Las estrellas también se pueden centralizar
Osmel Almaguer
HAVANA TIMES, 10 marzo — Se dice que las votaciones para el Juego de las Estrellas en la MLB son las más populares del mundo, ya que cada persona de este planeta que tenga acceso a internet puede ejercer su derecho a escoger la estrella que –según ella- más se lo merezca, o la que quiera ver en una ocasión tan especial, o simplemente al jugador de su preferencia.
Quiere decir que todos los jugadores que hayan jugado la mayoría de los juegos de su equipo a la hora de la selección, son elegibles.
Ignoro los métodos utilizados en otras ligas. Probablemente sean parecidos o iguales a este. Lo que sí resulta muy difícil es que alguno se parezca al que recientemente se ha implementado en Cuba, luego de una buena cantidad de décadas en las que las estrellas eran seleccionadas por otras instancias deportivas.
Hace unos años se comenzó a especular en los espacios deportivos de radio y televisión sobre la conveniencia de que las selecciones al Juego de las Estrellas fueran más democráticas, como se hacía antiguamente en Cuba.
La idea, positivamente, rindió sus frutos, y por fin este año fue el pueblo quien eligió a sus jugadores.
Pero como era de esperar los “pensadores” de este país volvieron a hacer de las suyas.
Porque “tanta libertad podría dar una impresión equivocada de anarquía, y eso no es lo que queremos”, pudieron pensar estos señores.
Así, la solución fue hacer una reunión entre diversas autoridades deportivas y periodísticas especializadas, para decidir los tres jugadores por cada posición que podrían ser elegibles al juego de las estrellas.
Para suavizar la cosa, se colocó un renglón para que los votantes anotaran cualquier jugador probablemente omitido. Claro, las posibilidades de quienes no están entre los tres elegidos-elegibles son inmensamente inferiores. Este es un mecanismo psicológico que no falla.
¿Por qué nos costará tanto trabajo dejar que las cosas transiten por sus propios cauces? ¿Por qué cada gesto social en esta traumatizada isla, por mínimo que sea, tiene que pasar por el tamiz de los dos o tres individuos que tienen el poder?
¿Cómo es posible gobernar efectivamente un país queriendo controlar cada detalle? Para los que creíamos que las estrellas nos trascienden, he aquí una nueva prueba a nuestra capacidad de asombro.
porque no tienen nada mejor que hacer.
no te das cuenta que en cuba hay muy poco de que hablar? muy poco que hacer? cuando la gente no tiene nada mejor en que enfocar su atencion, vive de estos “pedacitos”.