Mártires con sexualidad en las antípodas
Alfredo Fernández
Siempre he escuchado en los predios intelectuales cubanos, que dos de los mártires de La Revolución implicados en el suceso conocido en la historia nacional como “La masacre de Humboldt 7” el 20 de Abril de 1957, específicamente Joe Westbrook y José Machado, alias Machadito, mantenían una relación amorosa al ser asesinados.
También, he escuchado que ellos y los dos compañeros que lo acompañaban, miembros todos del grupo combativo “Directorio Revolucionario,” fueron asesinados por la delación de Marcos Rodríguez, alias Marquitos.
Se dice que Marquitos había sido el amor precedente de Joe Westbrook, y que fue por celos que delató a la policía de Batista el escondite de su ex amante, donde permanecía junto a Machadito, además de Fructuoso Rodríguez y Juan Pedro Carbó Serviá, luego de que fallidamente intentaran ajusticiar al dictador Fulgencio Batista en el Palacio Presidencial, el “13 de Marzo de 1957.”
Marquitos fue descubierto y juzgado en 1964, durante el proceso en que sería condenado a pena capital bajo acusación de alta traición a la Patria. Se dice que no le fue difícil ocultar la verdad ante la justicia, pues se dice que Marquitos fue encubierto por el mismísimo Tribunal Revolucionario #1.
Pues según se dice, al tribunal le interesaba mucho más que al propio Marquitos, ocultar que dos de los valientes jóvenes que dieron su vida por La Revolución eran homosexuales. Algo similar siempre he escuchado acerca de la posible relación amorosa que sostuvieran las mártires revolucionarias Clodomira Acosta y Lidia Doce.
Sin embargo, la historiografía nacional invariablemente ha ocultado a todos la posible orientación sexual distinta de estos valerosos revolucionarios, como si con ese silencio quisieran convencernos de que ser homosexual en la República era algo exclusivo de “políticos corruptos,” como se dice, de Ramón Grau San Martín.
Sería todo un detalle, que de ser verdad eso que se dice, el Centro Nacional para la Educación Sexual, sacara a la luz, de una vez y por todas, la vida privada de estos mártires de La Revolución. Esto pudiera contribuir a la labor de educación en el respeto al homosexual, volviéndola más solida y expedita. De no ser cierto lo que se dice, también sería bueno aclarar tales comentarios, no porque ser homosexual signifique deshonra, sino para dar veracidad a la Historia.
Me hiciste «recordar» el poema de Jose Marti la «niña de Guatemala»..donde despues que sali de Cuba leia Articulos de investigadores….sobre nuestro heroe Nacional,Marti…era un «mujeriego» como Simon Bolivar…y a esta «niña de Guatemala»…la habia Embarazado….en un «aborto» «improvizado» se Murio…y ahi le dedico su poesia!…tampoco se dice en la Historiagrafia cubana!!…Clodomira Acosta y Lidia Doce eran Parejas! y eran «revolucionarias»! pero en fin Historia Cubana!!
No creo que esos detalles ayuden a declarar esos personajes mas revolucionarios o menos revolucionarios. Si quisieramos parecernos a la prensa extranjera traficando con la vida privada de las personas iconos de la sociedad hace mucho que no fueramos Cuba, eso a mi criterio es simplemente hacer del periodismo un chisme. Si creo que se cometieron equivocaciones de entendimiento y extremismos en la sociedad cubana de todos los tiempos tanto en la etapa neocolonial como en la revolucionaria, pero no creo que saber estos datos privados de estos patriotas cubanos ayude a darle un lugar y credito a la diversidad sexual de la Cuba actual, se estan rectificando equivocaciones, se estan estableciendo los derechos que siempre han merecido pero no se debe traficar con la memoria de los caidos, ademas, deberias preguntar a sus familiares que piensan sobre esto. Su lugar en la historia estuvo dado no por sus preferencias sexuales.
He visto este artículo bastante después de su redacción.
Sinceramente me preocupa muy poco, o nada, que Joe Westbook y Machadito, así como Lidia y Clodomira, fuesen homosexuales, lo importante es lo que hicieron.
Tampoco me importan los comentarios de «Radio Bemba» sobre si Raúl Castro es homosexual o no, lo importante es lo he nos ha hecho y sigue haciendo.
Lo que si me importan son los cientos, o miles, de cubanos muertos y represaliados en las UMAP, por tener una real o supuesta tendencia sexual, contra la conculcación de sus derechos civiles es por lo que murieron Joe, Machadito, Clodomira y Lidia, contra la conculcación de sus cerechos civiles es contra lo que (teóricamente) lucho Raúl, traicionando luego los objetivos de la Revolución.
Lo que si me preocupa es tú, Alfredo, y yo no tengamos, de momento, patria a la que volver, pero estate seguro que volveremos.
Grau san Martin era muy mujeriego.
Debería medirse a las personas dentro de la escala social teniendo en cuenta si sus acciones públicas son positivas o negativas–es decir–si practican el bien o el mal a favor o en contra de sus congéneres de acuerdo a las reglas convenidas por la humanidad. Ser heterosexual, homosexual, bisexual u otras categorizaciones conocidas, estimo yo que no determinan perjuicios en contra de la sociedad o de los individuos, y por tanto no debería tomarse en cuenta a la hora de medir a las personas… debería importar mucho mas si el machadito o el westbrooks militaban en una causa justa o no, porque sino caeríamos en la trampa de asumir que existen gays buenos” y gays “malos” acorde con sus identificaciones (o no) con el llamado proceso revolucionario, cuestión esta que se aprecia muchas veces dentro del universo político gubernamental cubano, a pesar de haberse fundado esa oficina antiprejuicos denominada cenesex…