Cuba: ¿frikis ó frikis?
Dmitri Prieto
AVANA TIMES — Fue grande mi sorpresa cuando en un reciente fanzine cubano de ciencia-ficción me enteré de que l@s frikis (o friquis, da igual) eran quienes se interesaban (en algunos casos de manera obsesiva) por temas de la ciencia ficción, la fantasía, el manga, el anime, los videojuegos y los cómics, existiendo incluso un “día de orgullo friki” que se celebra cada 25 de mayo mediante diversos actos, honrando la fecha del estreno del largometraje de George Lucas “La Guerra de las Galaxias” (coincidiendo con el “Día de la Toalla” en honor a Douglas Adams, autor de la “Guía del autoestopista galáctico”).
Chequeé por mi vieja Wikipedia casera y llegué a la conclusión de que ese es el concepto español de friki.
Tal definición de friki es cercana a lo que en Rusia se conoce como “hipster de la red social Leprosorium”, y éste fue uno de los grupos que impulsó la contestación moscovita del invierno de 2011/12 durante las protestas contra el gobierno de Putin a raíz de un alegado fraude electoral en las elecciones legislativas.
¡¡Pero es que en Cuba l@s frikis son jóvenes de otro tipo!!
Por estos lares normalmente se conoce como friki a quienes escuchan música rock –generalmente rock duro, es decir, diversas variedades del metal- y son identificables por el pelo largo, la ropa negra, y también muchas veces la preferencia ideo-espiritual por creencias que frecuentemente la gente piensa que tienen que ver con el consumo de psicotrópicos y el “satanismo” (con o sin comillas).
Me asombra que tal confusión pueda ocurrir en Cuba.
Incluso, en las canciones de reggaetón se hace uso de la palabra friki en el sentido de “aficionad@ al rock” (mencionándolos junto con l@s “mikis” y l@s “repas”, que son otras formas de “cultura juvenil urbana”).
En 1989, una chica rockera me explicó que para ella friki venía de “free kiss”, versión de etimología popular distinta a la clásica que lo hace derivar del freak en inglés.
Después fui sabiendo que parece que en los ´70 l@s frikis habaneros no eran necesariamente rocker@s, sino iban a peñas de la trova, y llevaban una vida de cierta marginación social (dicen que comían sobras en las cafeterías…). Estos son datos de terceras personas, no tengo forma hoy de saber si es verdad o mentira. Quizás esos frikis de los ´70 tenían más que ver con los hippies, pero no sé…
En todo caso, en los ´90 el término pasó a significar a es@s jóvenes que casi siempre iban de negro y que oían rock duro y se congregaban en el Patio de María (institución cultural de aquella época dedicada a promover el rock) y en la calle G del Vedado.
Tal parece que hay ahora otro segmento cultural que quiere reivindicar para sí el término.
¿Se moverá la noción de friki de una significación a otra?
No va mal, mientras las historias se aclaren: hay tanto testimonio que se puede perder…
Y mientras se promueva la libertad de expresión y auto-organización contra todo tipo de censura y monopolización.
Dmitri. Estas totalmente desinformado. El término «friki» apareció en Cuba a finales de los 70´s. Y se les llamó así a los jóvenes que nos gustaba el Rock, fudamentalmente, pero; también el POP anglosajón. La Nueva Trova no tuvo NUNCA nada que ver con nosotros. Los frikis fueron un remanente que quedó de lo que fueron llamados hippies y que disminiyó su número cuando los sucesos de la embajada del Perú y después las saldas masivas por el Mariel. Època en la que, La Habana casi se quedó sin pepillos(as) y su resurgir fue denominado como los «frikis-frikis» que fue el nombre original este espontáneo movimiento. Eso de «free kiss» es una gran embuste que se le ocurió a alguien para darle un toque poético al movimiento urbano friki. Nos denominamos así por raros/ bizarros / distintos y extravagantes en una sociedad donde casi todo el mundo era común al dictado «cultural» del cheo gobierno. Dos lugares que propagaron la movimiento enre la juventud de esa época fueron los conciertos de Rock -estatales- en el Círculo Social Camilo Cienfuegos (cerca de Hotel Riviera) y Rock Coopelia (en el parqueo). Y así todo transcuriió durante una década los 80´s con lugares míticos como Los conciertos en el Anfiteatro de Alamar, El anfiteatro de La Habana Vieja con el grupo Venus; 1 ó 2 festivales de Rock de la Casa de la Cultura de Plaza, El Paio de María o el Círculo Social «Patria o Muerte» de Santa F, hasta que, en los 90´s, el Rock se hizo más rápido y menos artístico: llegó el Trash y más tarde el Metal, pero ya esos no eran frikis, sino rockeros trasheros o metaleros que es otra historia. Los friksi originales no indentificábamos por tener pantalones apretados -tipo tubo- y las camisas anchas con las mangas cortas dobladas hacia afuera. !Ah! y nuestra fuente de información y contenido eran las emisoras de radio norteamercianas WQAM, WGBS y después una variadísimas selección de emisoras en las frecuencias de FM (Frecuencia Modulada). El movimiento era pacífico y noble, sim embargo en muchas ocasiones; fuimos víctimas de recogidas estúpidas, injustas y abusivas por parte de la policía nacional, la que cumplía órdenes de idiotas con poder y que ahora la tienen cogida con el RAP y otras hierbas. .
