La Educación Especial en Cuba

Elio Delgado Legón

HAVANA TIMES – Nunca he olvidado, ni olvidaré a dos personas que vivían cerca de mi casa, en una zona campesina, donde viví desde los siete hasta los doce años.

Nunca supe sus nombres, ni siquiera ellos lo sabían. Para todos eran el mudo y la muda, dos hermanos que nacieron sordos y no tuvieron la posibilidad de asistir a un colegio para aprender a escribir y a comunicarse, simplemente porque no existía la Educación Especial y la normal era muy escasa y deficiente.

Antes de 1959 solo existían unas ocho instituciones en Cuba, que atendían a unos 134 niños y eran sostenidas por personas privadas o por patronatos, pero en el sistema educacional estatal no existía la Enseñanza Especial, por lo que cada centro era regido por los criterios pedagógicos de sus directores.

A partir del triunfo de la Revolución cubana, en 1959, se comienza en Cuba la organización de la Educación Especial, como parte del sistema nacional de enseñanza, que se crea para atender a todos los niños y niñas del país, sin distinción de ningún tipo, incluidos aquellos que requerían atención especial por presentar alguna discapacidad física o intelectual.

En la década de 1960, con la creación del Departamento de Enseñanza Diferenciada, comenzó la capacitación del personal especializado y se desarrollaron otras tareas como la elaboración de planes y programas de estudios y se crearon más de 50 escuelas especiales en todo el país para educar a todos los niños con necesidades educativas especiales. También se crearon Centros de Diagnóstico y Orientación para evaluar y ubicar a los menores que lo requerían.

Paulatinamente se fueron tomando medidas organizativas, entre las cuales estuvo el cambio de nombre del departamento, por el de Enseñanza Especializada y se creó la escuela de Defectología y comenzó la formación de maestros terapeutas para laborar en esas instituciones. Además, se enviaron a estudiar a varios países socialistas de Europa a maestros para formarse como licenciados en varias ramas de la Defectología.

En la década de 1970 se creó la Dirección de Educación Especial. De 1976 a 1980 se construyeron 140 escuelas y se produjo un aumento de la matrícula a más de 33 mil alumnos. Entre esos centros estuvo la de Solidaridad con Panamá, para niños con necesidades especiales de tipo físico-motor, con alumnos internos de todo el país, por ser la única de su tipo, pero este año 2019 se crearon otras dos similares, una en Santiago de Cuba, para las provincias orientales, y otra en Santa Clara para las del centro del país.

Algunas cifras pueden dar una idea del desarrollo de la Educación Especial en Cuba, desde el triunfo de la Revolución en 1959 hasta la actualidad, pues sería demasiado extenso referir todo el trabajo realizado para lograr lo que hoy se puede mostrar como una de las ideas más nobles y optimistas de Fidel Castro y de la Revolución.

De ocho escuelas en el año 1959, que atendían a 134 niños, con 20 docentes, hoy Cuba cuenta con 357 centro educacionales, que atienden a 35 mil 600 educandos, con 15 mil 278 docentes especializados en ese tipo de educación.

También el sistema cuenta con 608 maestros ambulantes para atender a mil 651 niños y niñas, que por sus limitaciones no pueden asistir a las escuelas. Además, se crearon 560 salones especiales en círculos infantiles o en escuelas. En centros regulares reciben atención educativa especial 12 mil 172 educandos, en los distintos niveles, desde Primaria, Secundaria Básica, Preuniversitaria, Técnica y Profesional.

Como toda la educación en Cuba, la especial no se mantiene estática, sigue desarrollándose y perfeccionándose con el objetivo de que nunca más un niño, un adolescente o un joven se quede marginado de la sociedad por tener determinadas discapacidades. Para los sordos se creó el lenguaje de señas cubano, para que nunca más en ningún rincón de nuestro país haya un joven al que llamen el mudo, porque no sabe su nombre.