El peligro del fascismo sigue presente

Elio Delgado Legón

Foto: analitica.com

HAVANA TIMES – Cuando la historia se repite con todos sus errores y funestas consecuencias, significa que algo ha fallado: ni la educación ha desempeñado su papel en la formación de las sucesivas generaciones, ni los medios han cumplido uno de sus principales objetivos, que es no dejar que se olvide la historia.

Para nadie es un secreto que hoy el mundo está sumido en una crisis política y social, como consecuencia del agotamiento del sistema capitalista, que cada día concentra más las riquezas en pocas manos, mientras el resto de la humanidad se hunde más y más en el hambre y la miseria.

El egoísmo del sistema capitalista no permite que la producción mundial de alimentos, que puede perfectamente alcanzar para alimentar a toda la humanidad, resuelva el problema del hambre en el mundo actual, pues prefieren botar miles de toneladas de alimentos, que darle un uso que pudiera hacer bajar los precios en el mercado.

Un dato que ilustra muy bien el estado de crisis a que ha llegado el mundo es que con la quinta parte de lo que se gasta en armas para matar, se podría evitar que millones de personas mueran de hambre y de enfermedades evitables y curables.

Todo lo anterior, desde el olvido de la historia, hasta el estado de crisis al que se enfrentan los pueblos en la actualidad, puede llevar al mundo nuevamente a sufrir las consecuencias del fascismo.

Ello explica que candidatos políticos con ideas fascistas, xenófobas, discriminatorias y racistas estén alcanzando niveles preocupantes de apoyo electoral. Y no pongo ejemplos porque el lector los conoce muy bien.

Otro síntoma al que me he referido en un comentario anterior, es el surgimiento de grupos y partidos neofascistas, que expresan libremente su ideología, mostrando los símbolos del fascismo como la swástica, de triste recordación por buena parte de la humanidad, sobre todo los que sufrieron más de cerca el holocausto y los campos de exterminio en masa, instaurados por el régimen fascista de Adolf Hítler en Alemania y que pretendió dominar a todo el mundo.

Pretender dominar al mundo por la fuerza de las armas para que responda a una ideología y a un sistema ya en crisis es uno de los mayores peligros a los que nos exponemos hoy, cuando todos los continentes se encuentran sembrados de bases militares estadounidenses, incluso con armas nucleares desplegadas y listas para usarse, las que podrían acabar con el género humano.

Enséñese la historia con toda su crudeza y alértese de los peligros que corremos si la ignoramos, Muéstrese por los medios el peligro real a que nos puede conducir la ignorancia de los hechos de la historia, o de lo contrario estaremos cometiendo el más fatal de los errores, que nos puede conducir nuevamente, aun mediante la observancia de una pseudodemocracia, a lo que ya creíamos cosa del pasado: el fascismo.

Elio Delgado Legon

Elio Delgado Legón: Soy un cubano que ha vivido ya 80 años, que conoce bien la etapa anterior a la Revolución porque la sufrió en carne propia y en la ajena y a quien le duele que se escriban tantas calumnias sobre un gobierno que lucha a brazo partido para darnos una vida mejor, y si no lo ha podido hacer a plenitud es por tantos obstáculos que se le han puesto en el camino.

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5 thoughts on “El peligro del fascismo sigue presente

  • Si Elio, en Venezuela, Cuba, Nicaragua esta ya presente el facismo

  • El fascismo, y la suástica como símbolo, son condenables por lo que representaron en la historia de la humanidad. Recordemos igualmente, que la RDA (República Democrática Alemana) también formó parte del fascismo. Pero “su” historia se ocupa sólo de culpar al capitalismo y los alemanes del Este también fueron fascistas.
    La hoz y el martillo, con sus millones de muertos que lleva implícita, y que están relatados en los libros de historia (no en la Isla porque la historia allí es “contada” a través del lente del PCC) no es condenable por usted en su artículo. ¿Alguna razón personal Don Elio? ¿Qué pregunta tan oportunista Don Elio, no cree? ¡Respóndala por favor!
    La imagen del Che, a pesar que este “sujeto” cometió asesinatos a sangre fría y mandó a fusilar a cientos de cubanos, ((En su biografía del Che de 410 páginas, Jorge Castañeda dedica exactamente seis líneas a las ejecuciones en la Sierra Maestra y 11 líneas a los fusilamientos en La Cabaña, sin mencionar el nombre de ninguno de los individuos fusilados. Con respecto a los detalles, esto es lo mejor que nos ofrece Castañeda (p. 143): “Por muy justificadas que pudieran haber parecido estas ejecuciones en la época, fueron llevadas a cabo sin respeto por el debido proceso legal. Los estimados acerca de su número exacto varían”.
    Por su parte, Lee Anderson es mucho más generoso con las ejecuciones en la Sierra Maestra, extrayendo muchas citas del diario del Che. Menciona más de 20 casos, y muchos con detalles esclarecedores, sólo cuatro páginas de todo el libro hablan sobre los tribunales revolucionarios y los fusilamientos en La Cabaña. Cuatro líneas adicionales dispersas por todo el volumen hacen ligera referencia a los fusilamientos. En su favor, hay que decir que Anderson escribe que el Che “como fiscal supremo, cumplió la tarea con singular determinación y los viejos muros de la fortaleza resonaban cada noche con las descargas de los pelotones de fusilamiento”. Además, expone la carencia de garantías procesales)), y esa imagen es vendida por el “des-gobierno” como un icono de progreso.
    Ahora que tiene Ud., Don Elio, otros detalles que faltaron a su artículo, le pregunto: ¿La historia debe o no debe enseñarse con toda la crudeza? ¿Tenemos que ser como el asesino Guevara?

