Dos Boulevards, dos Habanas
Daisy Valera
HAVANA TIMES — El Parque Central y la explanada entre el Antiguo Centro Asturiano y el futuro Hotel Manzana son los espacios que separan el Boulevard de San Rafael del de la calle Obispo.
Obispo y su Café Europa, lugar de las más importantes tertulias políticas y filosóficas del siglo XIX. San Rafael, la calle donde se dispensó por primera vez en Cuba una cerveza rubia.
El tránsito entre uno y otro se realiza mediante el único corredor continuo que posiblemente tenga la urbe. Se detienen los distinguidos “ciudadanos motorizados” y los “cubanos a pie” caminan flemáticos ignorando el sonido de los cláxones y lanzando miradas casi vengativas a los conductores.
San Rafael se adentra en las barriadas del centro de la capital y Obispo avanza hasta llegar a la bahía, hasta el lugar donde los visitantes apuntan predecibles con sus cámaras al Cristo de Jilma Madera.
Aunque son estas dos calles las vías comerciales más visitadas de la ciudad, posiblemente solo tienen en común el paso acelerado de los transeúntes, la competencia por alcanzar la acera de la sombra y los mendigos (que terminan obteniendo mejores dividendos si hacen su día en Obispo).
La Ofensiva Revolucionaria de inicios de los años sesenta, seguida por la incapacidad del Estado para gestionar la pequeña actividad comercial, fue un experimento que resultó en prácticamente la aniquilación de todo el atractivo de estos dos boulevards habaneros.
El rescate de la calle Obispo no comenzó hasta 1993, con la implementación del Decreto Ley No. 143, que la convirtió en una zona de fundamental importancia para el turismo. San Rafael no ha corrido con tanta suerte y ya no se recuerda que a finales de los años 30 se había impuesto sobre Obispo por sus modernas tiendas de departamentos.
El boulevard de Obispo es la puerta de entrada del visitante foráneo a la isla y la rendija a través de la cual los cubanos intentan vislumbrar un más allá de abundancia.
En esta calle los turistas hacen largas colas en las casas de cambio. Se dejan impresionar por el sonido de un son o una rumbita. Compran pullovers con la imagen del Ché, libros sobre el combate en Playa Girón, tabacos y ron en el mercado negro…y en las noches siguen comprando: un daiquirí, un movimiento de caderas…Obispo es ahora la calle del pecado como lo fue en el pasado la esquina de San Rafael y Galiano.
Los cubanos entran a sus tiendas especializadas para disfrutar del aire acondicionado, eligen a veces una prenda, se la prueban y en el 90 % de los casos la devuelven a la percha. Notan que en la Óptica Almendares no hay que hacer una cola de medio día para conseguir una receta y que hay peluquerías sofisticadas y cómodas donde el precio de un corte de pelo supera al salario medio.
Tiene el Boulevard de San Rafael dos particularidades: un baño público y al famoso REX CINEMA trasformado en el almacén de los carritos de los trabajadores de comunales.
En San Rafael, donde pululan los Mercados Artesanales Industriales con una oferta estándar, sí que se puede comprar. Los cubanos obtienen jabones por cinco pesos y ropa reciclada; gigantes vestidos de mezclilla, blusas floreadas, sacos; todo a la moda de los 80.
Obispo insufla las ansias de consumo y San Rafael las canaliza.
Son estos dos boulevards una apuesta por garantizar el equilibrio dinámico de La Habana. Los turistas descubren una tierra caliente y alegre, los capitalinos desechan con menos urgencia la idea del renacimiento de la ciudad.
Hola,Daisy:
¡Buena estampa habanera! Realmente uno de los sitios más animados y pintorescos de la capital.
Permíteme algunas precisiones: San Rafael y Galiano era «La Esquina del Pecado», no La Calle…; El Rex Cimema ,más que un cine, fue precursor de los hoy mundialmente conocidos complejos cinematográficos, o Multiplex, en los cuales se juntan dos salas o más y se expenden asimismo alimentos ligeros y hasta publicaciones. En ese caso compartían el local de San Rafael dos salas: el Rex y el Duplex, que proyectaban sobre todo documentales, noticieros y animados (¡allí vi El mundo del silencio, de Cocteau!), o como se decía entonces: «asuntos cortos». A la entrada se vendían unas fritas exquisitas.
