¿Qué hacer?

Por Verónica Fernandez

He estado por contarle a alguien este hecho que me sucedió y al fin, me he decidido. Le he estado dando vueltas en mi cabeza una y otra vez para ver si es posible encontrarle solución al problema, pero cuando todo parece que se va a resolver y nos motivamos y nos alegramos…….., no sucede nada.

Faltando apenas dos días para el primero de mayo de este año, llegaron a mi centro de trabajo dos mujeres procedentes de la Argentina. Según me explicaron, desde hacia mucho tiempo querían venir a Cuba para conocerla y participar en el acto y festejos por esta fecha (que como todos sabemos se celebra en muchos países por ser el Día Internacional de los Trabajadores).

Durante esos días, yo tenía una larga jornada de trabajo, que comenzaba desde las 8 de la mañana hasta las 7 de la noche, incluidos los sábados y domingos, pues el antiguo Convento de Santa Clara de Asís, lugar donde laboro y que se encuentra enmarcado en el casco histórico de la Habana Vieja, era en aquel momento sub-sede de la Bienal de Artes Plásticas de la Habana (evento que se realiza cada 2 años y donde participan prestigiosos artistas de la plástica nacionales y extranjeros).

Estas dos mujeres, religiosas de profesión y de mediana edad, tuve la satisfacción de recibirlas,  atenderlas y conversar con ellas por más de treinta minutos. Evidentemente, sentían un gran cariño y atracción por Cuba, pero sobre todo, por este pueblo, por su gente, como me manifestaron. Me sentí orgullosa de que personas como ellas nos visitaran y les encantara el lugar y la muestra expositiva que teníamos en ese momento.

Sin embargo, como dice un viejo refrán: no falta un roto para un descocido, pues cuando ya se iban, me dijeron: No debemos irnos sin antes hacerles a ustedes este señalamiento:- Es muy lamentable que teniendo este y otros muchos lugares del casco histórico de la Habana Vieja, la magia de los siglos y que se esté haciendo tanto esfuerzo y empleando tantos recursos para conservarlo y preservarlo, y sin embargo, la basura de las calles en las esquinas haga derrumbar el encanto de tanta belleza, declarada por la UNESCO, Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Una de ellas me comento: ¿usted no ha visto el basurero que tienen en las esquinas de este monasterio que es el más antiguo y grande de Cuba? ¿Cómo se concibe que en este lugar, que también es patrimonio cultural de la humanidad, sucedan estas cosas?

Me quedé atónita y desarmada. Les dije que era cierto, pero que no siempre era así; en fin, comencé a darles explicaciones, aún sabiendo que ellas tenían toda la razón. Me dijeron que lo comprendían todo, pero que habían estado caminando muchísimo por toda la zona y que estaba inundada de basura.

Como a los diez minutos de haberme despedido de ellas, inmediatamente salí con mi cámara hasta la esquina y pude dar fe de lo que me estaban alertando. En efecto, en la misma esquina de las calles Cuba y Luz, en la Habana Vieja, fotografié uno de los  basureros que en esta zona se presentan a los ojos del visitante.

¿Es que no podemos hacer absolutamente nada para mejorar esta situación? Y me pregunto más: si el turismo es una de las vías principales de ingreso económico al país, entonces, ¿por qué suceden estas cosas?

En realidad, los que trabajamos a diario con el público, muchas veces nos enfrentamos a estos comentarios. Recordé entonces el título de un conocido escrito de Vladimir Ilich Lenin de mi etapa universitaria y que era de obligatoria consulta: “¿Que hacer?”…………….