¡Alegadamente Alex Otaola!

Alfredo Fernández

HAVANA TIMES – Aunque muchos lo nieguen, lo cierto es que todos los cubanos de la diáspora y no pocos de la Isla vemos Hola Otaola, bien sea para divertirnos con los disparates de su presentador Alex Otaola, o para odiarlo, ya que este camagüeyano, radicado en la ciudad de Miami desde comienzo de siglo, hace rato perdió la facultad de pasar inadvertido.

Otaola nos cuenta muchas de las cosas que queríamos ver en televisión y nunca pudieron mostrarnos, vaya usted a saber por qué, las aburridas televisoras de Miami.

Las nuevas tecnologías cambiaron el juego de la comunicación. Ahora una persona con una cámara no profesional y un pequeño set puede tener tantos, o incluso más, televidentes que un canal de televisión local de cualquier ciudad.

Ese es el caso del señor Alex Otaola, quien dos años atrás se lanzó a la aventura de un canal en YouTube y al día de hoy es la sensación en las redes sociales de Miami. Otaola aprovechó un nicho de mercado aún intacto, la farándula de Cuba, que hasta su llegada era inexistente en los medios de comunicación de Miami.

Al factor de la novedad que tiene Otaola y al cual este sagazmente ha sabido sumarle otro aún no menos olvidado, lo que realmente sucede en Cuba, y que desde hace años hasta Radio Martí viene tratando de manera light; -no olvidar que durante la Administración Obama los locutores de esa emisora tuvieron prohibido pronunciar al aire la palabra dictadura-.

Otaola, debido a la libertad que le produce administrar su propio canal en YouTube, no deja títere con cabeza en la Cuba actual. Artistas, gobernantes y opositores por igual son el blanco de los dardos de ese francotirador de la realidad cubana.

Más allá de su extremo desenfado y de cualquier evaluación de su desempeño como conductor de su propio espacio Hola Otaola, trasmitido en vivo por YouTube, de 5 a 7 pm, hora local de la ciudad de Miami, Alex Otaola ha conseguido varias cosas que hasta hace poco tiempo parecían imposibles que sucedieran en un mismo espacio de dos horas, como que se conozcan y se hable en Miami de los músicos cubanos: regetoneros, salseros y demás cantantes, así como saber de buena tinta pormenores de la vida en la Isla, como la existencia, siempre sibarita, de los hijos de los dirigentes cubanos o los interminables maltratos a la oposición interna.

La gente en la actualidad ya no quiere ver personajes encumbrados en la pantalla de sus televisores, sino a personas como a sí mismos y Otaola los satisface. ¡Y de qué manera!  Pues es uno de esos cubanos descomedidos de Miami que bien uno puede encontrarse en ‘’Ño que barato’’ o caminado por la ‘’Saguacera’’.

Eso es Otaola, un influencer que está cambiando la forma de hacer audiovisual en español, es difícil que en uno de sus programas en vivo no se conecten, mínimo, diez mil usuarios, y lo que es más impresionante, hasta lo ven en Cuba. 

Hibrido de Consuelito Vidal con Tony Menéndez hace del cubaneo no ya su programa, sino su sentido de la vida. Su vestuario está pensado desde y para el desenfado de ese personaje que es el mismo. Ha confesado que en esta industria no tiene amigos, de ahí que tampoco tenga compromisos con nadie y, por consiguiente, advierta a todos que: ‘’…si no quieres que se sepa, no lo hagas’’. 

La respuesta no se ha hecho esperar, los regetoneros Chocolate MC y Yamil, entre otros, han tenido problemas con él, el primero abandonó el set del programa durante una entrevista y el segundo lo abofeteó en un centro comercial de Miami y, como no si fuera poco, Sandro Castro, nieto del dictador Fidel Castro, lo amenazó con revelar secretos de su vida personal luego de que Otaola develara los pormenores de la inauguración, en La Habana, de un lujoso centro nocturno de su propiedad.

Incomodando a todos Otaola nos presenta un programa que llegó para quedarse, hace unos días estuvo de vacaciones y sus fans le clamaban regresar urgentemente ‘’… ya que no había nada bueno que ver’’.

El espacio cuenta con segmentos de chismes de artistas y de críticas al régimen, en esto último, que recuerde, nadie lo había hecho con semejante desparpajo e incisión al mismo tiempo, así todo el mundo espera para ver los segmentos: Mi dirigente gordo y el Puesto a dedo como cosa buena.

¿A dónde puede llegar Otaola con esta aventura audiovisual que cada día gana más seguidores entre los cubanos de todo el mundo? ¡Nadie en realidad lo sabe! Lo cierto es que ahora mismo es un verdadero fenómeno de las redes sociales que tiene en jaque, al mismo tiempo y, con poquísimos recursos, a más de una televisora de Miami, a unos cuantos de la farándula cubana y a muchos miembros del Gobierno que siempre han tratado de ocultar, al pueblo de Cuba, la vida de excesos y derroches de los hijos de los dirigentes.