Pasión futbolística escolar de un sábado en la cancha del Abrantes

Iniciativa de la embajada y la Federación de Asociaciones Españolas directo al fútbol estudiantil

Por Vicente Morín Aguado

HAVANA TIMES — Chicos de 14 y 15 años se agrupan en nueve equipos, representativos de igual número de asociaciones españolas radicadas en Cuba, algunas centenarias; protagonizan un inusual torneo futbolístico desde el sábado 3 del presente mes en la cancha del estadio universitario Juan Abrantes.

La porfía en el terreno viene acompañada de familiares y entrenadores, junto a la imprescindible logística por parte de las sociedades españolas. José Cerra Artime, presidente de la Comisión de Deportes de la federación comenta:

“Tratamos de fomentar, a través del deporte, el espíritu asociativo, a la vez, buscar un espacio sano para los adolescentes.” ¿Pero, pertenecer a una sociedad implica directa ascendencia española? : “No -responde- las sociedades están abiertas a todos los cubanos sin distinción.”

El campeonato quedó dividido en dos grupos; clasifican a la final cruzada los lugares 1ro y 2do de cada bloque. Este sábado los muchachos representativos de la Sociedad Orensana-Galicia- golearon 13/0 a sus similares de Islas Baleares, con la esperanza de un buen promedio de goles a favor, pensando en pasar a la final, porque tienen balance de 2/2 y esperan por otros resultados.

Raizel Wilson Morales, delantero, anotó dos veces esta mañana; no está satisfecho, otros chicos de su equipo hicieron más, aunque la pregunta anda lejos de los números: “Aprender cada día sobre jugar fútbol, aunque no sea en Cuba un deporte reconocido. Si cada cual aporta su granito de arena podemos llegar a ser reconocidos en el mundo. Si no soy yo será otro, alguien debe ser un Cristiano Ronaldo a lo cubano.”

La presencia del Instituto Cubanos de los Deportes, viene ratificada por el campo de juego y, en particular, con la presencia de los entrenadores. Raúl Rodríguez, a cargo de los escolares en el municipio Playa, de La Habana, de donde salió el Orense habanero, añade: “Llevo 18 años de entrenador, trabajé fuera del país, atiendo equipos de varias categorías, el deporte es una escalera piramidal, estos torneos son canteras deportivas ofrecen oportunidades a jóvenes que por otras vías no pueden llegar.”

Termina el primer partido de la jornada sabatina; jugadores, familiares y directivos se niegan a retirarse; esperan la confrontación entre los representantes de las Sociedades Artísticas Gallega y Vasco-Navarra; Raizel aclara: “Nos conviene una victoria de los vascos o si pierden, que sea por pocos goles. Dice el profe -entrenador- que el año pasado hubo una cena en la embajada con los jugadores y los organizadores del torneo. Creo que también regalan tacos, camisetas y otros implementos deportivos.”

Cerra Artime, el encargado de los deportes en la federación de asociaciones, convoca al apoyo por parte de los empresarios españoles residentes en Cuba, de quienes sientan el fútbol y deseen ayudar en este objetivo: “Por ahora la respuesta es casi nula, las asociaciones aportan la merienda de los jugadores, el trabajo de los árbitros y el acondicionamiento del terreno.”

Los escolares vienen por cuenta propia, mamás y papás costean sus gastos personales, aunque parte de los equipos tienen camisetas pagadas por la asociación a quienes representan.

Aplausos y vítores particularmente intencionados interrumpen la entrevista, los blancos de uniforme-vasco- anotan un gol en tiro libre, la suerte está de parte de Orense. En las gradas el entusiasmo acumulado se desborda. La pasión por el fútbol crece en La Habana.