Otro más: La Ofensiva Revolucionario nació justamente el 13 de marzo de 1968. O sea, más bien a finales de la década, y después de ella, el comercio y los servicios en Cuba nunca lograron recuperarse. Ni siquiera cuando las «vacas gordas», de 1975 a 1989. Fue tan devastadora su impronta, que a partir de 1970, todas las tiendas del bulevar de San Rafael debieron clausurar sus otrora llamativas vidrieras, sustiyendo las mercanías y anaqueles por afiches y fotos pegados a los cristales, en los que se mostraba y explicaba lo mal que estaba el resto de América Latina.
Un saludo
Otro de los contrastes de la ciudad. Recuerdo en mi ninez visitar ambos, cada cual con sus respectivos atractivos. El de Obispo, con la Moderna Poesia y los libros que tanto me atraian (eran mi regalo favorito), el Palais Royal, donde me extasiaba viendo los relojes, la Lluvia de Oro, donde podian degustarse unos sabroso sandwiches que solo he visto de Nuevo cuando visito Miami. Mientras que el de San Rafael, tenia los cines Rex y Duplex, donde disfrute de tantas peliculas durante mi ninez y adolescencia. Hoy, sin embargo, el de Obispo ha visto una transformacion acelerada (para mejorar), mientras que el de San Rafael esta cada dia mas depauperado.
Hola Isidro:
Sobre los “Espacios del Pecado”, posiblemente no quedó claro, pero señalo que fue antes la esquina de San Rafael y Galiano, no todo el boulevard. Este boulevard se describió mejor en aquella época como una pasarela.
Por razones de fluidez del post y para evitar extenderme demasiado no describí al REX, aunque el viejo circuito de cines habaneros es un tema que me apasiona y al que le he dedicado algunas lecturas.
Efectivamente cometí un error al mencionar la fecha de la Ofensiva Revolucionaria, lo arreglo pronto.
Saludos.
En esa esquina de San Rafael y Galiano vi yo por primera vez al Caballero de Paris a finales de los 60 siendo yo un niño.
Isidro : Su descrpcion de la ofensiva contra la abundancia en 1968 es impecable. En mi opinion su intencion fue que el individuo fuese completamente dependiente del estado. Una de las tantas muestras de como las consideraciones economicas son secundarias ante el interes politico de consevar el poder.
Gracias por el comentario, José Luis:
Sería un intento fútil describir en pocas palabras todo lo que significó la OR para la historia reciente de Cuba, sobre todo en términos económicos y sociales, pero no le falta razón a Ud. cuando apunta a que la misma conllevó cierto intento de «ingeniería social», en procura, a mi modo de ver, de erigir un país diferente, pero sin sopesar el riesgo de imponer voluntad donde debía ir el razonamiento desprejuiciado y a largo plazo. De hecho, las secuelas de dicha campaña se han estado sintiendo hasta el día de hoy, si bien sus consecuencias inmediatas más funestas fueron sobre todo visibles del 70 al 75.
Sin el menor menoscabo a la crónica de Daisy, entiendo que es difícil para su generación – aún tan joven- aquilatar en la justa medida el momento vivido en aquel entonces. Al día siguiente de declararse la OR vi a mis vecinos propietarios, hasta entonces alegres, casi siempre serviciales y, sobre todo, emprendedores, salir a la calle con una expresión de desconcierto en el rostro, tratando de explicarse qué error habían cometido para que se considerara poco menos que pecado mortal lo que habían hecho hasta unas horas antes: trabajar de sol a sol para mantenerse a sí mismos y a sus familias.
Algunos – no todos recibieron compensación – aceptaron seguir laborando en los sitios que les habían pertenecido por años, y comenzaron recibir un salario fijo por administrar esos mismos lugares para el Estado. Les llegaron entonces «ayudantes» y personal que a la larga demostró ser incapaz de lograr el nivel de productividad o calidad en los servicios que dichas entidades brindaban cuando «el ojo del amo engordaba al caballo».
En mi pedacito de barrio de la niñez nunca se recuperaría bajo la égida estatal la pequeña fiesta que resultaba ir a la cafetería de Rigoberto, un noble guajiro de ojos verdes, a comprar masarreales y señoritas; o el pugilato entre los muchachos para adquirír los lápices recién llegados de Shanghai, en la diminuta quincalla de María la Cabezona; o comprar una libra de arroz – con azúcar de contra – en la bodeguita de Ñico; o adquirir el periódico y los «muñequitos» en el puesto de limpiabotas de El Jefe, un negro alto, viejo y siempre a medio afeitar, que con la mayor deferencia del mundo me guardaba detrás de su sillón mis lecturas favoritas de entonces; o la «hazaña» de cruzar la Avenida 26, para ir hasta 24 y 25, a la Casa de la Polaca, a comprarle un poco de talco a mi madre. Ese fue el mundo que se me esfumó en 1968.
