¿Quién escribió estas palabras? La respuesta

Erasmo Calzadilla

El autor de las provocativas palabras en contra de la dictadura pedagógica y el elitismo en el deporte   es nada más y nada menos que Muammar al-Gaddafi; y las tomé del sacrosanto Libro Verde.

Sí, no se asombre, el Gaddafi de los comienzos era, o decía ser, un ferviente promotor de la descentralización, y de la democracia directa y participativa.  Los partidos políticos y los parlamentos no eran para él sino proyectos truncados de democracia en función de élites ambiciosas.

Más de un intelectual de izquierda se emocionó con los amagos del Coronel; hoy ya sabemos a donde fue a parar todo aquello.

El Libro Verde fue convertido en Constitución y llegó a enseñarse de manera obligatoria en todos los centros de estudio. Hoy en las ciudades “liberadas” enormes columnas de humo verde ascienden al cielo: son las piras que hace la gente harta del libro y todo lo que simbiliza, mientras del otro lado, en las ciudades “leales” al “líder” (así lo llama la prensa cubana), son rojas las columnas de humo que levantan las bombas de la OTAN.

Debemos aprender de esta lección que nos dio la historia. Voy a sacar mi agenda y anotar para que no se me olvide más nunca:

1. No se puede valorar a un régimen por lo que él diga de sí mismo.

2. La democracia directa puede ser la máscara o el puente fácil hacia una dictadura tan o más terrible que la de los partidos y los parlamentos. Sospechemos especialmente cuando son promovidas por líderes carismáticos en algún rincón del tercer mundo.

3. La concentración del poder en los combatientes históricos conduce por una amplia y espaciada avenida hacia otras variantes de dictaduras menos comprometidas con los intereses populares, y/o a una agresión extranjera de vecinos ambiciosos.

Son lecciones muy básicas pero creo que no están demás. Ahora solo nos queda olvidarlas y volver a meter la pata.