Pelota cubana entra en su fase decisiva

Por José A. Rodríguez

HAVANA TIMES – Concluyó, al fin, la poco atractiva primera fase de la Serie Nacional de Béisbol de Cuba, y ya están definidos los seis equipos que se mantendrán en competencia (Industriales, Las Tunas, Matanzas, Pinar del Río, Granma y Artemisa), con sus respectivos refuerzos.

Fue una accidentada mitad inicial, en la que además de seguir castigando a la afición con la presencia de 16 equipos, y con demasiados encuentros en horario matutino y vespertino, la lluvia hizo de las suyas y tuvo en vilo a los organizadores hasta último momento.

Como colofón, el último juego de comodines finalizó el mismo día en que se escogieron los refuerzos, y sin transmisión televisiva, porque ya todo estaba “coordinado” para irse a Pinar del Río al fin de semana de las Estrellas. Ya de por sí en una Serie anodina, si los pocos desafíos que levantan expectativas no se ven por la pequeña pantalla, se completa el crimen contra la pelota cubana.

De esta primera fase lo más sobresaliente fue el paso del conjunto de la capital, estrenándose a las órdenes del polémico Víctor Mesa, quien volvió a demostrar que en la fase regular es un maestro para ganar más que nadie.

Luego de un comienzo un poco incierto, Industriales fue ganando enteros y concluyó como líder de la clasificatoria, con buena ventaja sobre sus rivales, porque vale recordar que para la segunda ronda se arrastran los resultados de la primera.

Muy importante en el logro de los capitalinos fue la incorporación del abridor Noelvis Entenza, quien recién llegaba de cumplir un contrato en el exterior, y del también lanzador José Pablo Cuesta, quien estaba sancionado por intentar contratarse por su cuenta. Igualmente a la ofensiva sobresalieron Juan Carlos Torriente y el “importado” Yordanis Samón.

La gran sorpresa fue Las Tunas, que estuvo delante en algún momento y se mantuvo en la vanguardia hasta última hora.  A su tradicional poder ofensivo se sumaron ahora buenas actuaciones de sus lanzadores de puntería y una mejorada defensa, para redondear una buena actuación en la primera vuelta.

Matanzas demostró que también puede ganar sin VM32 y de la mano de su tocayo Víctor Figueroa volvió a colarse entre los primeros, el único equipo que nunca ha faltado a la etapa decisiva desde la aplicación de esta estructura. También aquí fueron las figuras de siempre las que tiraron del carro: Yoanni Yera y Jónder Martínez desde la lomita, y los Ariel Sánchez, Jefferson Delgado y Yasiel Santoya madero al hombro.

Cuarto finalizó Pinar, de la mano del debutante Pedro Luis Lazo, que hizo una interesante labor y se ganó la sede del Juego de las Estrellas por dominar la tabla de posiciones durante toda la primera mitad de esta fase. Como se esperaba, fue el staff de lanzadores lo que apuntaló a la más occidental de las provincias cubanas, pues siguen con muy poca pólvora a la ofensiva.

El actual campeón, Granma, se las arregló para avanzar luego de sobrevivir a la serie de comodines, gracias, sobre todo, a la llegada de su as en el pitcheo, Lázaro Blanco, de destacada actuación en la Liga Canadiense-Americana, quien obtuvo los triunfos decisivos en el último tramo, y del zurdo Leandro Martínez, inmenso en el play off ante Villa Clara.

Por último, Artemisa logró el pase contra todo pronóstico, pues muy pocos los incluyeron entre los seis favoritos para mantenerse en la lucha por el título, ni tampoco para desbancar a Ciego de Ávila en la serie de comodines. Los avileños estaban invictos en este tipo de cruces desde el año 2012, pero el pasado año perdieron 0-4 la final contra los Alazanes, y ahora ceden 1-2 con los Cazadores, una clara señal de que se cierra un ciclo ganador para los Tigres.

Este fin de semana los seis sobrevivientes se reforzaron, -en otro programa televisivo para el olvido, vale decir-, y en sentido general todos pidieron bien, para tapar sus respectivos puntos débiles.

Víctor Mesa escogió cuatro lanzadores y un jardinero, aunque se la juega con Freddy Asiel Álvarez y Wilber Pérez, quienes han tenido sus problemas de disciplina, y con un bateador que no estuvo entre los refuerzos solicitados el pasado año ni jugó aquí en este.

A Freddy Asiel, uno de los mejores lanzadores de Cuba en la última década, no lo pidió nadie en la primera vuelta, evidentemente a causa de sus actitudes cuestionables (abandonó Pinar del Río cuando estuvo de refuerzo, y este año a Villa Clara tras tener un altercado con su mánager, aunque luego regresó). El técnico deberá meter en cintura a estos dos serpentineros de calidad probada, y esperar porque les rinda el cuasi desconocido Leonardo Urgellés, quien llamó la atención de los scouts japoneses.

Los tuneros tomaron lo que más necesitaban, sobre todo, dos excelentes jugadores para redondear su cuadro: Yunior Paumier y Alexánder Ayala, pero los serpentineros no son de experiencia, y esta escuadra es conocida por su falta de empuje cuando debe asumir la postemporada.

Los otros cuatro mentores actuaron de manera bastante consecuente, aunque Lazo llamó a Michel Enríquez cuando tiene a su capitán Donal Duarte también en la antesala, y deberá usar a este último como designado, un puesto que pintaba para Frederich Cepeda. En cualquier caso, esto de los refuerzos siempre se reduce a cómo se integren estos jugadores a sus nuevos planteles, y cómo rindan.

Además, hay que tomar en cuenta que algunos equipos recibirán más adelante otros “refuerzos”, jugadores que están fuera del país o han tenido algunas lesiones, como es el caso del pinareño Vladimir Baños y el granmense Alfredo Despaigne.

El hecho de que se arrastren las victorias y derrotas, hace que los dos últimos clasificados tengan que nadar contracorriente, aunque las diferencias no son muchas entre ellos y el ocupante de la cuarta posición. Cuando eran ocho y no seis los protagonistas de la segunda mitad, más de una vez el último logró colarse en las semifinales, y hasta llevarse el campeonato, así que nada está escrito.

A partir de este jueves se reanudan las acciones, y seguramente aumentará el interés de los aficionados.