Érase una vez una libreta…

Dariela Aquique

Bodega para recibir los productos de la Libreta.  Foto: Juan Suárez.
Bodega para recibir los productos de la Libreta. Foto: Juan Suárez.

HAVANA TIMES — No, no se trata de un cuento de Hadas, y el… vivieron felices para siempre, está por ver. Esta es la crónica de una cartilla que ha hecho parte de la vida de los cubanos durante muchos años: La libreta de abastecimiento.

Hay contradicción con la fecha en que se instauró este cuadernillo como mecanismo regulador de la distribución de alimentos subsidiados para la población, cuya función es servir de testimonio de la estipulada cantidad y frecuencia con la que una persona puede comprar comida.

Según fuentes oficiales, empezó a utilizarse el 12 de julio de 1963. Pero artículos publicados en sitios no gubernamentales aseguran que fue en marzo de 1962. El hecho es que cuando llegué al mundo, ella ya estaba aquí.

1960…

Cuando Washington decidió privar a Cuba de dinero y suministros, creyendo que al provocar hambre y desesperación lograría derrocar en corto tiempo al gobierno de Fidel Castro, no alcanzó a imaginar la capacidad de inventiva de quienes pretendían perpetuarse en el poder. Pero menos aún el volumen de resistencia de un pueblo, que en la concreta ha sido la única víctima de estas dos fuerzas en pugnas por más de medio siglo.

Así, ¡se hizo La libreta! So pretexto de contrarrestar la guerra económica que enfrentaba el país se instituiría una cartilla de racionamiento bajo el presupuesto de una distribución “equitativa” de los alimentos.

Según datos tomados de El Mundo (periódico de la época), del martes 13 de marzo de 1962, VOL.60. Se publicó un artículo con el siguiente encabezado: “Ni unos más, ni otros menos; para todos lo mismo”.

La Libreta (Distribución nacional, mensual y por personas)

Producto Cantidad
Arroz 6 libras
Granos de cualquier clase 1 ½ libras
Grasa animal o vegetal 2 libras
Jabón de tocador 1 pastilla
Jabón de lavar 1 pastilla
Detergentes 1 paquete mediano o 1 grande por cada 2
Pasta dental 1 tubo grande por cada 2 personas o uno gigante por cada 4
Carne de res 3/4 libra a la semana
Pollo 1 de 2 libras netas al mes
Pescado 1/2 libra/persona cada 15 días, de escama, limpio y en rueda
Huevos 5 al mes
Viandas 3 ½ libras a la semana (2 adicionales de malanga/niño menor de 7 años)
Mantequilla 1/8 de libra al mes
Leche 1 litro diario por cada 5 personas mayores de 7 años, o su equivalente en 6 latas de leche condensada o evaporada, al mes, por persona. Además, 1 litro diario/cada niño menor de 7 años.

Pero esta medida no llegó sola, ella generó un nuevo mecanismo burocrático: la creación de la OFICODA (Oficina de Control de Consumidores y Distribución de Abastecimientos). La entidad con toda su empleomanía, bajo el pretexto del control a los consumidores, serviría también (como quedó demostrado con los años) de aparato de control a los ciudadanos.

1970…

Calificado por algunos como el año negro de la economía cubana, a solo 11 años de triunfada la Revolución, ya la gente en la isla experimentaba ese sentimiento de evocación, esa eterna añoranza por lo que fue y no es.

Ya se escuchaban los clásicos textos, que han perdurado hasta hoy: ¿te acuerdas antes como…?  Y es que para entonces la ya sonada libreta, distaba mucho de lo que era en un inicio. Pues las cuotas asignadas a cada ciudadano habían disminuido considerablemente.

Bodega.  Foto: Juan Suárez
Bodega. Foto: Juan Suárez

1980…

Estos recordados años, que algunos califican como: …Cuando aún Cuba reía aprovechaba el protectorado ruso y la ayuda del campo socialista. La libreta pierde un poco de protagonismo, porque muchos productos empiezan a venderse liberados a precios asequibles al cubano medio.

Por esa época, con el salario, cualquier familia podía comer. No faltaba sin embargo quienes se quejasen. Y tanto las rebajas de período, como la desaparición de algunos productos de la Libreta, generaban disgustos.

El ejemplo más notable fue la carne de res que de 3/4 libra semanales, fue quedando en ciclos de novenas, más tarde a quincena, después a mes, 45 días, hasta que no la vimos nunca más.

