Hacia el Escambray (I)

Elio Delgado Legón

Montañas del Escambray.  Foto: perlavision.icrt.cu
Montañas del Escambray. Foto: perlavision.icrt.cu

HAVANA TIMES — De la finca La Margarita, después de separarnos de los compañeros que se quedaban, por no querer hacer la travesía hacia el Escambray y de enviar hacia distintos médicos a dos compañeros que resultaron heridos accidentalmente mientras manipulaban sus armas, partimos de noche hacia una zona más al sur, a la que nombran El Salado. Estoy hablando siempre del año 1958.

En El Salado permanecimos dos días hasta que hicimos contacto con un guía que nos habían recomendado, que nos llevaría durante toda la travesía. En cuanto el guía, nombrado Joseíto, se incorporó a la columna, partimos al anochecer, pues debíamos pasar cerca de dos pueblos: Santa Isabel de las Lajas y Cruces, además de por zonas campesinas bastante pobladas.

Anduvimos toda la noche, con una oscuridad que no se veía nada a dos metros de distancia. Tal era la oscuridad que el guía se extravió y casi fuimos a parar al fondo del cuartel de la guardia rural de Santa Isabel de las Lajas. Después pasamos muy cerca del batey del central azucarero Caracas y llegamos a la carretera que va de La Esperanza a Cienfuegos, con los primeros claros del día, muy cerca del pueblo de Cruces.

A riesgo de que nos vieran, como realmente ocurrió, decidimos cruzar la carretera, pues en ese lugar no había donde esconderse. Según íbamos cruzando, penetrábamos en un cañaveral cercano y allí nos reunimos todos. Éramos ya cerca de 90 hombres.

El guía, por orden del capitán, se trasladó a Cruces y contactó con la dirección del Movimiento 26 de Julio en ese municipio para que nos trajeran algo de comer. A media tarde, nos trajeron galletas y dulce de guayaba y nos informaron que al anochecer un tractor con una carreta nos iba a trasladar durante la noche hasta donde se pudiera. También supimos que al teniente de la guardia rural le informaron de nuestra presencia en las cercanías del pueblo y se puso muy nervioso, pero no intentó atacarnos.

Los caminos en aquellos días estaban realmente intransitables, por lo que el tractor con la carreta tuvo que hacer un gran esfuerzo para llevarnos hasta un lugar bastante alejado de las zonas pobladas, para que pudiéramos seguir a pie el camino hacia el Escambray. Caminamos unos kilómetros y encontramos una pequeña loma a la que le llaman Crespi, que tenía alguna vegetación donde podíamos ocultarnos en caso de que viniera la aviación. Cerca de la loma vivían varios campesinos y uno de ellos nos preparó un almuerzo con arroz y carne de puerco, que estuvo listo como a las dos de la tarde. También nos trajeron queso blanco.

Hay un refrán que dice que la alegría en casa del pobre dura poco, y así nos pasó a nosotros. En primer lugar, la comida que nos trajeron estaba tan salada que se hacía difícil comerla. En segundo lugar, cuando estábamos en medio de aquel almuerzo, que era la única comida caliente en dos días, un compañero que estaba de guardia en lo alto de la loma vino corriendo a avisar que el ejército se acercaba por la parte opuesta de la loma. Rápidamente nos dispusimos para seguir el camino hacia el Escambray, que ya se divisaba en la lejanía, pero esta vez a marcha forzada, pues al alejarnos un poco vimos que ya el ejército estaba acercándose al lugar donde habíamos estado acampados y donde habíamos dejado casi toda la comida. (continuará).

 

 

Elio Delgado Legon

Elio Delgado Legón: Soy un cubano que ha vivido ya 80 años, que conoce bien la etapa anterior a la Revolución porque la sufrió en carne propia y en la ajena y a quien le duele que se escriban tantas calumnias sobre un gobierno que lucha a brazo partido para darnos una vida mejor, y si no lo ha podido hacer a plenitud es por tantos obstáculos que se le han puesto en el camino.

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9 thoughts on “Hacia el Escambray (I)

  • Por favor, esa última palabra sobra (continuará), hasta cuando la cantaleta….

  • Porque publican a este señor tan desorientado en el tiempo, eso no lo lee ni el mismo

  • almuerzo de arroz con carne de puerco y carreta para mover a 90 hombres, ya me gustaria ver al vago este haciendo roboilusion en pleno periodo especial en los 90, sin gasolina, sin nada que llevarse a la boca, miserable manipulador de izquierdas que tergiversa la realidad para comodarla a la agenda que trata de empujar aqui. han llevado a todo un pueblo a la mas absoluta miseria humana y todavia esperan que le aplaudan el cuento que aqui vende.

  • ¿Y tu que has hecho además de rascarte?

  • Yo creo que HT es un sitio donde verdaderamente tienen cabida todas las posturas. Gracias Elio por compartir tus experiencias.

  • El problema es que la gente como Elio, no está acostumbrada a nada que abarque todas las posturas.

  • Elio cuando termines de escribir tus cronicas en HT podrias compilarlas y hacer un libro. De seguro la editorial de las FAR te ayuda con la edicion. Me siento feliz de q Havana Times sea un espacio tan plural como para que existan tambien este tipo de posts. Los hijos se parecen más a su tiempo q a sus padres, que decir de los nietos con los abuelos jeje

  • El compañero Elio todavia tiene esperanza de que sus “guiones” les interese al ICRT para el espacio aventuras? el pobre….

  • yo no tengo que hacer nada, es mi derecho criticar y dejar saber a los demas que esta pandilla de fascinerosos que tiroteaban elecciones y sembraron el terror en el escambray la sierra maestra no trajeron ningun progreso ni ninguna libertad como prometieron. hoy el pais esta mas que arruinado y en la mas absoluta miseria.

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