¡Haroldo nos lee!

Erasmo Calzadilla

De todas las personas que escriben hoy sobre Cuba, uno de los que más admiro y sigo es a Haroldo Dilla.  No conozco ninguno (no quiere decir que no exista) que trate nuestra realidad política con más sagacidad y profundidad.  Además sabe hacerlo desde el compromiso y con un lenguaje chispeante y ameno; accesible a muchos.

Normalmente leo más de una vez los artículos de este luchador, para exprimirlos y captar bien su mensaje, pero en especial a uno titulado Aburrimiento Postrevolucionario, lo he repasado de arriba a abajo y de abajo arriba más que de costumbre ¿por qué? Porque Dilla nos menciona.

El asunto de este era la diferencia entre la nueva generación de cibervoces cubanas con las de su generación (que no eran ciber todavía).  Aprecia él que somos más intimistas; y ellos más trascendentalistas y dicotómicos.

Cree además que “Es una manera de cómo el verdadero ‘hombre nuevo’ de la revolución —agnóstico, instruido, hedonista— pasa la cuenta a su disfraz de estoicismo plebeyo guevarista.” Tiende a vernos como “escollos a ser superados por la ‘historia’“; y se alegra de que existamos etc.

No concuerdo con todo (sigue siendo dicotómico) pero me alegra mucho que Dilla nos lea.  Quisiera aprovechar para decirle que desde adentro muchos los seguimos letra a letra.  El trascendentalismo no está tan mal, sobre todo cuando sabe compensarse como él lo hace.  Muchos somos inmanentistas porque no nos queda de otra.

De mí en particular Haroldo expresa “Un desprejuiciado columnista de HT (bien se ve que no me conoce) carga en defensa de una bloguera ‘oposicionista’, no por alguna razón atinente al derecho universal a la libre expresión, sino con la misma lógica mundana como defendería a un vecino en Diez de Octubre.” Dilla usa lo anterior para apoyar su diagnóstico de que Cuba vive el Síndrome del Aburrimiento Postrevolucionario.

No sé los mundanos habitantes del municipio Diez de Octubre pero al menos yo, aunque Test de Dictaduras lo escribí de un tirón y berrea’o (Paul: irritado, molesto), para “cargar en favor” de Yoani sí me apoyé implícitamente en sentimientos-argumentos-valores de inspiración universal (justicia, razón, derecho inalienable de las personas a ser respetadas, no difamadas etc.).

Los premios de la bloguera “opositora” y su acercamiento a los MASS MEDIA y políticos que representan al “norte revuelto y brutal” (expresión de José Martí para referirse a los EE.UU.) no prueban que sea una mercenaria, al menos desde mi punto de vista.   Pero este acercamiento debe venir de maravilla a los que intentan demonizar la disidencia.