De lo que si se habla, de lo que no se dice

Dariela Aquique

HAVANA TIMES — Si a los periodistas oficialistas les pagasen por vinculación, se crearían dos grandes castas, una muy bien remunerada, la de la redacción de noticias internacionales; y otra muy mal pagada, la de nacionales.

Y es que siempre hay mucho que decir de los de afuera y muy poco de lo que pasa adentro.

Por ejemplo, por estos días el tema “golpe de estado parlamentario” en Paraguay, ha sido contenido de prioridad para informar, opinar y asumir posiciones al respecto. De la problemática nacional, nada, salvo los habituales anuncios de “cumplimientos” de planes de producción en este u aquel sector de la agricultura.

No es que considere que debamos ser indiferentes a los conflictos internacionales, pero no creo que deban ser las noticias de titulares, cuando pasan tantas cosas de interés en el país.

Si fue o no una componenda del Parlamento o del Senado paraguayo con la oligarquía para destituir al presidente, es un asunto que ellos deben solucionar, tan solo la frase de golpe de estado parlamentario, me resulta rara.

Cuba retiró su embajador del país suramericano y reafirmó su negativa a reconocer ningún otro presidente, a no ser el elegido de manera constitucional.

Eso habla muy bien de quienes tienen un alto sentido del respeto a los derechos constitucionales, jajaja.

Sin embargo nada supo la población cubana del delicado estado de salud de la opositora Damaris Moya Portieles, quien emprendió una huelga de hambre, el pasado 3 de junio para exigir que se llevara a la justicia al oficial de la Seguridad del Estado Eric Francis Aquino Yera, quien el pasado 2 de mayo la amenazara con violar sexualmente a su hija de cinco años.

La activista, presentó una denuncia contra el agente en la fiscalía militar pero no obtuvo respuesta de las autoridades. Y demandó al régimen cubano que “le asegurara que su pequeña niña no correrá peligro en la escuela”, mientras ella estuviera en prisión.

Si el señor Fernando Lugo, tiene o no, los derechos a la presidencia, ante su sustituto Federico Franco, pasa a ser cosa de primer orden en nuestros medios, en vez de reportar sobre un brote de cólera en el oriente del país, una noticia que, como siempre, primero la dieron los diarios no oficiales.

Desde el pasado 29 de junio, Café Fuerte y otros muchos diarios digitales, hablarían del brote de cólera en la ciudad de Manzanillo, en la provincia Granma, con saldo, para esa fecha de dos fallecidos.

El diario oficial Granma, daría la noticia tres días después, en una pequeña nota informativa, no en primera página, hablando ya de 3 muertes, con cierta ambigüedad, como si estuviera descartado que fue a causa de la epidemia.

Lo más horrible es que al referirse a la enfermedad, pusieron su nombre científico, en latín Vibrión Cholerae, por supuesto que casi nadie sabe que así se llama el cólera. Encima lo escribieron mal, porque la forma correcta es Vibrio Cholerae.

En menos de tres años, puede que tengamos tres muertes de presos políticos por huelga de hambre. Si el cólera invade a Manzanillo, hay que no hablar de eso o llamarlo de manera ininteligible. Pero de que lo del Paraguay ha sido un golpe, de eso sí que hay que hablar.