Soy un desinformado

Alfredo Fernández

HAVANA TIMES, 3 abril – Un amigo me llama para preguntarme acerca de lo que conozco de la acusación que pesa sobre el artista cubano de la plástica Agustín Bejarano, quien de visita por estos días junto a Aziyadée Ruiz, su esposa, en Miami con motivo de la feria de Arte Latinoamericano Arteaméricas, ha sido detenido por las autoridades de la ciudad, bajo la muy delicada inculpación de pedofilia.

Le respondí a mi amigo que desconocía el asunto.  Mi amigo, abundando en lo sucedido me dijo que, entre los artistas plásticos cubanos y los medios de Miami no se hablaba de otra cosa.

Así, me contó que el pintor Bejerano y su esposa, aprovecharon  la oportunidad de visitar Miami para felicitar el pasado día 20 de marzo, a la tía abuela de Aziyadée que cumplía 80 años, donde también compartieron una cena familiar, junto a su prima, su esposo y su pequeño niño de cinco años.  En la cena también estuvieron presentes el infaltable dominó y los traguitos que a todos los cubanos nos gustan.

Según versión de la madre del menor: “El niño me dice que él (Bejarano) había entrado al cuarto donde él [el niño] duerme y que [Bejarano] se había parado frente al closet de la puerta del tío, que se había bajado el zipper y que le había cogido por un brazo [a la altura del hombro] y que había hecho que le tocara sus partes.” relató ella emocionalmente afectada.

Según versión de la artista cubana Elsa Mora residente en Miami y amiga personal de Bejarano, “él fue al baño a orinar, en cuestión de segundos el niño de 5 años, un niño inquieto y muy activo, abrió la puerta del baño, y un poco agresivamente y en tono de juego quiso tocar los genitales de Bejarano, quien sorprendido inmediatamente lo sacó del lugar.”

Aunque el artista, según el informe policial, confesó el crimen en el momento de su detención, todo hoy resulta muy difícil de creer a los amigos de Bejarano en la isla.

En lo personal lo que conozco de la noticia me llega luego de una pesquisa que he realizado por vía informal inmediatamente de que este amigo me pusiera al tanto del penoso suceso.  Así,  le pedí a mis amigos en el exterior información al respecto, pues incluso en el buscador google de Cuba, todo lo relacionado con el caso Bejarano estaba bloqueado.

Cualquiera sea el asidero del suceso, me apena, Bejarano es un gran artista y padre de familia que de comprobarse la acusación, podría encarar una condena de por vida. Aunque, más penoso sería, que no lo creo, que el hecho tenga un trasfondo político, ya sea a favor de cualquiera de los bandos en disputa.

Pues para nadie es un secreto que el intercambio cultural Cuba-E.U.A, al gobierno cubano no le hace ninguna digestión y a un sector de artistas cubanos de Miami tampoco, pues tanto unos como otros, andan cansados de ver, por su parte,  como alguien llegado de la isla ocupa un espacio que a ellos muchas veces –me refiero  a los segundos-  les está vedado, para luego verlos regresar con dinero a La Habana y, en el caso de los primeros, andan cansados, entre otras cosas, de que los artistas cubanos con sus visitas a los programas de TV “anticubanos” de María Elvira.” Paparazzi, Alexis Valdés  y otros, estén extendiendo un límite hasta hoy  inamovible.

En mi caso personal, lo que más me espanta de todo, es que este hecho se haga con los titulares de buena parte de los noticiosos de E.U.A y los cubanos de la diáspora,  cuando nosotros, los cubanos de la isla, sólo podamos enterarnos de lo ocurrido, gracias al antiguo invento de Graham Bell, el teléfono, o los correos electrónicos, un en Cuba.   Así, pude lograr que los amigos residentes en el exterior me copiaran, pegaran y enviaran en documentos Word, la triste noticia.

Me pregunto cuando, en los noticieros cubanos, los sucesos públicos como el que hoy embargan a este artista dejarán de ser acontecimientos menos importantes que, por ejemplo: el sobrecumplimento de una brigada cortadora de marabú en el natal Camagüey de Agustín Bejarano.

Luego de conocer el caso Bejarano, toqué la puerta de mi vecina profesora de piscología infantil de la Facultad de Piscología de la Universidad de La Habana y le pregunté si un niño puede ser manipulado por sus padres para hacer semejante acusación, y ella me respondió que eso era algo en realidad difícil, pues de seguro este niño había sido entrevistado por profesionales de la justicia, los cuales tienen bien claro que el concepto de mentira en un niño de cinco años es inexistente, edad esta a la cual todavía los entramados de la mentira no se han estructurado y mucho menos los de la complejidad del sexo.

Como decimos los cubanos, sea lo que sea, sonará, y aunque no soy amigo de Bejarano, nunca le desearé un final de tournée tan triste como este a tan buen artista.