El comentario del Lapon es acertadísimo. me acuerdo de esa época como si fuera hoy. Dos de mis mejores amigos, aún hoy día, eran frikis en aquel entonces. Bastante que fueron calumniados los frikis; y estigmatizados en las escuelas y otros lugares, a pesar de que no se metían con nadie.
Nunca supe de una fiesta friki, ni de un baile donde se acabara la fiesta a bengalazos, ni puñaladas, ni machetazos, como otras actividades que se fomentaban y se defendían como «populares»
Los orígenes de los frikis en Cuba hay que buscarlas un poco más atrás, cuando en la Isla comenzaron a verse los seguidores (imitadores con frecuencia) de los chicos malos que aparecían en «Blackboard Jungle», la película estadounidense que dirigió Richard Brooks en 1955, y que sirvió de Caballo de Troya para popularizar el naciente rock and roll en buena parte del mundo, pues su tema musical era Rock Around The Clock, que interpretaban Bill Haley y sus Cometas. Algunos de los cubanitos de entonces se agrupaban en denominadas «pandillas neoyorkinas». O sea, que en un primer momento, los roqueros del patio no eran muy pacíficos que digamos. Después surgirían otros semejantes, pero bajo la influencia beatnik, por lo que eran más “tranquilos”, al congregarse esencialmente en los círculos intelectuales, bajo la égida de Jack Keruac.
Un par de años más tarde nos llegó «Elvis la Pelvis», y allá fueron los criollos a dejarse el tupé y a menear el esqueleto al estilo del Rey. Las placas de 78 rpm con «Don’t Be Cruel» por una cara y «You Ain’t Nothin’ But a Hound Dog» se vendieron como pan caliente entre la pepillada cubana en 1957, y entre otros no tan pepillos (en los 70 mi padre me regaló una copia que atesoraba desde aquel entonces). Recuerdo claramente que aún a principios de los 60, los muchachos competían por tener la moña más grande del barrio, midiéndola en centímetros. Eso para los blancos, porque los de «pelo rebelde», acudían a veces al «flat top», cuando aún no había llegado el afro (o se pasaban el «criminal»).
Y para que no crean que la represión policial a estos «elementos» comenzó con la Revolución, en las postrimerías de Batista, sus gendarmes ya hacían recogidas de «pepillos», a los cuales les cortaban la moña y les introducían un limón entre los pantalones. Si la fruta no rodaba pierna abajo, les rajaban la tela. Cuando aquello, los que querían estar a la moda tenían por «Rampa o Coppelia» al actual Bulevard de San Rafael, especialmente la zona alrededor del Cine Rex-Duplex.
Con los 60s, los pepillos empezaron a ser llamados «enfermitos» y se desplazaron al circuito de las calles 23, 21, y otras vías de El Vedado, y devinieron un temprano «problema ideológico» para las nuevas autoridades, que resentían todo lo que oliera a yuma y no encajara en el modelo «marxista» de ciudadano. Con el advenimiento de los Beatles y los hippies, todo se complicó más aún, y no pasaba día en que patrullas y hasta camiones celdas no cargaran con unos cuantos «extravagantes», sobre todo en tiempos de la UMAP, la persecución a los homosexuales y «pervertidos» y la Ley contra la Vagancia. En aquellos años ganó fama en la Rampa la actriz argentina establecida en Cuba Ana Lasalle, que vestida de miliciana y con aires de Juana de Arco se dedicaba a cazar pepillos y cortarles el pelo, asistida por agentes del orden.
Realmente no recuerdo el término friki hasta los 80. Como bien señaló Abel Prieto en su libro «Los bitongos y los guapos», así nos dividimos los jóvenes cubanos por un buen tiempo, sobre todo en La Habana, si bien habría que sustituir «bitongos» por «pepillos». Y dentro de estos últimos había de todo: existencialistas de melena desbordada, soñadores en la línea de Sartre, amantes del rock y el pop, jipangos que no se bañaban en semanas, y le metían en cualquier cantidad a «la pastilla» y a los «prajos de cinco pesos»…De todo como en botica.
