¿Qué hacer? (II)

Por Verónica Fernandez

Desde hace mas de un mes, estoy escuchando desde mi casa en Cojimar (reparto ubicado al este de la Ciudad de la Habana), el penetrante ruido de los famosos aparatos de fumigación que invaden nuestros oídos año tras año durante cada verano, dando captura al maléfico mosquito Aedes aegypti.

Este insecto es causante de enfermedades como el dengue en estos países de clima tropical con un alto por ciento de humedad, lo que propicia además, problemas respiratorios y reumáticos.

Asimismo, para completar (como decimos los cubanos), nos llego también la pandemia que aunque ha sido controlada, se hacen de obligatorio cumplimiento las medidas higiénicas y sanitarias que hay que tomar en la población.

Sin embargo, lo increíble de esta situación es que a pesar de todo ello y de muchas campañas mediáticas llamadas de “BIEN PUBLICO”, no correspondemos en absoluto a facilitar o solucionar estos grandes problemas que nos afectan por negligencia de nosotros mismos y a cualquier instancia, al no saber exigir o cumplir con lo establecido.

En la esquina de atrás de mi casa se mantiene por años un enorme basurero que se recoge cuando existe la posibilidad. Eso significa una vez al mes- si acaso-.

La foto, muestra perfectamente en primer plano el ya famoso basurero y un poco mas adelante una edificación a mano derecha que es una shoping (tiendas en moneda convertible, CUC) y otra a mano izquierda que es el cine de la localidad, donde acuden día tras día muchísimas personas.

Pero además, por este lugar es el paso permanente de todo el transporte que circula por la zona, incluyendo los ómnibus de turismo que transitan con asiduidad, al ser Cojimar paso obligado para muchos turistas por llevar consigo una gran parte de la vida y obra del famoso escritor norteamericano Ernest Hemingway.

Por otra parte, me pregunto:- ¿Que hacer para erradicar por completo con estos basureros que permanecen intocables y se inflan como globos por toda la ciudad? Algunos se recogen, pero siempre retornan. Otros, nunca o casi nunca son recogidos.

Como decía en mi anterior trabajo:-¿Es que tendré que creerme que ya forman parte de nuestra historia o que son patrimonio de la humanidad?

Pero si sumamos a esta situación, otra de las tantas cosas que están sucediendo al mismo compás, mucho menos puedo explicarme que lleguemos a erradicar el mosquito o el dengue o lo que sea, pues al lado de mi casa – por solo poner un ejemplo – vive una señora de mediana edad con sus dos hijos jóvenes y nunca ha permitido que se le fumigue dentro de su casa y no ha sucedido absolutamente nada.

¿Es esto negligencia o falta de exigencia por las autoridades competentes? Tengo entendido que hay que fumigar casa por casa y el que no cumpla con este procedimiento debe ser multado.

¿Por qué se le permite? Aun no lo entiendo ni lo entenderé nunca, pues el hecho de que esta señora no fumigue su casa porque no quiere, puede conllevar a que en ese lugar existan focos de mosquitos que no se puedan combatir, pero para decir mucho mas, salud publica visita y revisa casi todos los días nuestras casas para ver si hay tanques de agua destapados, etc. y en la casa de esta señora, mi vecina, existe también un tanque de agua destapado y una cisterna. Y me vuelvo a preguntar:-¿de quien es la culpa? ¿A quien le importa esto? ¿Por qué invertir tanto dinero para la salud publica si no somos capaces de hacer lo que tenemos que hacer?

Hay un viejo refrán que siempre llevo conmigo:- el que persevera, triunfa-. Y entonces, ¿por que no mantenemos una estricta vigilancia para que todo este en orden? Hay otro refrán también que dice: “confía, pero controla”.  Si esto se hace, estoy segura que, paso a paso, se podrán lograr muchas cosas…………….

Una vez más viene a mi mente esta obra de Vladimir Ilich Lenin: ¿Qué HACER?