Desaliento culinario
Daisy Valera

Sobre la mesa que me sirve para comer, estudiar y escribir, ahora tengo 4 revistas, ni una ni dos: cuatro. ilusiones
La Pionero, leída fundamentalmente por los alumnos de las secundarias básicas en todo el país, agrupados en la organización estudiantil OPJM (Organización de Pioneros José Martí).
Muchos adolescentes cubanos leen esta revista, donde pueden encontrar, entre los aportes positivos, estudios sobre sexualidad y arte.
Una de las revistas consultadas por la juventud de la isla es Somos Jóvenes, que el pasado marzo cumplió 33 años de publicación.
Esta se encarga de trasmitirle, sobre todo a los estudiantes del preuniversitario, análisis sobre problemáticas sociales a los que se enfrentan aquellos que tienen una edad entre los 15 y 18 años, así como información artística y científica entre otras cosas.
El último número de La Calle del Medio es otra de las publicaciones que he estado ojeando, un periódico de tirada mensual que se agota con rapidez.
Se caracteriza por abordar temas políticos internacionales, hacer observaciones sobre situaciones del acontecer cubano y promover la opinión y el debate sobre asuntos tan variados como la música cubana, el deporte y la telenovela.
Mujeres es la cuarta revista que he estado leyendo en las últimas semanas, se publica cada cuatro meses, es un material extenso que aborda sobre todo temas de interés para las féminas.
Todas estas publicaciones tienen puntos de contacto, algunos profundos como lo relacionado con la línea política que defienden y otros más simple y superficiales, como uno que ha logrado captar totalmente mi atención:
¡Las recetas de cocina!
En 4 revistas, 11 recetas de cocina, variadísimas.
Desde sopas y jugos de vegetales hasta helados de piña y aguas de coco con mamey.
Les juro que veía las imágenes y me chupaba los dedos, porque me encanta comer cosas diferentes y cocinar.
Pero no peco de ilusa, de las 11 recetas, en el próximo medio año quizás logre elaborar solo una.
¿Será que los editores de la revista no conocen de la crisis alimenticia que hay en Cuba, con cientos de miles de hectáreas sin cultivar, que el país importa más del 60 percent de lo que consume y que los precios son elevadísimos?
Imagino que sí, pero las recetas de cocina siempre le dan un tinte pintoresco a la publicación.
Solo un dato, reunir los aproximadamente 8 ingredientes que se necesitarían en el jugo de vegetales que propone la revista Mujeres; me condenaría a un largo peregrinar por varios agromercados habaneros, prescindiendo por supuesto de los vendedores privados de estos productos por sus altos precios.
En fin, muy lindas las secciones dedicadas a las recetas, creo que las voy a coleccionar en un álbum en las espera de tiempos mejores.
Hola Daisy, estaba pensando en lo que has escrito, mira la paradoja: Yo tengo un pequeño huerto, de frutales y vegetales, da mucho trabajo y me sobra casi toda la producción, que dejo caer al suelo, pues no es suficiente como para recogerla, transportarla y venderla, principalmente porque yo no puedo manejar el asunto y aquí nadie quiere subir una montaña a 15 minutos del pueblo a recogerla.
Acabo de recoger peras, grandes y deliciosas, también higos y mientras lo hacía, estaba pensando en lo triste que es, que a algunos nos sobre la comida y a otros les falte. Tampoco se por qué en algunos lugares falta la comida básica que se puede cultivar en el campo, es cuestión de semillas, agua y trabajo y el resultado puede ser grande. Quizá no tienen semillas, agua, o campo…no se.
Yo he ofrecido los resultados de mi huerto a una familia de inmigrantes y no han querido trabajarlo, aquí hay bancos de comida para los necesitados, pero tienes que llevarles la comida a la puerta, de modo que dejo caer toda la que no como que es la mayoría. Triste, es triste, pero las aptitudes de mucha personas también son tristes. Soluciones completas no parece haber para casi nada o nada.
Te felicito por todo lo que estás haciendo. Un abrazo.