Dos cartas pastorales, en veinte años (II)
Dariela Aquique
HAVANA TIMES — Como en todo régimen totalitario, en Cuba desde la llegada al poder de los aún actuales gobernantes, fueron abolidos los partidos políticos, los grupos de activistas y todo cuanto aunara personas, bajo cualquier ideología, filosofía o pensamiento.
Lo que no pudieron proscribir, fue a las religiones. Sin embargo, hubo muchos años de historia bien grises, entre el gobierno y los cultos. Las relaciones históricas de la Revolución con los religiosos han tenido muchas etapas de contradicciones.
Desde el Congreso Católico Nacional de 1959, cuya clausura fue en la Plaza de la Revolución y el que presidieran los Obispos cubanos y los principales Dirigentes revolucionarios, le siguieron sin embargo, varias décadas de distanciamiento.
Quedaron bien definidos los bandos: Estado cubano vs Iglesia Católica o Estado cubano vs Religiones (Protestantes, afrocubanas y otras). La política del ateísmo científico implantada en nuestro país estableció que la Constitución de 1976 proclamara a Cuba un Estado ateo. Más tarde, en 1992, fue modificada denominando el carácter laico del Estado cubano.
En 1993 los obispos católicos cubanos publicaron la Pastoral titulada “El amor todo lo espera”, en la que se manifestaron a favor de un diálogo profundo en virtud del deterioro de la situación económica, política y social. La pastoral (obviamente), no fue bien recibida por las autoridades.
Trascurrieron 22 años, desde 1976 y el establecimiento de la política del ateísmo, hasta 1998 cuando el Papa Juan Pablo II hiciera su histórica visita a la isla. Es como si las veintenas anuales marcaran etapas en las relaciones de la religión y el Estado en Cuba.
Pero para ser exactos, casi 33 años trascurrieron en un ambiente de acentuadas diferencias. Tras la caída del muro de Berlín, con la entrada al país de donativos de medicina, ropa y alimento a través de las Iglesias Católicas y protestantes, empezaron a “normalizarse” los tratos.
Y es que como dice el vulgo: … se les puso tan malo el picao´, que no les quedó de otra, que aflojar la tuerca.
Bajo las frases hechas de: …El Estado, que reconoce, respeta y garantiza la libertad de conciencia y de religión, reconoce, respeta y garantiza a la vez la libertad de cada ciudadano de cambiar de creencias religiosas o no tener ninguna, y a profesar, dentro del respeto a la ley, el culto religioso de su preferencia. La ley regula las relaciones del Estado con las instituciones Religiosas… No hay tal trasparencia.
A veinte años de aquella pastoral, los Obispos católicos han escrito otra, “La esperanza no defrauda”, la que al igual que la que le antecedió, tampoco ha sido muy bien tomada.
Algunos seudoreligiosos están siendo infiltrados por la Seguridad del Estado en las comunidades católicas y no católicas para hacer labor de espionaje. Entre sus tareas está la de señalar párrafo a párrafo en la carta pastoral, los detalles, que “entre líneas”, denoten el sentido subversivo de la misma.
Como ya sabemos, nunca este gobierno, ni ha aceptado críticas, ni ha estado abierto al dialogo, ni les gustan las agrupaciones de ninguna índole, ni bajo ningún pretexto. ¿Qué tú crees?
Continuará…
Yo tengo fe en que la Iglesia Catolica sea una ayuda inmensa para la liberacion de Cuba.
Jajajaj, permitame reirme. La iglesia catolica sera una ayuda inmensa cuando vea que el gobierno hace aguas y como oportunista al fin se movera al lado del que emerja en ese momento. Por ahora su interes es recuperar el espacio perdido sin tratar de alterar lo existente, a la espera, agazapada y dispuesta a dar el brinco cuando sea necesario.