Mis recuerdos de los campos de trabajo de Cuba (I)

Dmitri Prieto

Foto: somosjovenes.cu

Una de las novedades del recién terminado verano fue la supresión del involucramiento de estudiantes cubanos en tareas laborales durante los meses de vacaciones.

Quizás para muchos tales labores fueron sólo un formalismo, un modo de “reafirmar” el compromiso ideológico con el sistema, y bajo ese concepto se trata sin dudas de una medida “progresista” (que se suprima el trabajo veraniego de los estudiantes).

Incluso, una conocida bloguera cubana ha comentado cómo en su época de estudiante el compromiso de labor en las brigadas de trabajo la llevó a vivir un ridículo sinsentido, vinculado (para otras personas) al arribismo de los futuros cuadros políticos.

Para mí, sin embargo, son gratos los recuerdos del compromiso universitario de trabajar en verano.  No es que yo fuese un “comecandela” (*), más bien era un estudiante bien polémico, pero en las BET (**) existía un salario que se pagaba, y en los días feriados (casi siempre las BET coincidían con las fiestas del 26 de julio) incluso se pagaba el doble.  Fue mi primera experiencia como “fuerza de trabajo asalariada.”

Nos alojaban en unos campamentos en medio del campo (a veces se utilizaban los edificios vacíos de alguna secundaria o pre, también situados ahí por razones de “vínculo estudio-trabajo”), y los dirigentes estudiantiles siempre acompañados por algunos profesores acordaban las normas de producción y detalles “logísticos” con representantes de las empresas o cooperativas dueñas del terreno donde se trabajaría.

No recuerdo que fuésemos “improductivos.” y el salario que cobrábamos también era “de verdad.” sobre todo a principios de los ´90, antes de la legalización de la “doble moneda” (esa medida me agarró en 1993, justo el último de mis veranos en “campos de trabajo”).

Por lo general, se trabajaban dos semanas en verano, aunque algunos estudiantes hacían menos; precisamente en el ´93 por un “trabajo destacado” la brigada donde yo estaba (las brigadas se conformaban exclusivamente por afinidad) tuvo la oportunidad de pasarse unos días de gratis en un campismo…

Otra cosa eran las movilizaciones productivas a mitad de curso, donde no se pagaba, y muchos estudiantes con razón protestaban por la desconexión que representaban con respecto al estudio, pocas semanas antes de los exámenes.

Otros intentaban sustituir esa labor agrícola por prácticas profesionales en los centros investigativos con los que ya tenían alguna relación como futuros tesistas, pero que yo sepa tales intentos jamás prosperaron…

Lo que sí recuerdo es que precisamente a inicios de los ´90 un notable profesor, militante del PCC y jefe del campamento de trabajo fue advertido por los administradores de la empresa de que un grupo de estudiantes tenían debajo de sus camas una gran reserva de malanga, recogida por ellos en el campo y desviada al albergue para después llevársela a los hogares…

El profe dijo a los muchachos algo como: “sean más inteligentes y no se dejen pillar….” Era una época cuando prácticamente todos nos llevábamos cargamentos de viandas al retornar a las casas, pues de otra forma no había modo de conseguirlas…

Esa doble actitud de un profesor que sin duda alguna era un hombre honesto, me puso en aquel entonces a pensar en profundidad sobre cómo es que funcionaba el sistema económico cubano.

En aquella ocasión, todos regresamos a las casas con pesadas mochilas llenas de malanga y boniato, algunos hasta usamos la amistad de estudiantes cuyos familiares tenían un auto (la entrada y salida normal al campamento era en guaguas de las llamadas “aspirinas”) e iban a visitarlos, para “exportar” por esa vía cargas adicionales de frutos de la tierra cubana.

(*) Comecandela: persona que manifiestamente defiende posturas políticas conformes a las oficiales del gobierno cubano, pero lo hace de una manera irreflexiva, extremista y conflictiva; también en menor medida la palabra se aplica a quienes “cumplen todas las orientaciones.”

(**) Existían varios tipos de “participación en labores productivas.” entre ellas las mayoritarias fueron las BET (brigadas estudiantiles de trabajo, para estudiantes a partir del preuniversitario, y sus profesores), las FAPI (fuerzas de acción pioneril, para estudiantes de primaria y secundaria, surgieron en los ´90) y las BUTS (brigadas universitarias de trabajo social, para fines relacionadas con la atención a la población, aparecieron a inicios del siglo XXI).

Dimitri Prieto-Samsonov

Dmitri Prieto-Samsonov: Me defino por mi origen indistintamente como cubano-ruso o ruso-cubano. Nací en Moscú, en 1972, de madre rusa y padre cubano; viví en la URSS hasta los 13 años, aunque ya conocía Cuba, pues veníamos casi todos los años de vacaciones. Habito en un quinto piso de un edificio multifamiliar, en Santa Cruz del Norte, cerca del mar. Estudié Bioquímica, Derecho (ambas en La Habana) y Antropología (en Londres). He escrito sobre biología molecular, filosofía y anarquismo, aunque me gusta más leer que escribir. Imparto clases en la Universidad Agraria de La Habana. Creo en Dios y en la posibilidad de una sociedad donde seamos libres. Junto con otra gente, en eso estamos: deshaciendo muros y rutinas.

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