El Monte, aquel libro de Lydia Cabrera  

Ariel Glaria Enriquez  

Sierra de Cojimar

HAVANA TIMES – Allá por la década de 1950 vio la luz un libro consagrado a las tradiciones negras en Cuba: EL Monte, de la escritora y etnóloga cubana Lydia Cabrera, libro que aun sin verlo en su forma física, basándome solo en las vagas referencias que me llegaban de él en el entorno donde me crié, creía conocer.

El solo sonido de sus silabas me evocaba ya, desde la infancia, un conjunto de actos, olores y formas, que de manera espontánea, el paso del tiempo me iría revelando, en una especie de secuencia en la que magia y realidad se iban alternando hasta llevarme a concluir que la esencia misma de aquella fe ancestral radica en la naturaleza y su templo es el monte.

A eso debe su título el libro, pero lo que en él se explica es más complejo y vasto. Es enriquecido, además, por el cuidado lenguaje con una sensibilidad casi poética.

Desde los párrafos iniciales queda expuesta la asombrosa tenacidad en la creencia de la espiritualidad del monte donde habitan, como en las selvas del África ancestral, espíritus poderosos de cuya benevolencia u hostilidad penden los destinos humanos. Así, cualquier espacio de monte, por la presencia invisible y a veces visible de espíritus o dioses, es considerado sagrado, “Los santos están más en el monte que en el cielo”.

Es a través de esa percepción, explicada con erudición y amor por Lydia Cabrera, que la obra revela uno de los aspectos más arraigados en nuestras costumbres y tradiciones, la del monte entendido no en sí mismo, lo que no lo haría diferir en gran medida de otro entorno natural, sino como fuente de hábitos, misterios, ensalmos y magia…

Porque para obtener los beneficios y protección que el monte brinda es necesario, lo mismo al tomar una piedra, una planta o un palo indispensables a un fin, pedir primero, respetuosamente, permiso. Porque como un templo, dentro del monte, cada árbol, cada mata, cada hierba tiene su dueño y un sentido bien definido.

Así, sentir que dentro o detrás de una ceiba, de una palma, o entre las hierbas hay una concepción del cielo y la tierra es de una belleza innegable…

Para mí, que no soy creyente y me opongo a algunas prácticas que dañan la naturaleza o solo buscan hacer dinero, un libro como EL MONTE expresa una parte de lo que somos… quizás la mejor parte.

Ariel Glaria

Ariel Glaría Enriquez: Nací en la Habana Cuba en el año 1969. Soy orgulloso portador de un concepto en peligro de extinción: habanero. No conozco otra ciudad, por eso la vida en ella, sus costumbres, dichas y dolor son el mayor motivo por el que escribo. Estudie la especialidad de Dibujo Mecánico, pero trabajo como restaurador. Sueño una habana con el esplendor y la importancia que tuvo.

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3 thoughts on “El Monte, aquel libro de Lydia Cabrera  

  • Ariel, coincido contigo…este es un libro hecho básicamente a través de estudios etnológicos..Lydia se acercó a los practicantes de su época y lo que vemos en este texto refleja como bien dices, ese mundo mágico que rodea las prácticas religiosas en Cuba, es un texto que pudiera ser de cabecera para algunos practicantes que en muchas ocasiones desconocen los orígenes de lo que hacen…por supuesto, no dominan esas prácticas…

  • Ojala los practicantes se rigieran por este libro, y no vivieran del engaño para estafar a la gente con la religión mal empleada. Gracias por tu bello post amigo.

  • alguien que tenga el libro ?

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