No quiero extenderme, pero vale la pena revivir ciertas memorias hoy, cuando «sin prisa pero sin pausa» se comienza a demoler toda la «ingeniería social» que años atrás echó por tierra a todos aquellos personajes, el día en que el país – a mi juicio de nostálgico empedernido- se disparó un tiro en su propio pie.
Se da cuenta Isidro que no solo «mataron» la economia sino que le mataron los recuerdos y le «mataron» el negocio a familias,que durante generaciones habian trabajado durismo para tener algo en su vejez y ser independiente (no hablo por la la mia pues no teniamos absolutamente mas que una semi -derruida casa) y total,para ahora ,al cabo de medio siglo e incontables discursos en contra de esa basura que llaman capitalismo,lo instalan desde arriba, mas abusador que el de tiempos de Batista..ETECSA,las tiendas de las FAR,el dinero que le roban a los empleados de las empresas extranjeras y los que laboran en el exterior y los sueldos de 30 dolares a los maestros que cuando aquella dictadura batistiana cobraban 150..pero lo peor todavia no ha llegado, se vera cuando no encuentren otra URSS o Venezuela de quien vivir..No pienso que Brasil se deje»morder» mucho mas y los chinos no se dejaron ni cuando Mao. ah y no voy a referirme a los derecho individuales
muy lindo articulo, Daysi, lo disfrute
Muy bueno tu artículo Daysi, me hizo regresar allá. Recuerdo cuando niño (finales de los 60) mi mamá me llevaba al cine Duplex, lo que más me llamaba la atención de aquel cine eran las butacas (uno se sentaba y poseían un mecanismo que permitía ver la película reclinado hacia atrás); ahora me entero que ambos cines (Rex y Duplex) han quedado de simples almacenes para guardar carritos de recogida de basura. Los cines se encontraban en los bajos de un hotel (de regular tamaño) que hoy se ha convertido en edificio de viviendas (bastante deteriorado y con una entrada deprimente), creo que en lo que era la piscina una señora necesitada construyó su vivienda.
BELLA ESTAMPA HABANERA!!!!!! CHAPEAU EN MAYUSCULAS
Que nostalgia me da leer las reflexiones de Isidro de ver como destruyeron todo lo que heredaron y de no haber sido capaces de construir nada que haya valido la pena y que sirva de beneficio al pueblo. Al final todo ha sido un circulo de regreso a un capitalismo de estado castrista aun mas cruel que el que ellos liquidaron.
pero llenaran de timbiriches el pais.
Gracias, Daysi, excelente articulo! cuando yo era niño, recuerdo San Rafael algo chic, y Obispo, bueno, era La Habana Vieja…había una tienda filatélica ahí y estaba la Librería de los rusos…y la imprescindible Moderna Poesía, hoy en cuc y con títulos carisimos pero de tercera…tengo entendido que en otros países la palabra Boulevard se aplica a calles que tienen árboles con aceras peatonales y muritos, lo más cercano sería Prado (el Paseo de Martí).
Muy descriptive su post y agradecido por todos los participantes.
Tengo recuerdos y que decir…cuando era muchacho un viejito comentaba con otro…»Antes estas tiendas eran bellisimas..bla,bla,bla»…y yo pensaba…»mira que hablan boberia. «Siempre diciendo que antes era mejor»
Resulto que cuando cumpli 15 caminando por mi habana recorde aquellas palabras de esos » viejitos»….y lo que veia era todo un desastre solo habian pasado 7 lustros y mi compracion ya era desgraciadamente que parecia un lugar desvastado por la guerra y era cierto .Viviamos en una guerra psicologica.
Unos aferrados a que lo correcto era la revolucion y otros todo lo opuestos.
La mayoria queriamos lo mejor para todos.
Mientras nuestro Habana se deteriora.Hoy es un desastre.pero tengamos fe que algun dia estas calles recobren lo perdido.
Alguien recuerda en que año se construyo el Boulevard?