Percepciones

Chantico Borgia

HAVANA TIMES – Recuerdo claramente que antes de llegar a la Isla me dijeron: “Cuba te pone en otro nivel.  Vienes a encontrar el mundo en este país”, y mientras estaba sentada en una habitación llena de guerrilleros latinoamericanos de izquierda, esas palabras resonaron en mi cabeza.

Antes de adentrarme en la situación, quiero intentar explicar por qué me sorprendió estar en dicho contexto. Como producto de mi propio entorno, no sabía que movimientos como los sandinistas, las FARC, etc., podían ser encontrados fuera de los libros de texto, mucho menos que se podían reclutar y organizar activamente fuera de su país.

En los Estados Unidos de América los medios de comunicación, tanto liberales como conservadores, pueden ser monótonos en sus noticias, lo que hace que sea sorprendentemente difícil encontrar perspectivas sobre lo que está sucediendo en el mundo exterior.

En muchas ocasiones tuve que recurrir a la comedia y a la sátira para obtener una información más equilibrada de las informaciones internacionales. Pero aún así, he golpeado el mismo muro de ladrillos, ya que son las mismas noticias, lo único que cambia es la cara de quien la dice.

Luego llegué a la parte de la comprensión, la comprensión de que en el hogar de los valientes y las personas libres existe poca libertad de prensa. Si bien es cierto que se puede decir y escribir lo que tu corazón desee, con poco o ningún daño a ti mismo como periodista, es casi imposible hacer titulares si tu tema de discusión va en contra de un interés nacional.

Se encuentran temas como quién se está postulando para presidente en un país latinoamericano donde Estados Unidos tiene intereses, o cómo está evolucionando un país que se está volviendo socialista en América Latina.

Se supone que internet sea una herramienta para ayudar a escapar de esas líneas desdibujadas, pero los motores de búsqueda como Google y las redes sociales adaptan lo que lees de acuerdo con tus gustos y aversiones.

Entonces, en cierto sentido, siempre estás atrapado en esa burbuja de información. Una burbuja que nunca ves hasta que estás expuesto a diferentes vistas o vives en otro lugar. Por lo tanto, para estar verdaderamente informado, realmente debes excavar fuera de tu área de confort.

En Cuba veo un patrón similar en el hecho de que el Estado también controla lo que la gente lee, pero lo único que tienen los cubanos es el mundo. Un “país del tercer mundo” con la diversidad de uno “del primer mundo” va a hacer una yuxtaposición interesante y borra la línea entre lo que el Estado informa como hechos y lo que realmente sucede.

Es muy ingenuo pensar que cualquier forma de gobierno puede ser perfecto para divulgar información precisa, pero no es poco realista esperar que toda la información se comparta para que podamos analizarla de manera individual y tomar nuestra propia decisión.

Entonces, mientras la noche se mostraba poco a poco y todos aclamábamos por una América Latina más unida, recordé claramente haber leído acerca de dos hermanos y un grupo de amigos que se habían reunido en México. Un grupo que tenía esperanzas de un futuro más brillante para esta Isla y, a través de una serie de eventos, pasó de hablar a organizar activamente un movimiento. Esos hermanos y amigos fueron conocidos como héroes y enemigos públicos, dependiendo de a quién le preguntabas.