mis post, añada algunas cualidades impresentables y revuelva; con eso debería bastar para un primer acercamiento. Si quiere profundizar un poco más pídame una cita y espere respuesta.

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4 thoughts on “El Tipnis se salvó… por el momento

  • Sigo considerando que ese proteínico bloque de desarrollados países “bolivarianos” se sigue quedando sólo un pasito, tan sólo un pasito atrás del conjunto de países escandinavos… pero ahi van: viento en popa hacia el desarrollo, caminito al primer mundo, carajo!

  • y eso es malo o bueno , ramiro?

  • ¡pero por supuesto que eso es tan bueno como malo!… y viceversa.

  • jajajajajajaajajj. pero dime esto: ¿malo y bueno respecto de las mismas cosas al mismo tiempo?

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