1990…

Caído el muro de Berlín y desintegrándose la URSS, los suministros a Cuba se reducen drásticamente. En medio de la crisis económica el país abre su economía a la inversión extranjera.

Empieza a desarrollarse el turismo como fuente de ganancias y la desigualdad de los ingresos personales se hace sentir. La Libreta empieza a dejar de ser símbolo de equidad.

Sin embargo, el gobierno mantiene la subvención a los alimentos y con la Libreta puede repartir lo poco que entra o que se produce en la isla.

2000… La sentencia de muerte

De lo que se trata es que Cuba ya no es la misma. Ahora muchos son trabajadores por cuenta propia. Una cifra considerable recibe remesas. Los salarios y condiciones de vida de los empleados de empresas extranjeras o del turismo marcan la diferencia.

Los  artistas, deportistas o de otros sectores profesionales que viajan con frecuencia al extranjero y los militares que reciben cuantiosos estímulos, etc., tienen mayores ingresos y otras opciones de lugares donde comprar los productos.  Haciéndole honor a la verdad, la Libreta ya no les hace falta.

Pero hay gran preocupación en un sector poblacional para el que la cartilla es aún imprescindible. Porque con lo mínimo que reciben a través de ella, resuelven un gran problema. Porque hasta ahora han comido, mal o bien, gracias a la Libreta. Si se la quitaran, con la mayoría de los salarios y las pensiones tan bajos, no les alcanzaría para vivir.

Ese grupo vulnerable: ancianos jubilados, los que no tienen familia en el extranjero, los que viven exclusivamente de sus salarios, en fin…tiene un anticipado temor, que el día que ya no esté la Libreta, la ineficacia del Sistema de Seguridad Social no les resuelva el problema.

La Libreta también ha servido durante décadas para entregar cuotas especiales de alimentos a personas con dietas por prescripción médica, las cuales pueden incluir carne, leche, viandas y pescado.

Lo que se ha convertido es un negocio de nuevo tipo, pues algunos inescrupulosos médicos y otro personal de salud venden los certificados de dietas a personas que no tienen padecimiento alguno, pero que pueden pagar el fraude para aliviar sus alacenas.

La Libreta de abastecimiento es hoy una tarea pendiente del Estado, que en medio de su tan cacareada política “de cambios económicos” hace años viene hablando sin disimulo de su paulatina eliminación.

El vicepresidente del Consejo de Ministros, Marino Murillo, ha expresado que están estudiado cómo eliminarla pero que les resulta complicado quitarla de un golpe.

El funcionario dice que garantizar la canasta básica de los núcleos familiares le cuesta al Estado 1 016 millones de dólares, sin contar el gasto adicional en transporte y otros asuntos de logística. Que de esos “1.016 millones de dólares”, el Gobierno asume el 88% y la población paga sólo el 12% por los alimentos.

El presidente Raúl Castro ha afirmado que la economía del país no puede seguir sosteniendo semejante gasto y ya comenzó la eliminación de la libreta reduciendo el número de productos que se venden por ella.

La Libreta actual (Distribución mensual por personas)

Producto Cantidad
Arroz 5 libras
Granos (solo frijoles) 10 ounzas
Aceite 1/2 libra
Azúcar 4 libras
Sal 1 Kg (trimestral)
Pastas alimenticias 1 libra (trimestral)
Café 4 onzas
Fósforos 1 cajita
Arroz adicional 2 libras
Pollo 17 onzas
Picadillo de soya 6 onzas
Huevos 5 al mes
Para niños:
Compota 13 unidades mensuales hasta los 3 años)
Leche 1 kg (cada 5 días hasta los 7 años)
Carne de res o pollo 6 onzas (mensuales hasta los 13 años)
Para ancianos:
Cereal 1kg
Arroz 1kg
NOTA: Los municipios y poblados tienen menores asignaciones de algunos productos.

¿Qué será de esos viejitos para los que la Libreta es una suerte de quinta extremidad? Ya no se escucharán  más los frenéticos gritos en la calle de: ¡llegó el pollo!, ¡trajeron el aceite! o ¡están llegando coditos! Los humoristas no harán más chistes a costa de la célebre Libreta de la que estamos asistiendo a sus últimos tiempos de vida.

