Me importa el ser humano

Janis Hernandez

HAVANA TIMES — El movimiento y la afición deportiva cubana, están de plácemes ante los resultados que se obtuvieran en la jornada de anteayer en la cita olímpica de Londres 2012.

La cubana Yarisley Silva, quien obtuviese un quinto lugar, en el pasado mundial de Daegu, Sur Corea 2011, siendo entonces un hecho inédito para Cuba en la historia del salto con garrocha. Fue entonces motivo de alegrías y de expectaciones.

Pero aunque no se ponía en duda las posibilidades reales de esta atleta, sí los pronósticos de subir al podio eran reservados, cuando se sabía, iban a estar figuras de lo más grande del mundo en esta modalidad.

Sin embargo la joven pinareña, de una estatura menor a la de todas las jugadoras presentes, se creció y nos hizo a todos emocionarnos, cuando alcanzó una medalla de plata, solo superada por la estadounidense Jennifer Suhr, y habiendo quedado por encima nada menos y nada más, que de la leyenda Elena Isinbayeva, a quien le dejó el bronce.

Así las enseñas de Estados Unidos, Cuba y Rusia, fueron alzadas en la capital de Gran Bretaña.

Les confieso que a mí, a quien le parecieron demasiado pretenciosos y chovinista los exaltados comentarios  de los periodistas cubanos respecto a la actuación de esta chica en el pasado mundial de atletismo. Con sus acostumbrados panegíricos de la cara del Tercer Mundo, Latinoamérica y el Caribe.

Me conmovió infinitamente el desempeño de esta muchacha. Mis razones van más allá de las coordenadas geográficas o del desarrollo económico del país que sea.

No tiene que ver con las Antillas, ni con América Latina, ni siquiera con Cuba. Tiene que ver con el ser humano que se crece y logra sus metas personales, aunque esto implique también el éxito de un país o un continente.

Por eso Yarisley tuvo mis palmas, más allá de ser una paisana. Igual admiración sentí por el coreano quien en su condición de ciego lograra la medalla de oro en tiro con arco. A mí me importa el ser humano.