La soledad en tiempos de cuarentena

Por Alfredo Fernández

“… Uno está solo incluso en su propia soledad. Siempre inconcebible. Siempre peligrosa. Si. Un precio que hay que pagar por haber osado salir y gritar”.  -Marguerite Duras

Este miércoles 8 de abril del 2020 se realizaron operativos de control del uso del espacio público en Quito. Foto- Eduardo Terán – elcomercio.com

HAVANA TIMES – El hecho de no tener hijos, y de encima vivir, hace siete años, en un país donde no es difícil ser padre a los veinte, me convierte, de manera inmediata, en un tipo raro; si a eso le añado que hoy tengo cuarenta y cuatro años, y, además, hace algún tiempo, por economía y decisión personal, no tengo pareja estable, entonces se complica un poco más el cuadro.

Soy un representante de eso que los científicos sociales denominan “hogar mono familiar”; sí, vivo solo hace tiempo, pero lo disfruto mucho, pues lejos de experimentar problemas al respecto, lo acepto como algo conveniente, ya que si bien mi soledad aún no me resulta todo lo creativa que deseo -y necesito- sí me brinda no pocos buenos momentos conmigo mismo.

Yo y mi otro yo, si bien no tenemos relaciones espectaculares –hasta ahora-, comenzamos a aceptarnos uno al otro por, quizá, aquello que los sabios denominan “madurez de los años”, pues aunque no soy un viejo, me puedo considerar una persona adulta en toda la extensión de la palabra, y, quizá por eso, las inexactitudes y defectos que con relativa facilidad antes advertía en los demás, ahora comienzo, no sin tropiezos, a encontrarlas en mí, que conste, que llevo a cabo este proceso no sin sorpresa o pudor, aunque sin espanto, pues me admito humano, creo que hasta bueno, pero siempre humano.

No me importa la circunstancia de tener que vivir solo, al menos por ahora, mucho menos que los demás me tomen por un tipo raro, loco, o incluso maricón, pues son los gajes de ser valiente y vivir la vida que a uno le gusta y desea en realidad tener.

Mi soledad está llena; tengo un kindle y una laptop vieja, de buena música y libros en pdf que la espiritualizan, así escucho el más exquisito jazz, como música de concierto, opera, rock, música cubana, brasileña y world music.

De los textos para qué hablar, tengo muchos en digital, la aparición del libro electrónico para mí ha sido una verdadera bendición, gracias a él he podido acceder a clásicos literarios que de otra manera nunca hubiese logrado conseguir, pues el mundo aún me queda lejos en los asuntos de economía.

Por ejemplo, me levanto un día cualquiera de esta cuarentena y escucho Senses, disco del pianista cubano Omar Sosa, su música posee una inmediata conexión con lo espiritual, en simultáneo, leo Tres tristres tigres, de Cabrera Infante, ¿quién osa decir que puede haber soledad en mí? Luego, veo alguna conferencia de algún escritor, sobre las construcciones de personajes o el tiempo en la novela, mientras tomo un delicioso café ecuatoriano, colado a la cubana.

Dios bendiga mi soledad, en esta cuarentena, sobre todo, cuando escucho a los vecinos discutir en pareja, algo normal, aseguran los expertos. El confinamiento de personas que hasta hoy se veían cuatro o cinco horas al día, para luego ir a dormir, ha logrado que hasta el matrimonio más acoplado se resienta.

Yo no, todo lo mal que me he podido llevar conmigo mismo en estos días ha sido alimentarme más de lo habitual, aunque en tiempos normales también como bastante, sobre todo pan, me gustan mucho los carbohidratos y me calman la ansiedad, incluso más que la azúcar Como hace cuatro años que no tengo trabajo estable, me asusta quedarme sin comida, por eso, aunque parezca paradójico, como más.

El Gobierno ecuatoriano dijo que la cuarentena sería hasta el día 5 de abril, luego, la situación del país ha hecho que la extiendan, probablemente hasta finales de mes. Yo solo estaba preparado para quince días, pero mi situación para nada es la más complicada, tengo amigos a los cuales acudir en caso de emergencia, también me quedan algunas cosas para vender. Me preocupan los adultos mayores sin jubilación, así como familias que sobreviven día a día de lo que puedan vender en las calles.

La ayuda que ha recibido el país durante la cuarentena hasta ahora, la cual incluye un toque de queda de 2 pm a 5 am, se circunscribe a la suspensión del pago, mientras dure esta, de los servicios de Internet, agua, luz, así como de la interrupción, hasta nuevo aviso, de los depósitos de las tarjetas de banco.

Volcán Pichincha.  Foto: esculturasymonumentos.com

Si existen otros beneficios para los ciudadanos de esta nación los desconozco, pues si bien el Gobierno anunció que los que subieran los precios de los productos alimenticios durante esta etapa serían multados o llevados ante la ley, según el caso, no se ha cumplido, he visto varios productos con sobreprecio.

Algo que no puedo menospreciar en estos días raros es la vista desde mi ventana, que queda frente con frente a la cima del volcán Pichincha, yo, al igual que cuando vivía en 12 y Malecón, en La Habana, me impongo no cotidianizar los espacios, sobre todo, aquellos con una vista tan hermosa.

Desde 12 y Malecón, recuerdo, veía a diario los barcos salir del río Almendares para internarse en alta mar. Desde aquí ahora veo, cuando las nubes me lo permiten, el imponente volcán que asecha a la ciudad de Quito. Yo, pese a todo, siempre trato de sentirme un privilegiado, y lo logro.

Aún tengo comida, puedo escuchar excelente música, leer buenos libros y, además, como si fuera poco, veo el Pichincha. Sé que todo pasará y eso, de alguna manera, también me tranquiliza.

Alfredo Fernandez

Alfredo Fernandez: No me fui de Cuba, pues uno no se marcha de donde nunca ha estado. Luego de gravitar por 37 años en esa extraña isla, logré pisar tierra firme, sólo para comprobar que no he llegado a ninguna parte. Quizás y nunca perteneceré a sitio alguno. Ahora vivo en Ecuador, pero por favor, no me crean del todo que ando donde digo, mejor localícenme en la Cuba de mis sueños.

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3 thoughts on “La soledad en tiempos de cuarentena

  • Haces muy bien. Al mal tiempo buena cara.

  • Ojala te dure la tranquilidad un buen tiempo, que aproveches al maximo en conocimiento para el alma, que tambien lleva su cuota de alimentacion. Me acuerdo de ese lindo apartamento co recuerdos inolvidables de reuniones de amigos, hoy separados.

  • Las decisiones las tomamos y las asumimos, esto es tiempo de afrontar con claridad, lo que estás haciendo o estamos haciendo es para seguir con vida, un poco de descanso y organizar las ideas no es malo

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