La Navidad en la Cuba de hoy
Danae Suarez
Como todos sabemos la fiesta de navidad, tiene sus raíces en el antiguo rito pagano del solsticio de invierno. Para los creyentes cristianos, es el día en que Dios envío al mundo un salvador y representa una fecha de regocijo y alegría por haber recibido una nueva oportunidad de redención.
Sin embargo, y sin pretensiones de proselitismo, podemos decir que la tradición, la sitúa en occidente -tanto para creyentes como no creyentes-, como una temporada de fiestas y regalos, de celebraciones y cenas familiares, de amor y reconciliación.
Nuestro país, de una genuina pero truncada formación cristiana, se sumó durante siglos a esta tradición. Con el triunfo de la revolución un proceso de silenciamiento y solapada prohibición de una fe que consideraban pequeño burguesa la fue extinguiendo, hasta que en el año 1998 con la visita del su santidad el papa Juan Pablo ll se oficializó el día 25 de diciembre como día feriado y comenzaron a aparecer nuevamente arbolitos en los centros de trabajo, guirnaldas en los mercados de divisas.
Ya no era ideológicamente incorrecto celebrar la navidad y todos los cubanos, ansiosos de encontrar un motivo de regocijo más que de fe y una oportunidad de celebrar más que de solemnidad, acogieron con entusiasmo la nueva apertura.
Hoy en día, desde mi punto de vista, nuestro pueblo se suma a la navidad, tal vez como tantos años, no como una celebración cristiana (basta asistir a La Misa del Gallo para confirmar que los jovenes cubanos prefieren alienarse en el ron que los ritos religiosos) sino como un descanso a un año cargado de carencias y luchas, de esfuerzos y afanes que apenas tienen recompensa. La navidad entonces será mas bien un alto a este correr tras el viento hacia un futuro incierto, hacia “otro año de lucha.”
Danae, soy cubano como tú, nos diferencia que vivo en España y tú en Cuba. Hace 4 años conocí la navidad y te aseguro que además de la lucesitas y los Papas Noeles no te has perdido nada del otro mundo. La Navidad como casi todas las celebraciones en esta parte del mundo tienen una connotación profuendamente comercial y mercantilista.
En Cuba tenemos celebraciones muy lindas como el día de las madres, los padres los niños que no tienen comparación con nada de lo que se celebra a aquí en el sentido de las emociones. Cuba está en camino de grandes cambios económicos. Lo triste es que dentro de algunos años las celebraciones que tenían caracter emocional se mercantilizarán también
«…como una temporada de fiestas y regalos, de celebraciones y cenas familiares, de amor y reconciliación.»
Claro que temporada de fiestas y regalos es, aunque no para todos; de celebraciones para quienes tienen mucho qué celebrar, de pronto me vienen al texto los distinguidos funcionarios de gobierno en cada país de nuestra Lationamérica. Aberraciones de políticos que han hinchado sus bolsillos a lo laaaaaaaaargo de un año y para estas fechas probablemente estarán hinchando de regalos a sus seres cercanos, bien en su mismo país o en algún destino turístico de esos rimbombantes. No dudo en la existencia del amor por estas fechas, aun cuando sea simulado y comprado-en algunas esquinas más caro que en otras, en algunas zonas rosas mucho más corriente y devaluado que en otras- pero en algunos de los afortunados empleados cabrá la posibilidad de pagar un instante de fugaz amor decembrino. En cuanto a la reconciliación habría que entender esto como el periodo posterior a la confrontación, como el reecuentro en son de paz, y asumo que no hay mayor parangón de este encaramiento que el persistente entre gobierno y sociedad. Partiendo de ahí sería acorde a la idea de reconciliación una baja de precios en los productos de la canasta básica. Una mejora en los servicios públicos, un propósito real de los «funcionarios públicos» en acabar con sus actuaciones corruptas, un respeto real a lo que por derecho nos corresponde siendo pueblo, que no es poco. Habría que pensar en estas fechas como una oportunidad para ser humanos, pero esos son sueños guajiros. Qué venga la navidad, vayamos a aterrizar lo poco que tenemos en los bolsillos en los grandes almacenes, despilfarremos lo que no tenemos y recibamos el año nuevo cargados del buen propósito de saldar deudas y tener la piel aún más gruesa para seguir soportando el vendaval.
Estoy de acuerdo con Ihosvany,en si «odio»esta epoca del año,las Navidades que tambien conoci cuando llegue a Alemania,es solo algo comercial y mercantil,para mi un engaño,alimentando a los Niños,una idea «falsa» de la realidad,pero habia leido un articulo,de que esas fiestas,las habia «inventado» la COCA COLA!!…en conveniencia de la Iglesia,por eso los colores Rojos de los gorros y demas vestimenta que usa «papa Noel»,mi hijo un dia me dijo»Papa como un venado puede volar?? el que tira el Trineo..con «papa Noel» y los regalos..le explique,que eso no existe! quien es papa Noel?? me vovio a preguntar!…le respondi…Papa Noel..soy yo y tu mama?? que somos los que te compramos los regalos!!(este año me costo 149 euros su regalo)…en Alemania todo es negocio,para el dia del padre,la madre,o el abuelo etc lo emocional!! creo que esta,en el «corazon cuando seguimos pensando que somos cubanos!!
Vivo tambien en España desde hace doce años y coincido con los comentaristas.La navidad ha perdido desde hace bastante tiempo la originalidad para la cual se consibio,no estoy generalizando,porque hay muchisimas personas que la sienten.Pero a lo que me refiero es que la navidad de hoy es vender,vender y y que compres.
Yo trate desde un inicio de al reincertarme en la sociedad, que la navidad me contagiara ,pero mi formacion atea,marxista de la cuba de la segunda mitad del siglo veinte me lo ha impedido y la navidad sigue sin decirme nada,desde el punto de vista espiritual.En españa ademas de comprar,la navidad se traduce en estar con la familia, comer,comer mucho de manera descontrolada la noche buena,y luego el dia despues sufrir las consecuencias de las malas ingestas,eso sin olvidar la cantidad de dulces navideños(polvorones por ejemplo),que se compran en demasia y se quedan en la sesta,esa regla se sigue año tras año.Asi que si se esta rescantando la navidad en cuba,bienbenido sea!,pero ojala que a la larga o a la corta no se convierta en puro consumismo.
Yo no soy cubano soy mexicano pero estoy de acuerdo que si estas fechas fueran para unir a las familias y no para el comercio el amor la Unión La Paz la felicidad es algo más allá que algo material se puede dar algo en cualquier momento no necesariamente tiene que ser el 24 de diciembre las cosas materiales cubren necesidades que no tienen nada que ver con los sentimientos y con el amor
Quiero ir a conocer Cuba el próximo año pero si tengo un poco de temor por todo lo que se dice sobre todo la inseguridad y que tenga que estarme cuidando todo el tiempo yo se que aquí en México también hay inseguridad pero no en todas partes y por lo que he leído de Cuba creo que en todos lados hay que cuidar todo lo que traigas sobre todo la cartera y el celular pero pues estoy viendo lugares pera ver donde llego si hay alguien que me pueda orientar será bien venido