Mis nostalgias de Santa Clara

Elio Delgado Legón

Glorieta del parque Leoncio Vidal de Santa Clara.
Glorieta del parque Leoncio Vidal de Santa Clara. Foto: Elio Delgado Valdés

HAVANA TIMES —La ciudad de Santa Clara, en el centro de Cuba, cumplió el pasado 15 de julio 327 años de fundada. Primeramente fue la capital de la provincia de Las Villas, y actualmente de la provincia de Villa Clara.

Mi primer contacto con esa bella ciudad no puedo recordarlo, pues fue mi nacimiento en el hospital de maternidad, pero el segundo, 13 años después, lo recuerdo nítidamente, pues mis padres me llevaron a los funerales de mi abuelo materno.

Desde entonces, mi contacto con la ciudad de Santa Clara fue frecuente y guardo de ello numerosos recuerdos: algunos alegres, otros tristes, lo que me hace sentir todo tipo de nostalgias cuando pienso en mi relación con la ciudad de Marta Abreu.

Recuerdo con nostalgia el día que me presenté a prueba de ingreso a la Escuela Profesional de Comercio, que tenía su sede en un viejo caserón de madera cerca de la estación del ferrocarril; mi decepción cuando al ver el resultado de dichos exámenes, encontré mi nombre y al lado una frase que me impactó: aprobado sin plaza. La escuela solo tenía autorizadas 30 plazas y había 35 exámenes aprobados. Por suerte, alguien hizo gestiones y aprobaron la entrada de las cinco plazas que habían quedado fuera. Ese fue un día feliz.

Siento una especial nostalgia por los atardeceres en el parque Leoncio Vidal, el principal de la ciudad, horas en que acudían a los árboles del parque, miles o quizás cientos de miles de pájaros que venían a dormir y formaban una algarabía que lo inundaba todo y se le metía a uno hasta por los poros.

Asistí a algunas retretas en la glorieta del parque, amenizadas por la banda municipal, y los santaclareños daban vueltas alrededor, haciendo un círculo dividido en dos: por la parte de adentro, más cerca de la orquesta, paseaban los blancos, y por la parte de afuera, los negros y mestizos. Era una de las manifestaciones visibles de la discriminación racial imperante en esa época.

Antigua audiencia provincial, donde celebraba los juicios el tribunal de urgencias. Foto: Elio Delgado Valdés
Antigua audiencia provincial, donde celebraba los juicios el tribunal de urgencias. Foto: Elio Delgado Valdés

Momentos de tensión y de angustia que no se pueden olvidar los viví allí las veces que la policía me llevó preso para el vivac, en espera de que el Tribunal de urgencia celebrara mi juicio. En una de esas ocasiones me tuvieron una semana en la cárcel provincial.

He dejado para el final uno de los momentos más tristes de mi vida, que también lo viví en Santa Clara. Mi hijo tenía unos dos meses de edad cuando enfermó gravemente de una infección intestinal que derivó en una meningitis aguda. No he podido olvidar el momento en que el médico, sentado frente a la cuna donde yacía mi pequeño inconsciente, me dijo que no me podía asegurar que llegara al día siguiente.

Salí del cuarto con una carga de tristeza que me aplastaba y me senté en la escalera a llorar. Era lo único que podía hacer en ese momento. No sé cuánto tiempo estuve allí, pero cuando regresé al cuarto, el médico permanecía junto a mi hijo dándole cucharaditas de agua y medicamentos, y así permaneció toda la noche, hasta el amanecer, cuando vio que tenía una reacción positiva se fue a descansar, pero me dejó el número de su teléfono para que lo llamara en caso de necesidad.

No puedo recordar el nombre de aquel médico que salvó a mi hijo, porque han pasado 54 años, pero sirva este trabajo de homenaje a él y a todos los médicos cubanos que consagran su vida a salvar otras, en Cuba y en numerosos países de todos los continentes.

Elio Delgado Legon

Elio Delgado Legón: Soy un cubano que ha vivido ya 80 años, que conoce bien la etapa anterior a la Revolución porque la sufrió en carne propia y en la ajena y a quien le duele que se escriban tantas calumnias sobre un gobierno que lucha a brazo partido para darnos una vida mejor, y si no lo ha podido hacer a plenitud es por tantos obstáculos que se le han puesto en el camino.

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4 thoughts on “Mis nostalgias de Santa Clara

  • Elio, deja el cuento con esta composición de cuarto grado para hacerte el sentimental. Lo bueno es que siempre metes la pata cuando quieres comparar la época “antes y después de”.

    “Antes”, andaba todo el mundo suelto dándole la vuelta a la glorieta..

    “Ahora”, El pueblo entero tuvo que oír a los Rolling Stones a una cuadra de distancia, los únicos que pudieron estar cerca fueron la realeza castrista, y en el desfile de Chanel cercaron el evento con rejas para que ningún cubano contaminara el ambiente, Sólo te cito esos dos ejemplos porque son los más recientes, porque según las historias, tú roboilusion tiene décadas discriminando al cubano, no por negro, ni por blanco, ni por mestizo, sino sólo por ser cubano.

    Con la historia del hospital, para eso los doctores consagran sus vidas, para salvar otras, no como hacen ahora, que los tienes que sobornar para que te atiendan mejor, o los que se van a otros continentes sólo por el interés de ganar un poco más, que ninguno lo hace por altruismo.

  • tan pobre,en los anos 50 nacio en maternidad,montaba en guagua,entro en la escuela de comercio ….de que se queja ??Los de clase mas alta vivirian mejor,no ?? Y….Batista paseaba por la parte de afuera o de adentro ???

  • o sease los villaclarenos parrandeaban en el parque, habia orquestas tocando y la gente se divertia, llego la gente de este senor disparando tiros en todas direcciones le han estado jodiendo y amargando la vida a los cubanos desde 1959 y todavia hay que aguantar a este senor sus cuentos para infantes.

  • Elio,Elio das pena,con lo viejo que estás haciéndote el nostálgico,por lo que has escrito anteriormente tu no crees en nadie.

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