  • Señor Martin. La costumbre de difamar contra los principales dirigentes de la Revolución, entre ellos el Che Guavara es algo viejo y gastado. Le puedo decir que yo presencié varios juicios a torturadores y asesinos de la dictadura de Batista y en todos los casos los juicios tuvieron todas las garantías procesales y los cargos fueron debidamente probados, incluyendo la confesión de los asesinos. En muchos casos, en que había evidencias, pero que no pudieron ser probados, no se aplicó la pena de muerte. Creo que llamar asesino a un hombre íntegro como ERnesto Guevara es la más aborrecible de las difamaciones. La historia no la escribe el PCC, la escriben los historiadores con vergüenza, no los contrarrevolucionarios que solo quieren empañar la historia de la Revolución.

  • Finalmente Don Elio, ¡finalmente!
    El asesino Ernesto Guevara de la Serna dejó plasmado en su diario sus ideas. Si usted lo conoció parece que no lo hizo tan bien como para remarcar su afán por la muerte del que no coincidiera con sus ideas. Pero le puedo refrescar algunas de las cosas escritas por tan vil personaje:
    En 1954 escribía a su esposa desde Guatemala, ya enfrascado en tareas revolucionarias: “Aquí estuvo muy divertido con tiros, bombardeos, discursos y otros matices que cortaron la monotonía en que vivía”. Poco después, desde Sierra Maestra, todo seguía igual: “Estoy en la manigua cubana, vivo y sediento de sangre”. De la brutal represión que llevó a cabo en la Isla (y que usted también fue testigo de sus crímenes) dieron testimonio los presos políticos de la cárcel de La Cabaña, a todos los cuales mandó fusilar. Escribió, en aras a un credo tan transparente como fraudulento: “El odio como factor de lucha; el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones del ser humano y lo convierte en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar”. De hecho, cuando su amigo Alberto Granado cuestionó sus métodos violentos le espetó “¿Revolución sin disparar ni un tiro? Estás loco”.
    ¿Estarían locos Martin Luther King, Nelson Mandela, Mahatma Gandhi, George C. Marshall, Teresa de Calcuta, Henry David Thoreau, Dalai Lama, etc, etc? ¡Ninguno de ellos asesinó o ha asesinado a nadie!
    Me temía lo que se decía de usted Don Elio. Quería pensar que era uno de esos “trasnochados comunistas con cerebros lavados a la manera más burda de la “izquierda””. Me equivoqué Don Elio, usted mismo se “glorifica” de haber participado en los asesinatos, o al menos haberlos presenciado. ¿Qué se siente ver terminar la vida de otro ser humano por la bala disparada directo a su frente? ¿Vergüenza? ¿Sensación de poder? ¿Sadismo? ¿Satisfacción? Usted es un mentiroso patológico que he tratado con un respeto que ya no le tengo y que me acaba de asegurar que todos esos asesinatos fueron procesados con todas las garantías… ¡Favor, que tengo a mi alcance mucha información concerniente a estos juicios y lo que usted me dice difiere de todos los testimonios! ¡No me tome por un estudiante de Secundaria Básica en Cuba!
    Volviendo al asesino. ¿Están entonces los biógrafos oficiales mintiendo cuando superficialmente y de forma muy “light” plasman en sus libros esos crímenes cometidos por Guevara? Si ellos son los biógrafos oficiales, los que el desgobierno (entiéndase dictadura) permite en las librerías de la Isla y en las escuelas, entonces… ¡No quiero que mi hijo sea como ese monstruo! ¡No quiero que le obliguen a decir que tiene que ser como él!
    Los libros de historia en esa Isla los escriben los historiadores que pertenecen todos al PCC o en su defecto, están bajo el absoluto lente depurador del PCC. Usted sabe, tanto como cualquier persona que piense, que en la Isla no hay absolutamente nada que ideológicamente se escape de la censura de los encargados por el PCC para “la limpieza ética de los libros de historia, los libros que se pueden dejar leer al pueblo, la lectura que pueda tener otro matiz, lo diferente del monolito comunista, la venta de literatura que no tenga la línea del comunismo, (incluyo cine, arte, teatro, radio, televisión, etc)”.

  • Elio el ametrallador dictando catedra d moral, q descaro !

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