El Retorno de una época
Alfredo Fernández
Asistir al concierto de la cantante Ivette Cepeda el jueves 30 de diciembre fue acudir al retorno de una época. Lo supimos gracias a la voz de una mujer que sin estar presente en los medios cubanos repletó el habanero Teatro Mella.
La cantante, en un concierto con un abigarrado repertorio, salió airosa con creces ante un público que contaba con la actriz de cine Deysi Granado, el actor Alberto Pujols y el pianista Frank Fernández, entre otros afamados artistas cubanos.
La voz de la Cepeda nos devuelve de golpe a la noche habanera de los años cincuenta, ciudad donde pululaban excelentes cantantes y con tantos cabarets como New York o París –esto sin exagerar-.
La Lupe, Freddy, Las de Aida, Blanca Rosa Gil, entre otras, hacían todas las noches las delicias de los asiduos. Esa Habana desaparecida y también recogida en la obra del escritor Guillermo Cabrera Infante, hoy parece volver por sus fueros de la manera más insospechada: una voz.
Ivette Cepeda resume de alguna manera a todas las cantantes de una época. Mayor fue nuestro asombro al enterarnos de que es una neófita en lo que a música se refiere y que fue maestra por diecisiete años.
La Lupe, Freddy, Elena Burke…, pueden descansar en paz por haber encontrado la misa que en verdad merecen: un chorro de voz que no deja lugar a dudas ni en el bolero, ni la trova ni en el son.
Cuba ha sido siempre un país de grandes cantantes, de ahí lo atinado de la invitación que Ivette Cepeda nos hace para retornar a las noches de cabaret. La cantante nos devuelve ese elemento de la cultura cubana caído en desgracia durante cincuenta años.