El desarrollo de la ciencia en Cuba

Por Elio Delgado Legón

Las cinco vacunas cubanas contra Covid-19. Foto: prensa-latina.cu

HAVANA TIMES – En los primeros meses de este año, muchos periódicos de la llamada gran prensa del mundo se han visto en la necesidad (periodísticamente hablando) de publicar lo que ha estado ocurriendo en Cuba en relación con el control de la pandemia de covid-19, el desarrollo de nuevos medicamentos para el tratamiento de los contagiados con el virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad, y también de candidatos vacunales, con la mira puesta en la erradicación de la trasmisión y la protección de toda la población cubana y de todos aquellos países que la necesiten, sobre todo, los subdesarrollados.

A principios de abril, ya Cuba cuenta con cinco candidatos vacunales, dos de ellos en la tercera y última fase de ensayos clínicos, con resultados muy positivos, tanto en el orden de la seguridad como en el de la inmunogenicidad.

Los otros tres están en las fases uno y dos, de ensayos clínicos, también con resultados positivos, hasta el momento de escribir este comentario.

Los dos primeros, denominados Soberana-02 y Abdala están desarrollando la fase tres con varios miles de voluntarios en distintas regiones del país. Además, comenzaron estudios de intervención controlada, teniendo en cuenta los resultados hasta el momento, en el que se está aplicando a todo el personal de la Salud y otros grupos de riesgo, que alcanzarán, solo en La Habana 1,7 millones, y seguirán al resto del país.

Entretanto, en los laboratorios donde se fabricarán las vacunas, una vez aprobadas por el centro regulador, están creadas las condiciones para fabricar, antes del mes de agosto, las dosis necesarias para vacunar a toda la población y se seguirán produciendo para suministrar a numerosos países que la han solicitado.

Solamente por haber desarrollado cinco candidatos vacunales con distintas características, que pronto se convertirán en cinco vacunas contra el virus SARS-CoV-2, causante de la covid-19, podemos hacer una valoración positiva de la ciencia en Cuba.

 Pero no es solo eso lo que se ha hecho, que nos permite afirmar que la ciencia en Cuba alcanza niveles de país desarrollado, pues es el único subdesarrollado que ha logrado esos resultados en la investigación y creación de vacunas anticovid-19.

Es imposible incluir en este comentario todo el desarrollo de la ciencia cubana, pero trataré de resumir lo más importante. Cuba es un país pequeño, pobre y que sufre un bloqueo del Gobierno de Estados Unidos, hace ya 60 años. Sin embargo, el desarrollo de la educación, desde los primeros grados hasta las universidades, permite la formación de investigadores y científicos que, precisamente por las limitaciones que nos impone el bloqueo, se han dado a la tarea de buscar soluciones para muchos de los problemas creados por el bloqueo.

Por ejemplo, cuando Cuba fue a comprar ventiladores pulmonares para las unidades de Cuidados Intensivos de los hospitales que atenderían a los enfermos con covid-19, no encontró quien los suministrara, pues los que lo hacían tradicionalmente se negaron a venderlos por temor a las sanciones de Estados Unidos, pero los científicos cubanos se pusieron a trabajar en el tema y han fabricado varios modelos de ventiladores pulmonares, invasivos y no invasivos, y ya Cuba no depende solo de la importación de esos equipos.

En el tema de las vacunas, la Isla ha alcanzado un desarrollo que no tiene ningún otro país subdesarrollado. Por ejemplo, todos los niños cubanos son vacunados contra 13 enfermedades y ocho de esas vacunas son fabricadas en al país.

También se han creado vacunas terapéuticas contra distintos tipos de cáncer, como las CIMAVAX-EGFhr y Vaxira  contra el cáncer pulmonar, que despertaron el interés de científicos estadounidenses, pues ellos no han logrado algo así.

Para no hacer demasiado extenso este trabajo, solo me referiré a algunos productos de la ciencia cubana que han alcanzado Medalla de Oro de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), y ya con eso puedo afirmar que es una heroicidad, pues parecería increíble que un país pequeño y subdesarrollado, que se encuentra sometido a un férreo bloqueo económico, comercial y financiero haya alcanzado tan destacados resultados científicos.

El primer producto cubano que alcanzó la Medalla de Oro de la OMPI fue la vacuna antimeningococcica tipo B, en 1989. Fue creada por un colectivo de investigadores del hoy Instituto Finlay de Vacunas, liderado por la doctora Concepción Campa Huergo.

También recibieron el importante galardón, en 1996, el Policosanol, conocido como PPG; en el 2000, el antibiótico de uso veterinario Biocida; en 2002, el anticuerpo monoclonal humanizado CIMAher, del Centro de Inmunología Molecular (CIM).

Otras invenciones premiadas con la Medalla de Oro de la OMPI son: la vacuna contra la Haemóphilus Influenzae Tipo B, así como el surfactante pulmonar Surfacen, para el tratamiento del Síndrome de Dificultad Respiratoria en el recién nacido.

También podemos mencionar el fármaco Heberprot P, para el tratamiento del pie diabético, que ha evitado miles de amputaciones en Cuba y varios países del mundo.

Hay otros que no puedo citar por lo extenso del trabajo, pero que el lector que quiera ampliar sus conocimientos sobre el desarrollo de la ciencia en Cuba, puede buscar.

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Elio Delgado Legon

Elio Delgado Legón: Soy un cubano que ha vivido ya 80 años, que conoce bien la etapa anterior a la Revolución porque la sufrió en carne propia y en la ajena y a quien le duele que se escriban tantas calumnias sobre un gobierno que lucha a brazo partido para darnos una vida mejor, y si no lo ha podido hacer a plenitud es por tantos obstáculos que se le han puesto en el camino.

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3 thoughts on “El desarrollo de la ciencia en Cuba

  • Que eminencia mi pais de nacimiento, pero el yeso donde esta en el hospital de matanzas

  • este fanfarron que solo sabe repetir lo que desde arriba le orientan, tanto cuento con las vacunas y el pueblo de cuba esta cundido de sarna que se combate con una simple pomada y la gran “ciencia” del caribe ni aspirinas tiene en las farmacias y todavia hay que escucharle los cuentos al terrorista confeso este.

  • oe, piri, pero si una pierna partida se resuelve con un pedazo de carton, es que los paises desarrollados son muy cobardes, no saben que lo mejor que hay para soldar huesos es la cartulina y un pedazo de cordon de zapato.
    yeso ni yeso.
    Burgues !

Comentarios cerrados.