Un buen sistema electoral
Dariela Aquique
HAVANA TIMES — El pasado domingo día 7, fueron las elecciones en la República Bolivariana de Venezuela, y por supuesto que los medios informativos cubanos estuvieron en función de divulgar todo lo que acontecía al respecto.
Desde tempranas horas de la mañana, se trasmitieron imágenes de las diferentes parroquias donde se llevaban a cabo las votaciones. Entrevistas a figuras del gobierno y a los ciudadanos venezolanos (solo los chavistas, por supuesto).
También la llegada de Chávez y su momento de ejercer el voto, así como sus respuestas a la prensa internacional.
Como muchos esperaban, los comicios terminaron resultando reelegido presidente Hugo Rafael Chávez Frías, con una ventaja de un 11% aproximadamente con relación a su contrincante Capriles. Un vez más Chávez se alzó con la victoria, desde 1998 que está en el poder.
A decir de muchos, incluso la opinión del expresidente de Estados Unidos James Carter, el sistema electoral venezolano es un ejemplo de democracia participativa; y hasta ha sido calificado como el mejor del mundo, por su diseño que no permite fraude alguno.
Siempre y cuando sea la voluntad del pueblo la que se haga valer de forma constitucional, debe ser loable su sistema electoral, del que además los venezolanos están muy orgullosos.
Esto quedó demostrado en las respuestas de los entrevistados, donde todos manifestaron su jactancia, comparándolo con el de muchos países, incluida su hermana República de Cuba.
Y por supuesto, que no el de Venezuela, sino cualquier sistema electoral es mejor que ese “suis generis” método de votación cubano donde los ciudadanos están a no sé cuántos escaños de ser quienes votan por elegir a su presidente.
Ese invento del que tanto alardea nuestra oficialidad, no ha sido más que una estrategia para perpetuarse en el poder. Eso sin hablar del unipartidismo, que todos sabemos que significa.
Chávez, aunque no es santo de mi devoción, ha sido elegido y reelegido por el pueblo, y eso si es una demostración de poder popular. A diferencia de la nuestra, que ya se alista para comenzar sus votaciones, donde de antemano todos sabemos cuáles serán los resultados.
Cuando bajamos a los detalles, vemos que hay muchísimos sistemas electorales. Pero en una democracia todos tienen en común la libertad de asociación y el derecho irrestricto a que se presenten todos los candidatos que quieran.
La libertad de asociación permite que cualquier grupo de ciudadanos se ponga de acuerdo para organizar su partido político y presentar sus candidatos. Sin eso no hay democracia.
Tampoco hay que apasionarse al gobierno cubano no es que le guste el sistema democratico venezolano, ni al mismo Chavez le gusta, al gobierno de Cuba lo que le gusta es el petroleo venezolano. SI Chavez hubiera perdido las elecciones, probablemente ya Venezuela no fuera un país democrático.