El último de los devotos o el Orgón de Moliere

Dariela Aquique

Foto: poemas-del-alma.com

HAVANA TIMES, 10 abr — Hace ya cierto tiempo, vengo siendo espectadora pasiva de la controversia desatada entre el señor Elio Delgado Legón, un colega reciente del sitio y otro colega y gran amigo personal Alfredo Fernandez, además de los tantos y tantos comentarios  con los que calzan cada entrada los amigos lectores.

Y en todo esto, he estado recordando a Tartufo, la afamada comedia de Moliere.

Dicha pieza teatral fue víctima de censura implacable en sus días de estreno, fuertemente atacada por la mayoría, como lo han sido los apuntes de Elio, pero aquí no radica mi analogía con la obra.

A decir del propio Moliere: (…) Se soportan fácilmente las críticas, pero no se soporta la mofa. Se pude ser perverso, pero no se quiere ser ridículo.

Y más que exaltadas críticas han sido mofas las que ha recibido este articulista, al que he leído con mucha tolerancia, pero no sin una gran cuota de compasión.

Su parecido con Orgón, el personaje coprotagónico de Tartufo, emerge de cada lectura que hago a sus escritos. Este hombre de buena fe, fervoroso y fiel devoto de los ideales que le inocularon y de los que ni los años, ni las decepciones, ni la realidad misma han hecho posible que se haya curado.

Defiende con vehemencia y convicción sorprendente toda una serie de preceptos con que los de manera ortodoxa los dirigentes del sistema político en el país han instrumentado sus maniobras para preservarse en el poder.

Mostrando una Cuba quimérica y paradigmática, en cual el pequeño David se enfrenta al gigante Goliat.

Como Tartufo se valió de artimañas y subterfugios para deslumbrar al bueno e ingenuo de Orgón. Así aún muchos todavía como este patricio creen a pie juntilla en la razón y la trasparencia de nuestro modelo social.

Oyendo por más de medio siglo los mismos argumentos manidos, quizás a fuerza de repetición y la imposibilidad de escuchar otras versiones del mismo hecho, se termine considerando que esa verdad es absoluta.

Sin embargo hay en Elio algo que respeto, él desde su apología no trata de sacar prerrogativas, como lo hacen muchos de la prensa oficialista, él no me provoca la nausea que causan los posts de Iroel Sanchez o de Enrique Ubieta.

Elio no fabrica lo que escribe, cree en eso, como Orgón creyó en Tartufo, hasta que las prodigiosas circunstancias le demostraron lo contrario. Ojala y estén próximos los días en que los fieles devotos descubran la otra cara sus ídolos.

Duramente existen todavía muchos Orgones aquí, pero esperanzador es que los Tartufos no son eternos.

 

Articulos recientes:

  • Cuba
  • Opinión
  • Segmentos

“Distorsiones” de moda en Cuba

Nada nuevo, pero resulta que la palabra se ha puesto de moda, y esta semana…

  • Cuba
  • Reportajes
  • Segmentos

San Antonio de los Baños, donde el humor dio paso al dolor

Sin electricidad y sin acceso a la red de redes, así pasan los habitantes de…

  • Cancion del Dia
  • Mundo
  • Noticias
  • Segmentos

Mayra Andrade – Canción del día

La artista destacada de hoy es Mayra Andrade de Cabo Verde con la canción Tan…

Con el motivo de mejorar el uso y la navegación, Havana Times utiliza cookies.