Propiedad privada y derechos de los consumidores

Dmitri Prieto

Una vez discutí con un taxista particular.  Desde ese momento sé que jamás podré montarme en su carro, aunque no haya otro.  La relación personal se impuso a la económica.

Uno de los motivos del conflicto fue el hecho de que el taxista hizo bajarse a una mujer con una niña que ya tenían su asiento, porque una prima de él apareció en el panorama, y decidió llevarla.

Un bien privado que da servicio público, ¿está sujeto por entero a la voluntad de su dueño? ¿O éste debe subordinarse a determinadas normas o reglas sociales, aunque fuesen informales?

El chofer o dueño de un carro particular que presta servicios de taxi, debe en mi opinión dar servicio a todas las personas que puedan pagarlo y usarlo de manera respetuosa, creo yo.

Conozco perfectamente que esto está regulado en otros países.  Sé que en particular se toma cuidado en que la propiedad privada no sea utilizada para discriminar a las personas por motivos ajenos a los estrictamente económicos (i.e.  la capacidad monetaria de contratar el servicio).  No porque los dueños sean tan “civilizados.” sino porque los consumidores han luchado y ganado pelea tras pelea.

En Cuba, sin embargo, estoy casi seguro (¡aclárenme por favor si me equivoco!) que tal legislación no existe.  Los “derechos del consumidor” sólo se aplican (rudimentariamente) a los sectores estatal y corporativo.

Me parece que es muy importante comenzar a distinguir entre los bienes privados de uso privado y los de uso público.  Sobre todo ahora, que parece que va a haber cada vez más propiedad privada en Cuba.