Zona-Cuerpo o Búsqueda interior
Por Irina Echarry, fotos: Caridad
HAVANA TIMES, March 20 — Cualquiera pudiera creer que es redundante hablar de cuerpo y movimiento cuando se trata de un grupo de danza, pero Zona-Cuerpo, el más reciente estreno de Danza Combinatoria nos muestra el cuerpo humano como vía de liberación.
Luces rojas, los cuerpos se mueven despacio, casi se arrastran, se mezclan entre sí, poco a poco van dejando las escasas ropas a un lado hasta que quedan al desnudo. Para llegar hasta aquí los bailarines han estado mostrando sus pánicos, sus soledades, sus angustias. Las frustraciones sexuales y el erotismo natural han sido expuestos sin pudor, a veces llegando a provocar repulsión en cierto público habituado a las máscaras.
Una obra que se adentra en las sensaciones, las emociones más primarias del ser humano para contrarrestar la falsedad y la hipocresía cotidiana que impone la sociedad moderna.
Parte fundamental del espectáculo es la música a cargo del dúo Karma y el percusionista Franqui Corbea. Los músicos se sienten en total armonía con la idea, reflejando sentimientos a través del santur, las maracas, una flauta, una kalimba, una guitarra, o simples y bellas vocalizaciones.
A la vez de utilizar otros recursos sonoros como el rasgado de papel o la pegueta de una sandalia.
El domingo 14, luego de la función, los artistas tuvieron un intercambio con el público. Ramiro Guerra, pionero de la danza moderna en Cuba, confesó estar “hipnotizado sonora y visualmente, el grupo buscó una tranquilidad que últimamente no hay en el mundo.”
Un joven conocedor del trabajo de la compañía reconoció que Rosario Cárdenas, la directora, es heredera de la obra de Lezama Lima, de cuya obra, Dador, realizó una versión con el erotismo que caracteriza sus coreografías.
También dijo que “desde que el mundo existe las preguntas son las mismas y las respuestas las dan las mismas personas. En este caso una pregunta sería: ¿tiene el hombre derecho a la búsqueda de su felicidad? Las respuestas las dan los pusilánimes o los transgresores. Los que pasan a la posteridad son los segundos.”
Una sicóloga e integrante del Teatro Espontáneo dijo “si respondo racionalmente pudiera decir palabras lindas y abstractas, pero eso no definiría lo que me ha sucedido viendo la obra. Sentí mucho: angustia, la evolución del hombre, conflictos básicos del ser humano, tuve deseos de llorar. Asocié muchas cosas con mi vida. En fin, me identifiqué.”
Con la alegría de llegar al público y expresar sus emociones, Danza Combinatoria presentó el pasado fin de semana Zona-Cuerpo. Una obra que provoca reflexiones como estas “nuestra sexualidad no debe responder a una sociedad sino a la biología. Viendo la obra me enfrenté al desván del horror, el objetivo es sacar todo lo sucio, todo lo oscuro a través del cuerpo.”
Gracias a la música y a la plasticidad de los bailarines, todo el que pudo ver o sentir la obra salió del teatro convencido de que Danza Combinatoria nunca defrauda a su público.