 

Dariela Aquique

Dariela Aquique: Recuerdo mis años de estudiante como Bachiller, aquella profe que interrumpía la lectura de obras y con histrionismo sorprendente hablaba de las posibilidades reales de conocer más la verdad de un país por sus escritores, que por crónicas históricas. De ahí mi pasión por las letras, tuve excelentes profesores (claro, no eran los tiempos de maestros emergentes) y la improvisación y el no dominio de la materia quedaban descartadas. Con humildes pretensiones y la palabra de coartada quiero contribuir a mostrar la verdad de mi país, donde la realidad siempre supera a la ficción, pero donde un estilo novelesco envuelve su existencia.

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7 thoughts on “Érase una vez una libreta…

  • Se te olvidó relatar, que de esa cartilla de racionamiento, en la década del 70, nos quitaron parte del azúcar y el arroz, como muestra solidaria para los pueblos de chile y el terremoto del Perú, cantidades que nunca más devolvieron.
    Y ahora después de 55 años, los mismos que han estado desde entonces en el poder nos vuelven a decir que “ahora si vamos a construir el socialismo” con esos lineamientos que nada tienen de socialistas y un Codigo del trabajo pseudosocialista.
    Para muchos esos dirigentes históricos no tienen ya ninguna credibilidad, no les creo.

  • Muy buen análisis Dariela. En la comparación y conociendo los salarios precarios y los escandalosos precios de las TRD actuales y de los mercados” concentradores” todo indica que estábamos mejor en 1962 que en el 2014.
    Gracias por tu análisis.

  • El símbolo por excelencia de la miseria cubana, la ineptitud del gobierno y los logros del socialcosadesa.

    “socialcosadesa o muerte”

  • Dariela cuando vine de Cuba traje una libreta de abastecimiento no como recuerdo, pero por si acaso alguien me tocaba esa tecla, aquí en Brasil existe una cesta básica que tiene unos productos fundamentales comestibles esa cesta básica generalmente la dan las empresas gratuitamente para trabajadores de menores salarios y organizaciones caritativas y personas individuales la dan como donaciones para desastres naturales, los supermercados ya la venden en cajas selladas, también es un indicativo para evaluar la inflación porque su valor varía en función la inflación, como tengo muchos amigos y amigas petistas que además son mi compañeros de partido muchos me decían bueno Esopo los cubanos como tu dice están falta de libertad, tao tao, pero al menos tienen todos una cesta básica que aquí en Brasil muchas personas ni si quiera eso tienen, eso era antes del primer gobierno Lula porque después eso empezó a cambiar, entonces yo le sacaba la vieja libreta embarrada de tierra por las manos del cochinito del mercadito que vendía las papas llena de tierra y le decía esta es la cesta básica de Cuba y se quedaban horrorizados.

  • Muy bueno tu articulo, pero analisando la historia en 1939 algo parecido fue creado en USA pero fue llamado”food stamps” durante la deprecion para ayudar a las personas que no tenian medio para comprar alimentos, Cuba llevo esto a un nivel mas alto, obligo a toda la poblacion ( excluyendo a los altos mandatarios) a este sistema aunque tuvieran el poder adquisitivo para comprar lo que quisieran pero de esta manera obligaba a todo el mundo a privarse de obtener lo que quisiera y Cuba regalarle a otros paises de lo que privaba a su pueblo y de esta manera comprar la admiracion de otros paises subdesarrollados.Bueno eso es parte de la historia de los hermanos.Ahora viene la ironia de la vida, Cuba quiere desaparecer la tarjeta de abastecimiento y Venezuela uno de los paises mas rico de America quiere imponerla. Parece que los paises noquieren aprender nada de la historia que el publo sufrido de Cuba le demuestra al resto del mundo.

  • Una las mayores distorsiones creadas en la economia cubana fue la implementacion de la libreta de abastaecimiento; concebida para afrontar una coyuntura termino siendo permanente, y su principio igualitario hacia que se violara la ley de dist de acuerdo al trabajo, asi como generar parte el mercado negro.
    Sin embargo, tambien la libreta quedara como simbolo de la vocacion humanista de la revolucion. ! Ya quisieran los 875 millones de pobres de este mundo tener una libreta de abastecimiento !!!

    Los tiempos son otros, no cabe la libreta en el desarrollo de un socialismo sustentable por las razones apuntadas. Los pensionados se le debe cambiar la misma acorde a la inflacion anual o al IPC, como ocurre en muchos paises.

  • Apretó Señor Carles, por favor no diga eso! Mire que yo he visto gente pobre en países tercer mundistas! Señor Carles , esa gente se come en una sentada mas de la cuota que le dan a un cubano para un mes.

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