El gap cubano-americano

Alfredo Prieto

Hotel Inglaterra en la Habana Vieja, foto: Caridad

El tema del embargo/bloqueo ha vuelto a la palestra. En agosto pasado, una encuesta de la firma Bendixen and Associates arrojó que los cubano-americanos estaban divididos acerca de su empleo como instrumento de política hacia La Habana. Un 41% de los encuestados se oponía a mantenerlo, mientras un 40% lo apoyaba.

Un ejecutivo de la Bendixen dijo que el hecho reflejaba una “evolución de ideas” entre el exilio, y que esos resultados hubieran sido una herejía seis o siete años atrás. “Después de cincuenta años,” subrayó, “algunos cubanos han llegado a la dolorosa conclusión de que el embargo quizás no ha sido la herramienta más efectiva contra el régimen de Castro.”

Pero estos hallazgos pueden hilarse más fino si se consideran variables como el grupo etéreo y el momento migratorio de que se trate. En Bendixen, el 62% de los cubanos llegados a Estados Unidos en la década del 60 (o antes) favorecen el mantenimiento del embargo, pero la mayoría de quienes arribaron a partir de la década del 80 está a favor de su levantamiento, lo cual denota una continuidad con mediciones previas, como las del Institute for Public Opinion Research de Florida International University (FIU) del año pasado.

Etéreamente, aquí el 65% de las personas comprendidas entre 18 y 44 años, así como el 53% de entre 45 a  64, se oponían al embargo, mientras que entre los mayores de 65 años sólo el 32% se proyectaba de igual modo –lo cual significa, en otras palabras, que un significativo 68% favorecía la línea musculosa.

Y consideradas desde el ángulo de la fecha de entrada al país, las cifras resultan igualmente ilustrativas: entre los llegados antes de 1980 –recuérdese que se trata de la emigración pre-Mariel–, sólo el 35% estaba opuesto al embargo, mientras quienes lo hicieron entre 1980 y 1998 el 57% estaban en contra, cifra bastante más alta entre los que habían entrado en los Estados Unidos después de 1990  –es decir, en la llamada nueva migración (71%).

Evidentemente, la cosa se está moviendo en el mismo sentido que en la sociedad global –más allá del enclave y del grupo identitario–, donde los resultados al respecto han sido históricamente distintos, a reserva de los criterios negativos sobre el sistema político y el liderazgo de la Isla prevalecientes en el público.

En abril, una encuesta de ABC News/Washington Post mostró tendencias que apuntalan una vez más la idea del cambio. Un 57% de los norteamericanos consideró que el embargo debía suprimirse, contra un 36% que opinó lo contrario; una mayoría (55%) se pronunció por permitir que los norteamericanos pudieran viajar libremente a Cuba en ejercicio de sus derechos constitucionales –un claro mensaje al Congreso, que abordará el problema próximamente.

El 60% favoreció el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos Estados, contra sólo un 30% que se oponía. Incluso una encuesta de la Fox, cuya audiencia dista mucho de estar compuesta por radicales de izquierda, mostró resultados similares o ligeramente superiores (el 59% se pronunció a favor de las relaciones bilaterales, contra un 30% que se opuso).

Son las tendencias sociopolíticas que las encuestas marcan, independientemente de su margen de error. Tratar de desmontarlas desde el discurso ideológico es como emprenderla contra molinos de viento o quizás equivalga a reconocer, desde la entrelínea, que la hora del funeral ya viene llegando.

2 thoughts on “El gap cubano-americano

  • On behalf of Milagros

    Esto es un pedazo bueno, quizás un día un pulitzer.. tu eres mi favorito.. yo le lo envío a mi hermana que estoy en Cuba para la fete de juanes…
    Milagros

  • Sorry Alfredo the Kudos were for Yordankas post ..i made and error..u are good but Yordanka, is the one who makes me rethink the way i post..She keeps me calm and helps me to remember humanity..U on the other hand set fire to me..and sometimes some things are better left UN SAID<,entiendes?

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