Experimentando el XV Festival de Teatro de La Habana
Daisy Valera
HAVANA TIMES — Cuando los anuncios combinan las palabras Festival e Internacional se activa un interruptor, se abre una compuerta, se esparcen las esporas de un hongo fulminante y el pueblo culto (instruido) de La Habana enferma. Se dispone ha resistir colas, a lucir credenciales, a comprar papeletas.
Por estos días se amontona frente a las salas de teatro y aprovecha el tímido soplo de un aire frío, más invernal que virgiliano, para amarrarse bufandas al cuello. Empuja, agradece que las entradas no valgan más de diez pesos y devora las críticas en el Perro Huevero*.
Todo es un poco más serio. El cortador de los tiques te obliga a esperar esa mitad que tendrás que manosear o guardar en bolsillo el resto de la noche y el acomodador vigila que no te escurras hacia un asiento más cómodo. Perdido el desenfado característico de estos espacios, nos resignamos a asombrarnos con un desfile nostálgico de vestidos y tacones.
El adjetivo internacional aparece como un calmante a esta fatalidad del agua por todas partes y permite coquetea con la idea de una Habana–capital –cultural –del– mundo.
Acudí a la sala El Sótano la noche del pasado lunes; cuando hay teatro internacional hay que verlo y punto. La otra voz fue la propuesta del grupo español La Saraghina de Stalker que dirige Manuel De.
Georbis Martínez (actor cubano que hemos visto en películas como Tres veces dos y El viajero inmóvil) protagonizó la obra basada en los sentimientos de vacío y desesperación que resultan de la ruptura de una pareja (Antonio y César). Vimos el cuerpo desnudo blanco fluorescente de Antonio acercarse a las experiencias performáticas de Güsten Brus y Marina Abramovich.
El mismo público que había declarado: —el cine ha superado al teatro— o —si es una obra española veremos tetas; resistió en sus asientos por una hora entera, aplaudió emocionado y gritó ¡Bravo!
El Festival Internacional de teatro se extenderá hasta el próximo 3 de noviembre. Junto a obras cubanas como “Fíchenla si pueden” o “Ana en el Trópico” podremos apreciar otras de factura foránea entre las que se destacan “Trafika” (Finlandia), “Cabezas redondas y cabezas puntiagudas” (Italia) y “La mujer justa” (Argentina).
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*Perro Huevero aunque le quemen el hocico: Boletín del 15 Festival de Teatro de La Habana.