Un Primero de Mayo de apoyo a la Revolución

Elio Delgado Legón

HAVANA TIMES – Si no bastara el 86,85 por ciento de los votos con que fue refrendada por el pueblo cubano la nueva Constitución socialista, el pasado 24 de febrero, para enviar a los enemigos de Cuba un mensaje claro de cuál es el deseo de los cubanos, este Primero de Mayo, con millones de trabajadores y sus familiares desfilando en todas las plazas y calles del país, reafirmó el apoyo abrumador a la Revolución y a sus dirigentes.

El acto principal, como siempre, se efectuó en la capital del país, donde la Plaza de la Revolución José Martí sirvió nuevamente de escenario para el desfile, que como cada año en Cuba, celebra la fecha como una verdadera fiesta de los trabajadores.

Luego de escuchar una grabación del Concepto de Revolución en la voz del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, justo a las siete de la mañana, comenzó el desfile encabezado por los trabajadores de la Salud y del conjunto de empresas dedicadas a la investigación, producción y comercialización de productos médicos, conocida con el nombre de BioCubaFarma, que tiene en sus nóminas a 20 mil trabajadores.

En la presidencia, saludando a los trabajadores y sus familiares que desfilaban, se encontraban el General de Ejército Raúl Castro Ruz, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; Miguel Díaz-Canel Bermúdez, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, y otros dirigentes de alto nivel del Partido y del Gobierno.

Participaron junto a los cubanos, en este acto, más de mil 400 representantes de 87 países, que como cada año vienen a Cuba a disfrutar del Primero de Mayo y, según manifestaron algunos entrevistados, a cargar las pilas y llenarse de optimismo en cuanto al papel de la clase obrera en las luchas de sus países contra la explotación capitalista.

Entre los invitados en la presidencia se encontraba Ivan Melnikov, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Rusia, quien viajó a La Habana para entregar a Raúl Castro el Premio Lenin, otorgado por la presidencia de su Partido al dirigente cubano “por su destacada contribución a la divulgación de los ideales del socialismo”. También estaba Michael Mzwandile Makwayiba, presidente de la Federación Sindical Mundial.

Con el lema de Unidad, Compromiso y Victoria, los trabajadores cubanos desfilaron, no para pedir reivindicaciones, sino para reafirmar su compromiso con la Revolución Socialista y rechazar enérgicamente las nuevas agresiones del imperialismo estadounidense, al disponer la aplicación del Título III de la Ley Helms-Burton, un engendro jurídico que viola el Derecho Internacional y la Carta de la ONU.

Los trabajadores cubanos sí pidieron, pero no al Gobierno de la Isla, sino al de Estados Unidos, que nos quiten el bloqueo genocida que trata de asfixiarnos y nos dejen trabajar en paz y que nos devuelvan el territorio ilegalmente ocupado en la bahía de Guantánamo por una base naval, contra la voluntad de nuestro pueblo.

Enarbolando las banderas de la Revolución y el socialismo y en apoyo a los acuerdos del recién celebrado XXI Congreso de la CTC, desfilaron trabajadores de todos los sindicatos y también representaciones de todos los municipios de la capital, quienes además de lo anteriormente señalado, mostraron pancartas de apoyo a los legítimos gobiernos de Venezuela y Nicaragua, agredidos desde el exterior, con la complicidad de las oposiciones de derecha que no se resignan a haber perdido en buena lid, en elecciones democráticas en las que ambos presidentes: Nicolás Maduro Moros y Daniel Ortega Saavedra ganaron con más del 70 por ciento de los votos.

Cerró el desfile un bloque de la juventud encabezado por una representación de las escuelas superiores de formación de atletas de alto rendimiento Giraldo Córdova Cardín y Cerro Pelado. Combatividad y alegría caracterizaron este bloque, integrado por 50 mil estudiantes universitarios y del nivel medio superior de enseñanza, jóvenes trabajadores y combatientes, lo que da al mundo la medida de cuan grande es el clamor de la juventud cubana por el cese del bloqueo genocida, su repudio a la escalada agresiva emprendida por el Gobierno de Donald Trump, y un mensaje que deja claro que las nuevas generaciones son la continuidad de la Revolución socialista.

Más de 700 banderas cubanas, de la UJC y los movimientos y organizaciones estudiantiles y juveniles coronaron el paso del vistoso bloque juvenil, digno final para un desfile de los trabajadores en su principal día de fiesta proletaria.