Considero que los frikis – y dentro de ellos los «metalistas -» alcanzaron su plenitud social a mediados de los 80, lo cual recogió con notable pericia el cineasta Jorge Luis Sánchez en su documental «Parte de mi alma». Como contrapartida, otros optaron por hacerles aquella famosa cama en el Festival de Rock de Arroyo Naranjo, en 1987, creándoles un pronturario como elementos nocivos al «sano desarrollo de la juventud cubana», con video incluido para distribuir por toda la Isla. Me encantaría conocer al realizador de aquella burrada.
Dimitri, si quieres buenos testimonios de esa época, busca a Iván Fariñas, que con más de 60 años en las costillas, es nuestro abuelo roquero en activo, al frente de la banda Viento Solar. Te garantizo una amena entrevista. Saludos.
Lapon, yo digo: Quizás esos frikis de los ´70 tenían más que ver con los hippies, pero no sé… -o sea, coincido con Ud. en este punto, es decir, mi desinformacion no es «total»
:)
gracias por el testimonio!!!
Lapon, Jorge Alejandro, Isidro, gracias por sus excelentes testimonios!!!
Gracias a ti, Dimitri por ser tan receptivo a nuestros comentarios que tienden más a ser informativos que regaños por algo que, por tu juventud, no tuviste tiempo de vivir en carne propia. Con conversaciones como está se dan ejemplos de democracia y respeto mutuos.
Isidro; yo fui una víctima -aunque indirecta- del famoso Festiva-cama de Arroyo Naranjo. Ese dái el gané a Juantorema cuando me cayeron detrás 3 «prietos» -con tremeda pinta de policías camuflados- con una navaja en la mano. Yo fui friki -líder del grupo y bastante conoido- y te digo lo nuestro rea oir Rock, vestir extravagente, algo de pastillitas (pero ligeritas) y muhcas chicas lindas en deredor. De Sastre, nunca oimos habllar en le gurpo, aunque en mi grupo en único que estudiaba, tenía buenas califciaciones, leía y sabía inglés auténtico, era yo. Lo demás no estaban por la labor de la superación pesonal. Fue una etapa preciosa de mi vida. A pesar de los pesares. !Ah! y nos bañábamos todos los días que conste.
Isidro, antes de los 80´s. Los grupos eran pepillos u «ondosos» (por jóvenes que estaban en la «onda»)- -así no más- a diferencia de los cheos o guapos que si estaba claramente catalogados. El término friki y sus acólitos como tal después de los 70s. Incluso, hubo un tiempo en que los frikis casi nos dividimos, pues a mediadoa partir de 1993 con la llegada de bandas como «Police», «Men at work» «Human League» etc. que se introdujo la música con base electrónica «New Wave» y algunos rockeros -de quita y pon- tiraron la toalla, pero eso sólo duró como 4 años hasta que llegó el heavy metal que se mezcló con el hard rock y con ellos la locura. La Habana temblaba los fines de semana, e incluso; hubo un período de cierta» libertad. Sobre todo, cuando la perestroika ya amenzaba al campo socialista y toda esa porquería.
Estimado Isidro:
Según referencias muy cercanas que poseo (en aquellos tiempos yo era muy pequeño) Ana Lasalle era conocida como «el cabo Pepe» y luego fue recordada no tanto por su calidad artística como por sus actitudes de «esbirrita» como la que usted refirió. Saludos.
Lapón:
Lo de Arroyo fue realmente lamentable. Fueron años duros para las personas que gustábamos del rock, ya fuéramos declarados frikis o simples seguidores. Cuando pensábamos que ya había pasado la época de las cacerías de brujas, se aparecieron aquellos «guerreros» intentando sabotear aquella corriente. Por suerte, la Historia les ha pasado por encima, dejándolos con un palmo de narices. Y después digan que lo de Pavón fue un caso aislado…
bueno, si es así pues aquí hay un friki más jejeje
generalmente es como una etiqueta que usan para señalar a las personas fans o que no se ajustan al patrón «normal»
:)
Hermano jorge muy acertada tu respuesta yo soy y seguire siendo freeky hasta mis ultimos dias eran las fiestas mas sanas entre comillas que se daban en esos tiempos
Voy a resumir los comentarios anteriores ( muy acertados ) por lo que he vivido ,en Cuba frikis los que empezaron a mediados de los 70 y se acabaron en los 80,los de hoy nada que ver con aquellos.Aquellos se vestían con camisas anchas ,pantalón más que apretado y es verdad los más fanáticos a ese movimiento se reunían en bandas , andaban por ahí y es Real que comían sobras de las cafeterías.Unas de las bandas más renombradas era la de Frankestein, siempre andaba por el patio del copelia ,las playas del este o en la costa del tritón, un grupo de más de 50 personas.
En los 80 estaban los frikis que eran los guapos, los pelillos que eran lo de la música pop y otras tendencias en Inglés como el New Wave y los guapos o reporteros que escuchaban música de orquestas cubanas.
El tema es más largo ,esto es un resumen de mi visión.