Pioneros Iconoclastas

Dariela Aquique

Iba en un transporte público y la expresión desenfadada de un niño de unos 9 años, con su uniforme de pionero, llamó la atención de los que estábamos próximos a él y a su madre, e inmediatamente apareció la risa de todos como celebrando la ocurrencia del infante.

Decía en tono  recitativo: El Che murió en Bolivia / con un bombillo en la frente / alumbrando el Continente / de la América Latina.

Llamó mi atención que la madre no le hiciera corrección alguna al niño por burlarse de  un prócer, un héroe, una figura venerada en el mundo entero, pero que por los de acá debía ser más que por todos. 

Además el lema de los pioneros cubano, justamente es:

Pioneros por el comunismo / Seremos como el Che.

Recordé otro incidente.

En Santiago de Cuba todos los 26 de julio, al amanecer se celebra un asalto simbólico al antiguo Cuartel Moncada.  Es una velada patriótica cultural en recordación a los jóvenes caídos en aquella gesta revolucionaria de 1953.

De niña asistí años tras años, bien con mis familiares, bien con los de la Escuela.  Ya adulta dejé de ir y fue precisamente porque hace suerte de 8 años, experimenté un gran enfado en el momento que se hace el pase de lista de los mártires, cuando todos  dicen: ¡Presente!, después de cada nombre y un grupo de jovencitos se reían y jugaban de manos, haciendo caso omiso a lo que estaba aconteciendo.

Nadie parecía advertir aquello, yo me molesté realmente, me pareció soberana falta de respeto a la memoria de los que ya no están y que murieron en  heroicas acciones contra la dictadura de Batista en los 50.

Otros detalles, como ver (a los jóvenes mayormente) subirse a las estatuas ecuestres y monumentos a bailar y a competir a ver quien llega más alto, demostrando total irrespeto por los que estas simbolizan.

Hace muy poco también un amigo me comentó que una niña de 12 años, había hecho un dibujo del Che, vistiendo un tutú y con tatuajes.

“El nivel de desacralización que experimentan los más jóvenes por todo que significa o asocia a slogan político es alarmante.” sentenciaba mi amigo.

“Pero la historia nacional, los sentimientos patrios, nada tienen que ver con la política.” respondía yo.

“Cierto, mas aquí la historia se ha politizado, estas figuras han servido de ícono para mensajes, para consignas, de forma excesiva, es como saturación de la imagen, dijo el amigo.

“¿Recuerdas Europa del este?, cuando cayó el campo socialista, las gentes arremetieron contra las imágenes, las estatuas, esas cosas representaban las ideas que ellos rechazaban y los más jóvenes siempre son los más rebeldes en ese sentido,” concluyó él.

Cuando escuché a aquel pionero, todo esto vino de pronto a mi mente y pensé: ¡Qué terrible, el futuro se torna iconoclasta!