El árbol del general
Ariel Glaria Enríquez
HAVANA TIMES – Julio, uno de mis más viejos amigos, es vecino de un general. Al otro lado de su casa, en terreno del general, hay una mata de mangos, que está completamente inclinada hacia la casa de mi amigo, por lo tanto, los mangos caen en su patio.
En su última parición, el árbol dio más de cien mangos.
Una tarde de aquella temporada, en la calle, la esposa de Julio le dijo a la mujer del general que cuando quisiera pasara a recoger mangos. “Nosotros hacemos hasta compotas”, le explicó sonriendo. La mujer nunca fue.
Una mañana, al salir al patio, mis amigos descubrieron el árbol destrozado y muerto tendido del otro lado de la cerca. El general lo había mandado a cortar.
“Todos los días salíamos a mirarlo hasta que sus hojas se marchitaron y su tronco se secó”, me contaron.
Por más que reflexionamos juntos no logramos dar con una explicación que justificara el hecho. La única posible y de la que no dijimos nada fue que al general lo impulsó un odio profundo y ciego que no se adquiere en un día.
Las personas que odian a la naturaleza estan llenos de carencias, la naturaleza es lo más perfecto y hermoso que hay, una obra que debemos admirar y cuidar, porque ella misma puede volverse contra nosotros. Ese hombre está lleno de odio y tendrá un mal karma seguramente. Perjudicó a tu amigo, pero también a él mismo, porque hubiera podido disfrutar de esos frutos maravillosos. Es un alma muy pobre ese tipo.
La naturaleza creó todo..ese árbol era para disfrute del ser humano, es una pena que existan personas de tan mala idea, este no es el único caso, hay que ha cortado los gajos que dan al vecino…de cualquier manera eran muchas las personas que disfrutaban de esta fruta tan gustada…que pena, general y todo pero que pobre de mente…el y su familia.